30 mayo 2015
Las víctimas
de ETA y los GAL, en la misma sala
El II Encuentro por la Paz en Euskal Herria se
celebra tras ser vetado en el Congreso.
Las víctimas de ETA y de los GAL buscaron ayer
puntos de unión. Lo hicieron a título personal, “no en nombre de las víctimas,
porque cada una de ellas tiene derecho a pensar como crea”, según defendió Rosa
Rodero, viuda del ertzaina asesinado por ETA Joseba Goikoetxea. La reunión se iba a
celebrar inicialmente en el Congreso de los Diputados, en la Sala Ernest Lluch, en
honor al político socialista asesinado por la banda terrorista, pero la Cámara Baja dio marcha
atrás, lo vetó y el II Encuentro por la
Paz en Euskal Herria se celebró finalmente en el Auditorio
Marcelino Camacho, cedido por CCOO.
Al acto, organizado por la Parroquia San Carlos
Borromeo, acudieron Karmen Galdeano, hija de Xabier Galdeano, fundador del
diario Egin, y Axun Lasa, hermana de José Antonio Lasa, asesinados ambos por
los GAL. Además de Rosa Rodero, estaba prevista la asistencia de Rosa Lluch,
hija del político asesinado por ETA, pero no pudo acudir por motivos de salud y
envió una misiva que recogía el espíritu del encuentro: «Todas las opiniones
merecen ser escuchadas, ninguna es mejor que otra. El dolor es el dolor, lo
cause quien lo cause». Entre el público se encontraban también Pilar Zabala,
hermana de José Ignacio Zabala, asesinado por los GAL junto a José Antonio
Lasa, y Pilar Manjón, presidenta de la Fundación 11-M.
Lucía Carrero Blanco, nieta de Luis Carrero Blanco,
el presidente del Gobierno asesinado por ETA en 1973, también quiso dejar testimonio
a través de una carta. “Considerado un sucesor de Franco, muchos justificaban
el magnicidio. No por haberlo escuchado tantas veces se afrontan frases tan
duras”, sostuvo. Pese a no “estar convencida de querer avalar nada”, aseguró
tener una cosa clara: “Creo en el diálogo como algo indiscutible para la paz y
creo en la paz para la vida”.
Axun Lasa, Rodero y Karmen Galdeano narraron sus
experiencias al hilo de la violencia, a la que “hay que poner palabras y
contenido”, según relató Lasa. Pilar Zabala habló de las “ofensas tan sumamente
graves” que habían sufrido y denunció que “sólo se dejen alzar voces de
personas inocentes, que también tienen derecho a hablar, pero que se les deje a
ellas y se nos impida a nosotros”.
Entre los asistentes también estuvieron José Amedo, condenado por
formar parte de los GAL, y Josean Fernández Hernando, ex preso de ETA que
cumplió 22 años de cárcel y que se encuentra en libertad desde 2005. No estaba previsto que ninguno de los
dos interviniera, pero el segundo tomó la palabra en la ronda de preguntas,
poco después de Odón
Elorza (PSOE), alcalde
de San Sebastián entre 1991 y 2011. Elorza presentó sus respetos “a todas las
víctimas” y quiso “condenar todo tipo de terrorismo”, aunque puntualizó que “ETA siguió
asesinando mucho después de que los GAL desaparecieran”, en 1987. “Cuando
miembros de uno u otro color no hacen su condena expresa a todo tipo de
terrorismo, hacen un mal servicio a la convivencia”, señaló, e hizo referencia
a la salida de presos de las cárceles. “Hay miembros que salen y se jactan y
dicen que no se arrepienten de nada. Eso es una forma de prolongar esa tortura
en los familiares de las víctimas”, sostuvo.
La respuesta del público no tardó en llegar. El
propio Josean Fernández, ex miembro de ETA, intervino en esa ocasión
refiriéndose al ex alcalde y señalando que sus palabras “contravienen y
dificultan” la pretensión del encuentro. Fernández se mostró ofendido y lo
consideró como “una falta al respeto”. “Has dicho que nos reímos de la gente o
algo así y es totalmente falso”, defendió. “Muestro mis respetos por los
familiares de las víctimas que se me han responsabilizado, pero deslegitimar
por qué y por quién entré en ETA no me parece condición sine qua non para
avanzar”.
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