15 noviembre 2016
El segundo embajador
no estaba en su despacho al llegar la alerta de atentado
Solá asegura que
advirtió «varias veces» a Exteriores de las deficiencias de seguridad
El pasado 14 de julio, Solá declaró como testigo ante la
fiscal Dolores Delgado, en el marco de las diligencias de investigación que el
pasado día 2 llevaron al juez de la Audiencia Nacional
Santiago Pedraz a investigar por homicidio imprudente tanto a Solá como a Pérez
de Ágreda a raíz de los cuatro informes que los responsables de seguridad de la
legación les remitieron entre agosto de 2014 y agosto de 2015 denunciando
carencias de seguridad en el recinto.
En su declaración –a la que ha tenido acceso LA RAZÓN –, Solá explicó a la
fiscal que el día del atentado acudió por la mañana a su despacho. «Revisé mis
correos y no tenía ningún aviso». En los días posteriores, añadió, nadie le
dijo «nada» sobre ese correo, «ni la seguridad privada, ni el CNI ni los
policías». Pero a raíz de las informaciones publicadas, aseguró, «volví a
revisarlo hace poco, hace una semana o diez días, porque después del atentado
había muchas urgencias que atender». «Y
efectivamente veo que he recibido este correo, pero claro, la hora a la que se
me envía es a las cuatro de la tarde y ya no estaba en mi despacho». La fiscal le pregunta entonces si no
lo pudo leer en el móvil. «No tengo acceso a esa cuenta desde mi móvil por
motivos de seguridad», contesta Solá, que desde el atentado permaneció varios
meses de baja, precisando de tratamiento psicológico, hasta que el pasado
agosto se incorporó a su nuevo destino en Trinidad y Tobago.
Opinión:
Lo dije en su momento y ahora me reitero en mi opinión. Advierto
varias similitudes entre lo ocurrido en Kabul y lo ocurrido hace 29 años en el
atentado contra Hipercor. Si los interesados lo desean, que revisen la
información.
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