24 junio 2015
Juicio en la Audiencia Nacional
'Santi
Potros' se desentiende de un atentado contra la Guardia Civil y
vuelve a pedir su libertad
Tres etarras evitan incriminar al
ex jefe de la banda terrorista en el juicio
El histórico cabecilla de ETA Santiago Arróspide Sarasola, alias Santi Potros, ha aprovechado su
presencia en el juicio que la Audiencia Nacional celebra contra él por atentar
contra una patrulla de la
Guardia Civil en abril de 1987 para volver a pedir su puesta
en libertad.
El que fuera jefe de comandos de la banda
terrorista, que se enfrenta a una petición de 94 años de cárcel por parte de la Fiscalía y de la Asociación de Víctimas del
Terrorismo (AVT), ya hizo este
alegato el pasado mayo durante el juicio por el atentado frustrado del ex
fiscal general del Estado Luis Antonio Burón Barba, por el que resultó condenado a 17
años de prisión. “Pido mi libertad y no
voy a declarar”, dijo entonces.
Potros, que ha estado defendido por el diputado de
Amaiur Iker Urbina, ha reiterado este miércoles que
debería estar en libertad y se ha negado a responder a las preguntas de la
fiscal Ana Noé y de la abogada de la AVT Carmen Ladrón de Guevara.
El etarra arrepentido Caride Simón, acogido a la vía
Nanclares y condenado por
estos hechos, ha reconocido que se comunicaba a través de notas manuscritas con
la dirección de Francia, aunque ha evitado incriminar directamente a Santi
Potros como
el responsable de las órdenes de atentar contra las Fuerzas de Seguridad.
El etarra Domingo Troitiño, a quien se aplicó la
doctrina Parot, y la etarra Mercedes Ernaga han
dicho no recordar quién fue el mando que ordenó el atentado del 2 de abril de
1987, que causó la muerte de un hombre que se encontraba en ese momento en el
interior de una cabina telefónica y heridas de gravedad a dos guardias civiles.
La AVT solicitó
la declaración de Caride Simón y Troitiño como testigos y, por tanto, con
obligación de decir la verdad y colaborar con la Justicia.
El juicio se
reanudará el 16 de julio
El juicio se reanudará el próximo 16 de julio tras
haber sido suspendido este miércoles a la espera de que comparezca un gendarme
francés que intervino en la documentación incautada en el momento de la
detención de Santi Potros.
En su escrito provisional de acusación, la fiscal
Ana Noé sostiene que el entonces jefe del aparato militar suministró a los
miembros delcomando Barcelona Domingo Troitiño, Rafael Caride Simón
y Mercedes Ernaga 40
kilogramos de explosivo amonal, pistolas, temporizadores
y detonadores para atentar en el marco de una "campaña contra militares de
alta graduación, miembros de la Guardia Civil y Policía".
A través del acusado, los etarras del comando
Barcelona recibieron un automóvil que había sido
robado y al que habían cargado con 18 kilos de amonal y 30 de metralla de
tornillos para que explotara al paso de una patrulla de la Guardia Civil en el
cruce de la Avenida
Meridiana con las calles Vizcaya y José Estival de la ciudad
condal.
El 2 de abril de 1987 sobre las 22.00 horas,
Troitiño accionó a distancia el dispositivo detonador, mientras que Caride
Simón vigilaba las inmediaciones y Ernaga les esperaba cerca para huir los tres
a un piso que habían alquilado con un nombre falso. La explosión provocó la
muerte de Juan Fructuoso Gómez, que se encontraba en una
cabina telefónica y heridas a siete personas, los dos guardias civiles y cinco
viandantes, además causó daños valorados en 116.892 euros.
Este procedimiento fue uno de los dos que motivó la
detención de Santi Potros el pasado 20 de enero y justificó su prisión
provisional por riesgo de fuga. El acusado, a quien el tribunal Supremo decidió no descontarle la
pena cumplida en Francia, fue condenado recientemente a 17 años de
cárcel por ordenar el asesinato del que fuera fiscal general del Estado Luis
Antonio Burón Barba, quien se libró del atentado porque los terroristas Idoia
López Riaño, la “Tigresa”, e Ignacio de Juana Chaos se quedaron dormidos el 8
de mayo de 1986.
Opinión:
Aunque ya planteo la realidad de lo vivido antes, durante y después del presente juicio en una entrada diferente, debo recordar que quien informa sobre esta noticia publicada en El Mundo olvida (espero que involuntariamente) la labor como acusación particular de los abogados Juan Antonio Corredor y Armando Fresnadillo en representación de la familia de la víctima mortal, Joan Fructuoso. Parece que el informante no sabe o no quiere saber que la familia decidió quela AVT
no le representara como acusación particular y prefirió que lo hicieran los dos
abogados mencionados. La razón es obvia: el primero fue gerente de la antigua
AVT (ahora, además, es abogado) y el segundo fue uno de los mejores abogados de
aquella época en la que la AVT
representó a cientos de víctimas del terrorismo ante los diferentes tribunales.
El recuerdo y el excelente trabajo desarrollado permanece, por mucho que
algunos lo quieran esconder o ignorar.
Aunque ya planteo la realidad de lo vivido antes, durante y después del presente juicio en una entrada diferente, debo recordar que quien informa sobre esta noticia publicada en El Mundo olvida (espero que involuntariamente) la labor como acusación particular de los abogados Juan Antonio Corredor y Armando Fresnadillo en representación de la familia de la víctima mortal, Joan Fructuoso. Parece que el informante no sabe o no quiere saber que la familia decidió que
A cada uno lo suyo.
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