13
abril 2024
Una
española en la matanza de Sídney: «Estábamos en una tienda y entró una
avalancha gigante de gente»
Seis
personas han muerto por un apuñalamiento múltiple en un conocido centro
comercial de Sídney. El autor fue abatido por una agente de Policía
La
barbarie ha teñido de sangre lo que era un sábado común en Sídney. Un hombre de
40 años de edad atacó a numerosas personas con un cuchillo en uno de los
centros comerciales más concurridos de Australia Westfield, ubicado muy cerca
de la icónica playa de Bondi. Un testigo describió cómo el sujeto «paseaba con
tranquilidad» cuando, de repente, comenzó a apuñalar a todo el que se
encontraba a su paso. Seis personas han perdido la vida y ocho están heridas.
Varias se encuentran en estado crítico. Entre ellas, un bebé de nueve meses
cuya madre falleció en el hospital.
Las
escenas de pánico se sucedieron sobre las tres y veinte de la tarde hora local.
Algunas imágenes muestran al sujeto atacando a sus víctimas hasta que una
agente de la Policía de Nueva Gales del Sur lo abatió a tiros. Murió en el
acto. La mujer evitó que la matanza fuera mayor y se ha convertido en la
heroína de un suceso que permanecerá grabado de por vida en la memoria de
aquellos que lo presenciaron. Algunos, como Marta Rue, van a trabajar cada día
al centro comercial.
Las
escenas de pánico se sucedieron sobre las tres y veinte de la tarde hora local.
Algunas imágenes muestran al sujeto atacando a sus víctimas hasta que una
agente de la Policía de Nueva Gales del Sur lo abatió a tiros. Murió en el
acto. La mujer evitó que la matanza fuera mayor y se ha convertido en la
heroína de un suceso que permanecerá grabado de por vida en la memoria de
aquellos que lo presenciaron. Algunos, como Marta Rue, van a trabajar cada día
al centro comercial.
«Estábamos
dentro de la tienda y ha entrado una avalancha gigante de gente. Han empezado a
gritar y justo cuando me he asomado afuera para ver qué pasaba he visto a un
chico que le tiraba un palo a alguien que llevaba un cuchillo. Ahí es cuando
hemos evacuado a la gente de la tienda», rememora a ABC esta barcelonesa que
trabaja en Zara. El agresor utilizó las escaleras mecánicas que están ubicadas
frente al establecimiento. «Hemos cerrado y hemos evacuado por la salida de
emergencia. Justo cuando estábamos cerrando la tienda he escuchado dos tiros y
luego ha sonado la alarma del centro comercial». Marta confiesa que ha sentido
«mucho pánico» y que no es la primera vez que presencia un ataque similar: fue
testigo del acto terrorista de Barcelona en 2017.
Aún
se desconocen las razones del ataque aunque las autoridades no creen que exista
una motivación ideológica, por lo que la hipótesis de un atentado pierde
fuerza. Tampoco se tiene conocimiento de la identidad del perpetrador aunque sí
se sabe que tenía 40 años de edad y que actuó por su cuenta para acabar con la
vida de cinco mujeres y de un hombre.
Las
escenas de pánico se sucedieron sobre las tres y veinte de la tarde hora local.
Algunas imágenes muestran al sujeto atacando a sus víctimas hasta que una
agente de la Policía de Nueva Gales del Sur lo abatió a tiros. Murió en el
acto. La mujer evitó que la matanza fuera mayor y se ha convertido en la
heroína de un suceso que permanecerá grabado de por vida en la memoria de
aquellos que lo presenciaron. Algunos, como Marta Rue, van a trabajar cada día
al centro comercial.
Apuñalamiento
de una bebé
Una
de las circunstancias que más están sensibilizando a la población es el
apuñalamiento a una madre y a su bebé de nueve meses. La pequeña fue
intervenida de una herida en el abdomen y fuentes hospitalarias confirman que
su estado es muy delicado. Un hombre afirmó a los medios desplegados que tras
ser agredida, la madre le dio al bebé para que lo cogiera en sus brazos.
«Mi
hermano lo agarró y comprimió la herida. No paramos de gritar para que la gente
nos diera ropa y así cortar la hemorragia», afirmó el testigo. «Vimos al
atacante acercarse a la mujer y fuimos a ayudar». Otro afirma que los cuerpos
de dos guardas de seguridad yacían en el suelo, desconoce si alguno de ellos es
uno de los varones asesinados. «También vi cómo el homicida apuñaló a una chica
justo delante de mí», confiesa.
Entre
las muestras de solidaridad hacia las víctimas destaca la del Rey de
Inglaterra, Carlos III, que expresó su consternación por lo ocurrido. «Mi mujer
y yo estamos completamente en shock y horrorizados por el trágico apuñalamiento
en Bondi. Nuestros corazones están con las familias de aquellos que han sido
brutalmente asesinados en un ataque sin sentido». El monarca británico también
dio las gracias a los primeros en responder y a los servicios de emergencia por
su «valentía». Un coraje que fue acompañado por lágrimas de consternación entre
algunos sanitarios que jamás se habían enfrentado a un episodio como el de este
sábado.
La
procesión de personas que abandonaron el centro comercial una vez el asesino
fue abatido fue dispar. Algunos se paraban a hablar con los medios, otros
intentaban acceder al parking -sin suerte- para recoger sus vehículos, una gran
cantidad de ellos caminaban con la mirada perdida y algunos corrían con terror
para alejarse de allí lo más rápido posible.
Esa
fue la estampa de un sábado que debía haber sido normal y corriente, óptimo
para ir de compras o salir a comer, pero que acabó convirtiéndose en un horror.
«Hoy, más que nunca, voy a celebrar la vida», señaló la propietaria de uno de
los establecimientos del centro comercial, plenamente consciente de que el azar
quiso que viviera para contarlo.
Opinión:
Leyendo la noticia debemos hablar de dos temas diferentes
pero conectados.
El primero tiene relación con la definición que han hecho
las autoridades australianas en el sentido de que el autor tenía problemas
mentales, descartando la motivación terrorista. Me recuerda a aquella película titulada
LA REVOLUCION DE LOS ANGELES. No haré spoiler del final, pero creo que es de
merecida visión para conocer las interioridades que suceden tras un ataque de
supuesta actividad terrorista.
El segundo tiene relación con el hecho de que, siendo
testigos presenciales de lo ocurrido, se debería estar pendiente de si
finalmente se cambia la causa y se transforma en “atentado terrorista”. De ser
así, las personas de nacionalidad española deben contactar INMEDIATAMENTE con
la Dirección General de Apoyo a Víctimas del Terrorismo en el Ministerio del
Interior.
Repito: las personas deben contactar porque si esperan que
lo haga la administración, mejor que se compren un sillón cómodo en el que
esperar el contacto.
Y termino diciendo que Marta Rue no aparece en los
listados de víctimas del 17-A… ni en la sentencia ni en el sumario. Nueva muestra
de cómo de filió a los ciudadanos que presenciaron lo ocurrido aquel maldito
jueves.
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