10 febrero 2018
Las autoridades judiciales francesas han entregado a España los
efectos y documentos incautados a la banda terrorista ETA en los últimos 20 años.
Según informó este viernes el Ministerio del Interior, se trata de
miles de papeles y más de 300 armas
completas o piezas que ahora serán estudiadas para ver si
pueden esclarecer los atentados que aún quedan por resolver. Dos de ellos
tuvieron víctimas aragonesas: el que fuera presidente del PP-Aragón Manuel
Giménez Abad, asesinado de tres disparos el 6 de mayo de 2001 en Zaragoza; y el
comandante de la Guardia
Civil Miguel Ángel Madariaga, ametrallado el 3 de febrero de
1979 en Andoain (Guipúzcoa).
Manuel Giménez, hijo del líder de los populares aragoneses,
calificó este viernes como una "buena noticia" esta
muestra de colaboración entre España y Francia en la lucha antiterrorista.Recordó que
esta batalla "lleva muchos años en marcha" y espera que esta nueva
entrega de material "conduzca a algún camino". Cuanto atentó contra
su padre en la calle Cortes de Aragón de Zaragoza, ETA utilizó una pistola
checa HS Belliot comprada en Croacia (un mercado poco habitual para la banda).
El arma estaba entonces ‘limpia’, término que utilizan las Fuerzas de Seguridad
cuando no se ha utilizado antes en otras acciones criminales. Sin embargo, en
agosto de 2010, otro etarra volvió a usar esta pistola en
el asesinato de Joseba Pagazaurtundua, jefe de la Policía Municipal
de Andoain (Guipúzcoa).
En esta misma localidad del País Vasco fue donde el comando
Adarra, compuesto por cuatro terroristas, ametralló al comandante aragonés de
la Guardia Civil, Miguel Ángel
Madariaga, que recibió tres balazos procedentes de dos armas (un Cetme y un
subfusil Stern). El guardia José Díaz murió de un balazo en ese mismo atentado.
El subfusil Stern que se utilizó fue intervenido en 1985
por la Policía
a otro comando, pero no sirvió para esclarecer el atentado de Madariaga.
"Si Francia entregara ahora ese Cetme y documentos en los que aparezca
Pikabea existiría la posibilidad de aclarar lo sucedido, si es
que la Justicia
española quiere hacerlo 39 años después", apunta Miguel Ángel Madariaga.
Este recuerda también que el propio terrorista le confesó que pertenecía al
comando Adarra en la entrevista que ambos mantuvieron en la prisión de Zaballa
en 2014.
El comandante de la Guardia Civil dice
haber sufrido en estas
cuatro décadas el "ostracismo y olvido" de la justicia española. Esta reabrió su caso en 2006 a raíz de las
investigaciones que la propia víctima aportó.Sin embargo, ni siquiera se ha
tomado declaración al etarra Pedro Pikabea, quien se negó en una
videconferencia y luego mandó una carta de disculpa al juez Fernando Andreu.
"La Audiencia Nacional le ha
dado el permiso para salir a trabajar todos los días a una empresa de
jardinería cuando tiene a sus espaldas 27 asesinatos y solo se le ha juzgado
por tres en España", denuncia la víctima aragonesa.
Madariaga ha acudido a todas las instituciones (el Defensor
del Pueblo, la
Fiscalía General del Estado, la Fiscalía de la Audiencia Nacional.. .)
para buscar ayuda en su batalla y solo encuentra buenas palabras. "Somos un
estorbo y la justicia cuida más a los presos que a las víctimas", concluye.
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