04 junio 2015
Un topo de Al
Qaeda intentó evitar una matanza de españoles en Yemen
"Van a
atentar contra turistas españoles. Debéis pararlo”, avisó un exmiembro de Al
Qaeda
En el
atentado de 2007 murieron 10 personas, ocho de ellos españoles
“Hay un coche preparado para
atentar contra turistas españoles en Maarib. Debeís parar la operación
imediatamente....” El asesinato por Al Qaeda de ocho turistas españoles en
2007 cuando visitaban el templo yemení de Mahram Bilquis, cerca de la antigua
ciudad de Maarib, pudo haberse evitado. Hani Muhammad Mujahid, miembro de Al
Qaeda en Yemen y presunto confidente de las agencias de seguridad nacional,
alertó en dos ocasiones a los servicios antiterroristas de ese país de que nel atentado de iba a cometer, pero las autoridades no hicieron nada por evitarlo,
según revela ahora el yihadista en una investigación de Al Yazira y EL PAÍS.
Hani, miembro de Al Qaeda desde que se unió a la
yihad en Afganistán en 1998, lo explica así durante una entrevista concedida en
un lugar fuera de Yemen: “Telefoneé al coronel Hmud Al-Qadasi, que era uno de
mis familiares y jefe del departamento contraterrorista de la provincia de
Taiz. Hablé con él. Le dije que había un coche preparado para atentar contra
los turistas españoles en la provincia de Maarib, en el templo de Bilquis. Que
debían parar la operación inmediatamente, que una fuerza de seguridad o militar
debía movilizarse de inmediato para impedirlo. Me dijo que lo comunicaría
rápido en Saná”
El confidente y miembro de Al Qaeda hizo una segunda
llamada de alerta, según su testimonio. “Luego llamé a Nabil Al Qilaisi () Les
informé minuto a minuto y les dije quienes estaban alli ( los presuntos
autores). Que el coche estaba lejos y que no sabía quienes estaban dentro. Me
respondió que OK. Me había puesto en peligro, estaba aterrorizado cuando hice
la llamada. Estaba preocupado de que me vieran. Sabía informar rápido, pero
aterrorizado y psicológicamente colapsado. Si alguien te descubre es tu
final... Yo intenté controlar mis nervios y responder como si todo fuera
rutinario y normal. Estuve con ellos una hora comiendo, bebiendo y riendo”.
Hani Muhammad Mujadih, de 38 años,
natural de Taiz, casado y padre de tres hijos, afirma que también había avisado
una semana antes a sus contactos de los Aparatos de Seguridad Política y Seguridad
Nacional de que se preparaba el atentado contra los turistas españoles. “La
operación fue planeada por Hamza Al Jayiti, Abu Basir (Nasir Al Wahaishi) y Abu
Hurayrah (Qasim Al Raimi)... Al Wahaishi y Hurayrah eran mis amigos más
cercanos en Afganistán. Hicimos cursos militares y vivimos juntos durante mucho
tiempo. Por mi trabajo como entrenador en el campo
de Al Faruq (Afganistán), entrené a muchos jóvenes y
para mí era natural conocer algunos secretos de la organización”.
—¿Por qué contra los españoles?
—La operación fue simple. Abu Hurayrah sabía
exactamente el movimiento de los turistas. Me sorprendió la información que
manejaba.. El objetivo era probar que la organización todavía estaba viva en
Yemen y que podía luchar contra Occidente y los americanos.. Su deseo era solo
asesinar a extranjeros. ¿por qué? Porque decían que ellos libraban una guerra
contra nosotros, contra el islam y porque eran parte de la coalición
internacional que lidera EE UU”.
—¿Conocía al suicida?
—No conozco al suicida. Nunca le había visto. Nunca
traté con él... Yo no tuve ningún papel en el ataque.
