19 febrero 2018
Los acuerdos en la
ponencia de paz se ralentizan por diferencias de metodología
Los partidos elaboran
un informe de conclusiones sobre los testimonios de las víctimas, aunque sin
alcanzar por ahora un consenso general
En contraste con el mediático foro de autogobierno, la
ponencia de paz del Parlamento Vasco desarrolla sus trabajos bajo un manto de
silencio pactado por los participantes. Las dificultades históricas de una
comisión de trabajo que aborda materias delicadas como las relacionadas con el
cierre de la violencia de ETA aconseja cerrar las puertas en la medida de lo
posible. Pese a preservar el debate fuera de los focos, la ponencia de Memoria
y Convivencia avanza a un ritmo lento y sin grandes consensos por ahora, aunque
fuentes parlamentarias precisan que «va como tiene que ir». No obstante, las
diferencias metodológicas entre las formaciones se han revelado como un
obstáculo para empezar a fraguar grandes acuerdos. Además, el PP sigue sin
participar, ni tiene intención de hacerlo.
Tras abordar la cuestión de las víctimas a finales del
pasado año, la ponencia debe reunirse este próximo viernes para decidir qué
tema se aborda en el segundo bloque, de aquí al final del curso político en
verano. Los grupos se debaten entre la cuestión de la memoria o la de la
política penitenciaria, de actualidad a raíz de la decisión del Gobierno
francés de empezar a acercar a los presos de ETA a prisiones próximas a
Iparralde.
El primer fruto de la ponencia de paz se
va a limitar a un informe de conclusiones sobre lo expuesto por las víctimas en
las comparecencias del pasado otoño, al que se añadirán unas consideraciones de
cada partido sobre los testimonios expuestos. En principio, parece difícil que
los cuatro grupos participantes, todos menos el PP, lleguen a algún
entendimiento, como desearía el Gobierno Vasco y su responsable en la materia,
Jonan Fernández.
De hecho, los grupos no se ponen de acuerdo sobre si debe
haber primero un consenso conjunto en materia de víctimas, o hay que esperar a
que se aborden los otros tres bloques (memoria, presos y convivencia) para
suscribir más adelante un texto final integral, probablemente ya en el
siguiente curso político. También hay discrepancias sobre si en cada bloque
debe haber pequeños acuerdos, siguiendo la filosofía del plan de paz del
Gobierno de Iñigo Urkullu.
Esta fase de la discusión sobre víctimas está en todo caso
casi terminada, a falta del informe final de conclusiones. Por la Cámara de Vitoria
desfilaron familiares de asesinados por ETA, víctimas de abusos policiales y
torturas y hasta un expreso de Jarrai, Unai González, «víctima de la
dispersión», en lo que supuso el episodio más polémico, aunque los cuatro
partidos presentes, PNV, EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PSE-EE, dieron por
buena su presencia.
Carmen Hernández, viuda de Jesús María Pedrosa, concejal
del PP en Durango asesinado por ETA en 2000; Ane Muguruza, hija del diputado de
Herri Batasuna Josu Muguruza, asesinado por los GAL en 1989; Rosa Lluch, hija
del exministro socialista asesinado por ETA, Ernest Lluch; o Josu Elespe, hijo
de Froilán Elespe, concejal socialista en Lasarte-Oria asesinado por ETA, fueron
algunos de los ponentes.
Mes
y medio de parón
Tras un parón por las Navidades y el posterior periodo
inhábil de enero, la ponencia se volvió a reunir el pasado día 9, bajo la
presidencia de la exconsejera Ana Oregi (PNV) aunque también en un clima de
discreción. Acudieron todos los partidos con sus portavoces a la cabeza: Iñigo
Iturrate (PNV), Julen Arzuaga (EH Bildu), Eukene Arana (Elkarrekin Podemos) y
Rafaela Romero (PSE-EE). La siguiente cita es este viernes, en una reunión
clave, ya que debe decidir si los siguientes trabajos giran sobre la memoria o
sobre política penitenciaria, un asunto que probablemente defenderá EH Bildu,
en una coyuntura clave por los movimientos en Francia y el posible anuncio
antes de verano de la desaparición de ETA. En este sentido, el propio Gobierno
Vasco, en el balance de evolución de su plan de paz, se marcó hace dos semanas
como principal reto un acuerdo sobre política penitenciaria con los gobiernos
de Madrid y París.
La salida definitiva de la banda del escenario político
podría dar un empuje a la ponencia de paz del Parlamento Vasco, al abrirse una
nueva fase. No obstante, la negativa del Gobierno central a modificar su
estrategia carcelaria, mientras ETA no se disuelva, y el mantenimiento por el
PP vasco de su rechazo a entrar en la ponencia, son dos factores que preocupan
a los grupos de cara a la evolución del foro parlamentario.
El reto de PNV, EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PSE-EE es
lograr algún tipo de acuerdo antes de que acabe este curso político en junio,
aunque la evolución de los trabajos augura que no será fácil. No obstante, el
objetivo de la comisión «no es correr», sino intentar fraguar consensos lo más
sólidos posibles.
El Gobierno Vasco es consciente de las dificultades. En su
reciente balance del plan de paz, el punto que presentaba menor grado de
cumplimiento, de un 60%, era el relativo a la reflexión crítica sobre el pasado
de violencia, y se apuntaba a la necesidad de esperar los resultados que
pudieran salir de la ponencia de Memoria y Convivencia. Los partidos ya sabían,
por su parte, que la cuestión de la pacificación y la convivencia es delicada y
que habrá que sudar para alcanzar entendimientos. Ya las anteriores ponencias
de otras legislaturas habían estado lastradas por las discrepancias,
principalmente sobre el suelo ético deslegitimador de la violencia de ETA. De
hecho, el PP vasco no ha vuelto a sentarse ni tiene previsto hacerlo mientras
EH Bildu «no condene el terrorismo».
Opinión:
La noticia que publica el Diario Vasco me sirve para dos
cuestiones. La primera, para poner sobre la mesa lo que llevo muchos años
explicando y que fue una de las razones por las que en septiembre de 2009 decidí
cesar todas mis actividades el movimiento asociativo: por mucho que a algunos
les pese o les moleste, en el mundo de víctimas del terrorismo existe una
enorme pluralidad que, desgraciadamente, ya casi nadie respetaba entonces y
mucho menos ahora. “Representantes” de víctimas que se fotografían junto a
banderas o en mitines y actos políticos de determinados partidos, entidades que
solicitan el voto para tal o cual partido o enviaban encuestas a “las” víctimas
para conocer a qué partido votaban…
La segunda para comentar que el próximo sábado 24 de
febrero a las 19:00 tendrá lugar la presentación de la “lectura dramatizada” en
la que participaremos como narradores Rosa Lluch y un servidor. Será en el
Auditorio de “Calàbria 66”
en Barcelona. La obra, de Patxi Lurra titulada “De la ira amarga a la paz” se
basa en el testimonio de dos huérfanas víctimas del terrorismo de la banda
terrorista ETA y del BVE…
Están tod@s invitad@s.
Ah, perdón, es una nueva muestra de la pluralidad existente
entre “las” víctimas del terrorismo…
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