22 junio 2015
Siete jefes
etarras denunciados por 193 muertes sin resolver
Cinco de esos siete miembros de las
cúpulas entre 1977 y 1983 están en libertad
Bajo el mandato de siete terroristas, ETA perpetró
327 asesinatos entre los años 1977 y 1983, 192 de los cuáles continúan hoy en
la más absoluta impunidad. A estas alturas, el Estado desconoce quiénes fueron
los miembros de la organización terrorista que acabaron de forma directa con
las vidas de esas 192 personas. Sin embargo, el Estado sí sabe las identidades
de las personas que durante ese periodo de tiempo “marcaron las líneas
políticas y militares de la organización, coordinaron la lucha armada y
controlaron a sus miembros legales e ilegales”. La Fundación Luis
Portero ha solicitado a la Audiencia
Nacional - que siete jefes de ETA respondan –“responsabilidad
por el mando”- por esas suertes sin autor declarado o confeso, cinco de los
cuales se encuentran en estos momentos en libertad.
Los siete etarras que, según la Fundación , “dominaban”
la banda en aquellos años son: Juan Lorenzo Lasa
Mitxelena, Txikierdi; Eugenio Etxebeste, Antxon; José Luis Ansola, Peio El
Viejo; Francisco Mujika, Pakito; José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera;
Carlos Ibarguren, Nervios, e Isidro Bedialauneta, Mamarru.
Precisamente, uno de estos dirigentes, Pakito, es
uno de los terroristas acogidos a la vía Nanclares, el procedimiento al que se sumó un
grupo de unos 20 etarras para salir antes de prisión a cambio de renunciar a ETA. Entre las
condiciones para disfrutar de los beneficios penitenciarios que otorga esta vía
estaría, precisamente, la de ayudar a la Justicia a, entre otras cosas, resolver
asesinatos cuya autoría es desconocida. Aunque ninguno de los terroristas
adscritos a la solución Nanclares ha
prestado colaboración alguna en este sentido y esta circunstancia no ha
impedido que hayan obtenido permisos de salida.
En definitiva, puestos a hacer cuentas terribles, de
los 858 asesinatos de ETA,
379 están todavía sin resolver, 192 de ellos corresponderían a las cúpulas
dirigidas por los siete y 187 caerían sobre las espaldas del resto de los dirigentes.
De modo que, según los autores de la querella, “ellos acumulan más impunidad
que todas las demás cúpulas de ETA”.
La Fundación Luis Portero ha aportado al Juzgado número 3 de la Audiencia Nacional , por
primera vez, el listado cronológico de todos los asesinados en aquellos seis
años, desde el guardia civil granadino Antonio Hernández
Fernández-Segura, muerto el 8 de octubre de 1977 en Guernica; hasta
el empresario Francisco Javier
Collado, asesinado en Cegama en diciembre de 1983.
Los querellantes se han centrado en estos siete
terroristas porque consideran que ellos eran los responsables de la
organización en la época en la que ETA perpetró el crimen que desencadenó su
denuncia por actos de genocidio y lesa humanidad contra la banda: la “persecución”,
la “expulsión forzada” y el “asesinato selectivo” de Luis María Uriarte
Alza, ex alcalde de Bedia ametrallado
en 1979. Un crimen que quedó prescrito sin que se supieran los autores
directos. Aunque no descartan ampliar el listado de responsables.
En el escrito presentado en la Audiencia, la Fundación recuerda que “tales
192 asesinatos impunes -perpetrados como el resto bajo la política de los
querellados y realizados por ejecutores fungibles bajo su mando jerárquico y
vertical- son, en todo caso, posteriores a la previa ratificación por parte de
España en abril de 1977 de la cláusula dirigida a impedir la impunidad de los
peores crímenes rechazados por la comunidad internacional, entre ellos los de
lesa humanidad, incluida en el Pacto Internacional
de Derechos Civiles de 1966 y
del Convenio Europeo de
Derechos Humanos de 1950».
El letrado Miguel Ángel Rodríguez argumenta que la
jurisprudencia desarrollada a lo largo de 20 años por el Tribunal Europeo
aporta hasta ocho resoluciones favorables para asuntos de idéntico jaez.
Una de esas resoluciones es más conocida como el
caso de los tiradores del Muro de Berlín. Partiendo de la base de que la vida
es el “valor supremo”, el Tribunal Europeo “se negó a dejar en la impunidad a
los, al menos, 136 seres humanos asesinados en el Muro sin responsables
penales, al amparo de la legalidad de la antigua RDA, lo que permitió la condena
de sus altos responsables”, se señala en el escrito. Entonces, el Estado alemán
ni siquiera había aceptado esa parte de la convención; a diferencia de España,
que sí lo hizo.
Opinión:
Sólo me gustaría plantear una cuestión, que este artículo me obliga a iniciar. Las frases “entre las condiciones para disfrutar de los beneficios penitenciarios que otorga esta vía” o “salir antes de prisión a cambio de renunciar a ETA” se contradicen con la información que desde Instituciones Penitenciarias se me hizo llegar en mayo de 2012.
Sólo me gustaría plantear una cuestión, que este artículo me obliga a iniciar. Las frases “entre las condiciones para disfrutar de los beneficios penitenciarios que otorga esta vía” o “salir antes de prisión a cambio de renunciar a ETA” se contradicen con la información que desde Instituciones Penitenciarias se me hizo llegar en mayo de 2012.
Según me dijeron, el hecho de
adscribirse a la vía Nanclares o mantener los encuentros con víctimas no
reportaba ningún tipo de beneficio penitenciario al terrorista en cuestión.
¿Quién miente?
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