16
abril 2024
No
tiene credibilidad alentar el miedo a Bildu tras legitimarlo
En
la recta final de las elecciones vascas del domingo, y ante la ventaja que
conceden las encuestas a EH Bildu, los dos partidos que aspiran a renovar su
mayoría de gobierno, el PNV y el Partido Socialista, están reforzando su
mensaje del miedo a la izquierda abertzale. El riesgo de inestabilidad que
acarrearía una victoria de los herederos políticos de ETA, organización
terrorista que mató a más de 800 personas antes de disolverse en 2018, es
evidente.
Pero
las advertencias de nacionalistas y socialistas carecen de credibilidad, cuando
la pujanza de la coalición liderada por el ex miembro de ETA Arnaldo Otegi es
indisociable de la política de blanqueamiento que ambos han desplegado. El PNV
ha impulsado durante décadas un discurso nacionalista que implicaba un reparto
de facto: los jeltzales dominaban las instituciones y los abertzales, los
espacios culturales, mediáticos y juveniles. Por su parte, el PSOE de Pedro
Sánchez ha blanqueado decisivamente a EH Bildu: sin condenar a ETA sino, al
contrario, recogiendo el legado de su «lucha», el partido ha sido presentado
por el Gobierno como perfectamente democrático.
El
presidente les ha concedido la reescritura de la historia con la Ley de Memoria
Democrática, los ha convertido en socio preferente y les ha entregado, tras
negarlo expresamente, la Alcaldía de Pamplona. ¿Por qué Bildu carece en Euskadi
de la legitimidad democrática que el PSOE le reconoce en Navarra y en el
conjunto de España? Resulta llamativo que Imanol Pradales llame ahora a
«frenar» a la izquierda abertzale y afirme que si el PNV no gobierna, la
sociedad vasca entrará «en un abismo desconocido».
Pradales
alerta, además, contra el «modelo de sociedad» que representa EH Bildu, que
pretende controlar Kutxabank o «desmilitarizar» la Policía vasca. Tras tantos
años oponiéndose a toda medida que desde el Estado de Derecho permitió combatir
el terrorismo, ahora, ante los malos sondeos, el PNV se esfuerza por subrayar
el pasado violento de su rival nacionalista. Algo similar hace Eneko Andueza:
se presenta como «dique de contención» ante EH Bildu, el mismo partido al que
el PSOE ha rehabilitado de forma irresponsable y sin el cual Sánchez no podría
seguir gobernando. Según la última encuesta de Sigma Dos para EL MUNDO, EH
Bildu ganaría el 21- A gracias a los votos de Podemos.
La
lista de Pello Otxandiano – cuyo perfil bajo está hábilmente diseñado –
vencería en escaños y quizá también en votos, mientras que el acuerdo PNV- PSE
no vería garantizada la mayoría absoluta. Con en torno al 75% del Parlamento
Vasco en manos del nacionalismo, y con la formación abertzale como primera
fuerza, la capacidad de EH Bildu para condicionar la gobernabilidad de España
será aún mayor. El PP, que podría crecer casi 2 puntos, se halla ante la
oportunidad de representar la única alternativa al bloque de Sánchez en el País
Vasco. PNV y PSE elevan ahora el tono ante una posible victoria ' abertzale', a
la que ambos han contribuido con su blanqueamiento.
Opinión:
En relación al tema de la legitimación de Bildu, solo
recordar a algunos que se les olvidan los pactos de ciertos partidos realizados
con esa formación política… aunque ahora se quejen de la actitud, absolutamente
reprobable y patética de Bildu, en relación a que desde Bildu no consideren como
terrorismo lo que simple y llanamente es terrorismo, aunque lo intenten disimular
con la calificación de “banda armada”.
Pero, reitero, no todo es como algunos desmemoriados nos
quieren vender. Desde 1998 ha habido pruebas de que la relación con Herri
Batasuna era correcta según quien la mantuviera…
El problema para algunos es la existencia de víctimas que
no nos debemos ni a carnet político, ni a militancia partidista ni mucho menos
a intereses propios para apoyar o defenestrar las decisiones de la clase
política según los intereses personales.
Como ejemplo de lo que va ocurriendo desde 1998, lo siguiente:
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