Hani afirma que estaba en Saná cuando se enteró del
atentado y de que había varios muertos. “Me sorprendió que la operación se
llevara a cabo. Llamé a Hmud ( su primo coronel) y me dijo que fuera a Taiz. Le
reproché que me había puesto en peligro y que no habían hecho nada. Me
respondió que no creyera que la gente que dirigía el país eran patriotas y
honestos. Creíamos que trabajábamos con gente patriota y descubrimos que lo hacíamos
con una banda y no con un Estado de ley que protege a las personas”.
El testimonio del confidente aporta identidades
nuevas de los presuntos autores y colaboradores del atentado nunca juzgados ni
condenados ya que la Justicia
española se vio obligada a archivar la causa provisionalmente a causa de la
nula colaboración de las autoridades yemeníes que solo contestaron una vez, y
de forma muy vaga, a las comisiones rogatorias del juez Fernando Andreu,
titular del Juzgado de Instrucción número cuatro de la Audiencia Nacional
que investiga la matanza. A propuesta de la fiscal
Ana Noé el magistrado archivó la causa en 2011. “Las gestiones
personales realizadas ante las autoridades de Justicia e Interior no han
recibido respuesta y la actual situación que vive el país no permite por el
momento reiterarlas”. señala un oficio del Ministerio Exteriores fechado en
2011.
Yemen contestó solo a la primera comisión rogatoria
asegurando que el suicida que conducía el coche bomba fue Abdul Mohamed Assad
Rahif, señaló a ocho presuntos organizadores y financiadores del ataque que
estaban huídos y afirmó que seis de ellos habían sido abatidos en agosto de
2007 y noviembre 2008 cuando preparaban nuevos atentados. También, informó que
había juzgado en rebeldía a Ammar Ibadah Masud Al Wali y que el juicio se
celebraría en febrero de 2010. El Gobierno yemení había facilitado antes a la
prensa diferentes nombres de los autores del atentado.
“Algunos de los jóvenes ( presuntos terroristas) que
fueron asesinados fueron víctimas de informaciones erróneas. Fueron víctimas de
la guerra sucia y la sucia conspiración en Yemen”, puntualiza el confidente
sobre los nombres de los supuestos autores que Yemen remitió a la Justicia española en su
primera y única comunicación oficial.
La fiscal Noé y el juez Andreu remitieron nuevas
comisiones rogatorias a Yemen reclamando más información, pero no fueron
respondidas. La embajada de España informó al juzgado que Ammar Ibadan Masud
había sido condenado en rebeldía a 15 años por el Tribunal Penal de primera
instancia de Saná y añadió que las autoridades yemeníes no habían contestado a
las comisiones rogatorias “pese a las numerosas gestiones realizadas”. El
documento está firmado por Santiago Sierra, entonces subdirector general de
Exteriores.
Hani, el confidente de Al Qaeda, perdió el pulgar de
la mano derecha en el campo afgano de Al Faruq donde fue entrenado en armas y
explosivos. Se convirtió en profesor de otros yihadistas, conoció a Osama Bin
Laden y participó en 2002 en la
batalla de Shahi Kot, una de las últimas en Afganistán. Fue arrestado en
Pakistán y acabó en la prisión yemení de seguridad en Taíz, la capital cultural
de Yemen, a unos 400
kilómetros al sur de Saná.
Durante ese periplo le interrogaron los servicios
paquistaníes, la CIA
y los yemeníes. “La inteligencia paquistaní fue brutal con nosotros, pero los
americanos, al contrario, solían ofrecerme té y pasteles como si estuviera
entre amigos. Yo esperaba acabar en Guantánamo. Creía que me llevarían a
Baqgram y luego a Guantánamo, la tortura, el miedo, la ansiedad”, relata.
El hombre que acusa al régimen del ex dirigente
yemení Ali Abdallah Saleh- presidente
de Yemen desde 1990 a
2012— de dejar actuar a Al Qaeda asegura que fue en la cárcel yemení donde
decidió convertirse en confidente y traicionar a su organización. “Llegué a
Yemen a principios de 2005... Tenía un familiar, un coronel en el Aparato de
Seguridad Política de Taiz que me convenció de que nuestro deber era tanto
islámico como humano. Comencé trabajar para ellos nada más dejar la cárcel.
