25
abril 2024 (13.04.24)
Casi
700 jóvenes lanzan un SOS tras el intento de radicalización dentro de sus
hogares
Casi
700 adolescentes y jóvenes de entre 14 y 27 años han lanzado un SOS a la
Asociación contra el Radicalismo Extremista y Víctimas Indirectas (Acreavi)
tras el intento dentro de sus hogares de ser radicalizados en los postulados de
la yihad.
Son
datos del balance de la actividad de esta asociación, creada por Raquel Alonso,
autora de los libros “Casada con el enemigo” y “El Enemigo sin rostro”, donde
relata la tortura de tres años de convivencia con un yihadista, con el que tuvo
dos hijos, y las amenazas que recibió y sigue recibiendo tras declarar contra
la célula terrorista a la que pertenecía su exmarido.
Más
de 4.000 personas o entidades han acudido a la asociación, bien para poder
salir del peligroso camino de la radicalización, bien para pedir ayuda o
asesoramiento ante indicios o actuaciones que podrían estar relacionadas con el
adoctrinamiento o la captación.
Según
ha señalado Raquel Alonso a EFE, un total de 688 adolescentes y jóvenes han
acudido a Acreavi al sentirse víctimas del adoctrinamiento por parte de sus
progenitores.
Asimismo,
se han atendido 397 casos de vecinos que veían con preocupación por el
asentamiento ilegal de mezquitas en locales, garajes o chalets, sin
autorización de los correspondientes ayuntamientos.
También
han acudido a Acreavi personas preocupadas por el acoso escolar con ideologías
violentas y más de 650 víctimas de radicalización en círculos sociales, centros
deportivos, parques y mezquitas.
Con
el foco puesto en las mujeres y los menores
Alonso
comenta a EFE que en su asociación se está poniendo el foco principalmente en
las mujeres y en los menores. A su juicio, el papel de las mujeres en el
yihadismo está creciendo.
“No
olvidemos que el Corán dice que el cielo está bajo los pies de las madres y
estas son las responsables de la educación de sus hijos. Esto conlleva que si
la madre tiene una ideología extremista, los hijos lógicamente van a ser
adoctrinados”, subraya.
Tras
insistir en que no debe ni puede confundirse el Islam con el radicalismo
extremista que desemboca en el terrorismo, Alonso ve con preocupación el
adoctrinamiento de menores de 12, 14 o 16 años, que va en aumento.
Y
cita como ejemplo al menor de Montellano (Sevilla) que detuvo la Policía
Nacional en enero y que tenía previsto inmolarse en el instituto al que
asistía.
Frente
a lo que creemos, que son los más vulnerables los que pueden caer en las redes
del yihadismo, Alonso indica que, tal y como están comprobando en la
asociación, son más fáciles de captar aquel menor que tiene “alma de líder”, el
que “quiere ser un héroe”.
Acreavi
está haciendo ahora un estudio geográfico para visibilizar las zonas en España
donde pueden haber más factores para la radicalización. Y lo está elaborando
después de recibir muchas alertas de pueblos pequeños “donde se están
implantando mezquitas en locales o chalets” de forma ilegal.
La
asociación quiere impulsar también un programa de visitas a los colegios y a
los institutos para llevar una “contranarrativa” que permita ver a los jóvenes
que los mensajes de la yihad “no son una ideología y que solo llevan al terror,
a la crueldad, a la muerte o a la cárcel”.
Primer
caso de desradicalización de un joven dentro de la cárcel
Alonso
destaca además el primer caso llevado por su asociación, y que en breve podrá
anunciar, de desradicalización de un joven dentro de la prisión.
Tras
un arduo trabajo con su familia, el joven está ya cumpliendo con sus estudios
dentro del centro penitenciarios, juega a fútbol, ya no está tan aislado y
tiene una relación “sana y normal” con sus allegados. Pero el proceso de
desradicalización aún puede tardar entre 3 y 6 meses para completarlo.
Raquel
Alonso hace un llamamiento a las familias para que observen cualquier tipo de
indicio, como el aislamiento, el cambio de vestimenta, de discurso, de amigos…
que pueda significar un camino hacia la radicalización por parte de sus hijos.
La
presidenta de Acreavi, que reconoce que no es fácil controlar el acceso a las
redes sociales de los hijos, pide especial cuidado con las niñas, que suelen
idealizar a su captador.
De
hecho, las organizaciones utilizan a chicos jóvenes, “normalmente bastante
atractivos”, para captarlas, avisa Alonso.
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