24 junio 2015 El Mundo del Siglo XXI (opinión)

24 junio 2015 

Podemos pide revisar la política penitenciaria de los presos de ETA

Bescansa insiste en que «no existen motivos para seguir manteniendo la excepcionalidad» de los etarras.

Podemos ha digerido a contrarreloj la última polémica en la que se ha visto envuelto. Después de que la revista británica New Left Review publicara el lunes una entrevista en la que Pablo Iglesias definía como “un trágico problema político” que “aún” haya “entre 400 y 500 presos [de ETA] retenidos en cárceles a cientos de kilómetros de sus familias”, las reacciones no han dejado de sucederse. Ayer Carolina Bescansa, secretaria de Acción Política del partido, quiso zanjar el asunto asumiendo las palabras de Iglesias y abogando por revisar las políticas penitenciarias aplicadas a los etarras. Eso sí, Bescansa volvió a insistir en que “la polémica se está alimentando de una mala traducción”.

El lunes, en un primer momento, Podemos trató de apagar el fuego con un comunicado en el que achacaba estas afirmaciones a una “traducción inadecuada” por parte de agencias informativas. Casi a la vez que se emitía este comunicado, el número dos de la formación, Íñigo Errejón, aseguraba que las familias de los presos etarras no tenían que “pagar una pena adicional” y recordó que tanto los gobiernos del PP como los del PSOE facilitaron el acercamiento “en determinadas situaciones”. Con estas declaraciones, el secretario Político lanzó un órdago que el propio Pablo Iglesias recogió ayer, al asegurar en una entrevista en TVE en estos momentos “las medidas de excepción se podrían revisar”, refiriéndose así a la política de dispersión de los presos de ETA.

Tras la división inicial, Podemos tenía que confirmar su posición. Y lo hizo. Además de Iglesias, Bescansa reiteró en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Coordinación del partido que “la ley de dispersión es excepcional” y desde la formación se considera que “no existen motivos para seguir manteniendo las condiciones de excepcionalidad” de los presos de ETA.

Bescansa aseguró que “la postura de Podemos es la misma que defiende el marco jurídico español”. En este sentido, apuntó a que “la norma penitenciaria es muy clara en relación con los lugares en los que se cometen los delitos y en los que residen sus familias” y que “lo único” por lo que abogan es por “la aplicación de la normativa europea para todos los presos en las mismas condiciones”.

Por su parte, el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, aseguró ayer que a Iglesias le “preocupan más los verdugos que las víctimas”. Acusación a la que Bescansa respondió afirmando que “no hay justificación que sostenga este tipo de afirmaciones” y consideró “lamentable” que “se utilice el dolor de las víctimas” como “arma arrojadiza” en un debate “sobre el que todos estamos de acuerdo: la condena a la lucha armada”. Al tiempo, aseguró que “no hay nada que ofenda más a las víctimas” que invocarlas “de manera partidista” y las alabó asegurando que, hay “mucho que aprender” de ellas por su “capacidad de perdón” y “su respetuoso silencio”.

Opinión:

No entiendo nada. Durante años diferentes gobiernos han acercado terroristas a lo que denominan “su entorno” y, salvo excepciones en el mundo de víctimas del terrorismo, nadie levantó la voz al respecto.

Reconozco que durante muchos años me importó muy poco que los acercaran a sus domicilios y, es más, entendí y compartí aquella normativa por la que se recomendaba su alejamiento... se recomendaba y se llevaba a cabo.

Años después, la mayoría de políticos creyeron conveniente dejar de practicar esa dispersión y consideraron que debía realizarse un acercamiento...

Sinceramente, a estas alturas a mi no me importa lo mas mínimo en qué cárcel estén los cuatro autores de mi atentado mientras cumplan hasta el último minuto la condena que se les impuso como consecuencia de la aplicación de los Códigos Penales vigentes en el momento de la comisión del delito. 

Decía al principio que no entiendo nada porque, puestos a denunciar y perseguir, también debería hacerse lo mismo con los tuits remitidos desde otras instancias, civiles y militares.