Luego la Seguridad
Nacional me emplazó a unirme a ellos. Les transmitía
cualquier detalle acerca de las operaciones terroristas en Yemen.. Mi papel fue
penetrar en la organización e informar sobre sus planes....Me pagaban por mi
trabajo y servicio al país”. No ha sido posible obtener el testimonio de los
oficiales para los que trabajaba el confidente.
Hani asegura que, también, avisó de un ataque de Al
Qaeda a la embajada de EE UU en Saná en septiembre de 2008 sin que lo servicios
lo impidieran. Y que contactó con los norteamericanos para contarles lo que
sucedía, pero fue detenido por agentes yemeníes cuando acudía a una cita en el
hotel Movenpick. “Me maltrataron durante ocho días en una prisión
subterránea...De allí me llevaron a un hospital donde un policía me dijo que si
quería ver a los americanos debería decírselo y él me organizaba el encuentro”.
Abdurraman Barmen, el abogado de Hani, afirma que el
presunto confidente se presentó hace dos años en su oficina y definió a sí mismo
como un suicida: “Me dijo: ‘considereme un suicida, pero de otro tipo. Mi bomba
será la información’. El ex miembro de Al Qaeda se ofrece a declarar ante la Justicia española.
El Gobierno
utilizaba a Al Qaeda como un espantapájaros
Abdurrahman Barmen, abogado de derechos humanos en
Yemen, asiste a numerosos jóvenes que han pertenecido a Al Qaeda y abandonado
la organización terrorista. Su encuentro con Hani, el presunto confidente que
alertó del ataque en 2007 contra los turistas españoles, lo explica así: “Hani
Muhammad Mujahid vino a mi oficina con otros 15 jóvenes de la provincia de Taiz
que habían decidido dejar la actividad armada. Me contó con detalle la
operación contra los españoles y me impresionó. Desde entonces me lo ha contado
10 o 15 veces. Él está muy preocupado especialmente después de que el antiguo
régimen y los huthies comenzaran a recuperar poder en Yemen”. El letrado afirma
que las agencias de seguridad en Yemen se han infiltrado en Al Qaeda y dirigen
a algunos de sus individuos. “ El antiguo régimen (presidido por Alí Abdallah
Saleh) usó Al Qaeda como un espantapájaros dirigido a los americanos y los
europeos para obtener apoyo bajo el pretexto de la lucha contra Al Qaeda. Al
mismo tiempo era el régimen el que dirigía algunas operaciones. He hablado con
otros jovenes que me cuentan historias similares a la de Hani”. Barmen recuerda
el atentado contra los turistas españoles que en 2007 causó ocho muertos. “Fue
doloroso para mí verlos retornar muertos. Dos de las víctimas me afectaron en
particular. Se acababan de casar y estaban en Yemen en su luna de miel. Esta
operación distorsionó la imagen de nuestra nación y de nuestra religión. Dañó
nuestra reputación en todo el mundo”. Ali Abdala Saleh, el presidente de Yemen
cuando se produjo el atentado, es el principal aliado en la rebelión de los
Huthi contra el actual presidente Abdrabbo Mansur Hadi. Un sector del Ejército
todavía apoya a Saleh mientras que la comunidad internacional apoya a Hadi.
Desde que la coalición árabe comenzó sus bombardeos 1.500 personas han muerto y
hay más de un millón de desplazados.
En el atentado murieron los turistas catalanes
Gabriel Tortosa, Maria I. Arranz y Antonio Pomés, de Barcelona, y Marta
Borrell, de Girona. Una burgalesa, Marua Teresa Pérez y dos guipuzcoanos –Magie
Alvarez y Miguel Essery-. La herida María A. Vitorica falleció días después.
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