30 abril 2024
El Ayuntamiento de Donostia ha renovado ya 15 de las 26 placas de las víctimas del terrorismo
Los nuevos memoriales han recibido un tratamiento final que los hace más resistentes pero son del mismo tipo, medida, color y material
El Ayuntamiento de San Sebastián ha comenzado ya a cambiar buena parte de las 26 placas en memoria de las víctimas del terrorismo y la violencia colocadas en diferentes aceras de la ciudad, –en los lugares donde fueron asesinados– por otras nuevas similares pero más resistentes. De momento, 15 de estos pequeños memoriales han sido ya sustituidos y en próximas fechas se completarán los trabajos con las once restantes. Las primeras placas fueron sustituidas entre el jueves y el viernes de la semana pasada y corresponden a las de Juan María Araluce, José María Elícegui Díez, Antonio Palomo Pérez, Luis Francisco Sánz Flores, Alfredo García González, ubicadas en la Avenida de la Libertad; las de Rafael Garrido Gil, Daniela Velasco Domínguez de Vidaurreta, Daniel Garrido Velasco, en el Boulevard; Elena Moreno Jiménez, Miguel Paredes García, en la calle San Lorenzo; Gregorio Ordóñez Fenollar, en la calle 31 de Agosto. Otros cuatro memoriales más fueron renovados ayer mismo en la calle San Martín, en recuerdo de Fernando Múgica; en la estación de Amara, en el caso de Begoña Urroz; en el cruce entre la calle San Bartolomé y cuesta de Aldapeta, la dedicada a Joseba Barandiaran; y en la plaza Latsari del barrio de Loiola, para recordar a María José Bravo.
Pintura levantada
La renovación de estos memoriales se ha llevado a cabo tras detectar que muchos de ellos se habían estropeado o tenían la pintura levantada a consecuencia del material con el que estaban realizados. Las nuevas placas, fabricadas por una empresa proveedora diferente, son del mismo tipo, medida, color e incluso del mismo material, pero han recibido un tratamiento final distinto, que el consistorio espera que «las haga un poco más resistentes».
Desde la dirección de Derechos Humanos, encargada de estos cometidos, recuerdan que las placas son elementos de memoria que están en el suelo y que dependiendo en qué punto de la ciudad estén ubicados, puede implicar que algunas de ellas estén más castigadas que otras, «bien por el paso de los viandantes o de vehículos de limpieza y de mantenimiento que intervienen en esos lugares». Las contratas municipales encargadas de la limpieza y mantenimiento de estas placas, según fuentes municipales, tienen unas instrucciones específicas debido a su «consideración especial de memoriales», ya que no son, apuntan, como un elemento más del mobiliario urbano.
La colocación de las placas responde a una iniciativa que impulsó en 2019 el Ayuntamiento donostiarra que lidera el jeltzale Eneko Goia para recuperar la memoria y su visibilización en el espacio público de aquellas víctimas de la violencia que fueron asesinadas en la ciudad. Desde que se colocaron las primeras placas en la Avenida de la Libertad, el Ayuntamiento donostiarra se ha gastado 40.000 euros.
Opinión:
Desde Barcelona, agradecer el detalle de la renovación de los lugares de recuerdo. Y también agradecer que se explique las causas para el deterioro: no han sido actos vandálicos sino por la calidad o la ubicación.
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