05 febrero 2015
Ocho
países del sur acudirán para revisar sus relaciones con Europa
Los vecinos de Europa viven tiempos
convulsos. En el Este, Rusia y Ucrania libran una guerra soterrada; en el Sur,
la resaca de lasprimaveras árabes y especialmente el conflicto sirio han
desestabilizado toda la región. La Unión Europea estrechar lazos con los países del
Mediterráneo e implicarlos más en la lucha contra el yihadismo, uno de los grandes
objetivos de la política europea. Para escenificar ese intento, España acogerá
en abril un encuentro de alto nivel entre los ministros de Exteriores de la UE y sus homólogos
mediterráneos. Siria y Libia no están invitados.
Europa pretende rediseñar la relación
que mantiene con los países del sur. Las primaveras árabes, que la UE saludó como giro
democrático, y la descomposición posterior —con Libia, Siria y Egipto como
principales ejemplos— han cambiado radicalmente el panorama en la región
mediterránea. Urgidos por la amenaza terrorista que deriva de esas tensiones,
España prepara, por encargo de Bruselas, una reunión para el 13 de abril en
Barcelona, según confirman a este diario varias fuentes diplomáticas y
comunitarias. A la cita están convocados ocho países de la zona, entre ellos
Israel y Palestina.
La inestabilidad en el norte de África y
Oriente Próximo ha impactado directamente en Europa. El Fenómeno de los
yihadistas europeos radicalizados
por el conflicto que viven Siria e Irak ha provocado tres atentados en
capitales europeas en menos de un año: uno en el museo judío de Bruselas, en
mayo de 2014, y dos más recientes en París, a principios de enero. Los líderes
europeos defienden que la situación sólo puede mejorar dialogando con los países de la región. A
esa cooperación llaman la alta representante para la Política Exterior
Europea, Federica Mogherini, el ministro español de Exteriores, José Manuel
García-Margallo, y la presidencia letona de la UE en una carta de invitación para Marruecos,
Argelia, Túnez, Egipto, Israel, Palestina, Jordania y Líbano.
A la cita faltarán precisamente los dos
países más afectados por las tensiones: Siria
y Libia. Las fuentes consultadas explican que no existen autoridades con
las que dialogar en ninguno de los dos territorios y que es preferible dejar
esas sillas vacías. Sí se espera que acudan, en cambio, los jefes de la
diplomacia de Israel y de Palestina,
exponentes del mayor conflicto que vive la zona.
El club comunitario desarrolla desde
2004 la llamada política de vecindad, que promueve la búsqueda de la democracia
y el crecimiento en su entorno más próximo. Pero la tensión en el este, con la
guerra de Ucrania, ha otorgado en el último año más relevancia a la asociación
oriental que a la mediterránea. Para contrarrestar ese desequilibrio, y en
plena conmoción por los ataques de París, el comisario de Vecindad, Johannes
Hahn, encargó el mes pasado a España que organizara este encuentro con los
vecinos del sur.
La reunión de Barcelona devuelve el
vínculo mediterráneo al lugar donde nació hace 20 años. La UE lanzó en 1995 el llamado
proceso de Barcelona, que promovía mayor democratización y desarrollo económico
de la franja situada al sur de Europa. La idea fue revitalizada en 2008 por el
entonces presidente francés, Nicolas Sarkozy, bajo el nombre de Unión por el
Mediterráneo y desde 2010 cuenta
con una pequeña estructura permanente en Barcelona. Ninguno de esos intentos ha
logrado sus objetivos principales.
Para evitar errores futuros, la UE pretende cambiar el modo de
relación con estos países. Los planes de desarrollo aplicados hasta ahora han
resultado demasiado intervencionistas, admiten fuentes diplomáticas, con escasa
participación de los países concernidos. “Se busca una lluvia de ideas para
revisar a fondo la política hacia nuestros vecinos del sur”, explica un alto
cargo del servicio diplomático comunitario. Las condiciones, además, resultan
similares a las que se exigen a los países del este, cuando la situación es
completamente distinta: los vecinos orientales pueden tener en algún momento la
perspectiva de integración en la UE ,
por pertenecer a Europa, mientras los meridionales lo tienen descartado.
Países miembros. La política europea de
vecindad sur reúne a 10 países: Argelia, Egipto, Israel, Jordania, Líbano,
Libia, Marruecos, Palestina, Siria y Túnez.
Convocados y excluidos. Todos están convocados
a la cita de Barcelona, el próximo 13 de abril, salvo dos: Siria y Libia. Los
organizadores aducen que no existen interlocutores válidos para dialogar debido
a sus conflictos internos.
Ventajas de la
vecindad. Desde que fue
lanzada, en 2004, la política de vecindad ha estrechado las relaciones
comerciales entre la UE
y el Mediterráneo. Además, entre 2007 y 2013, la UE otorgó 12.000 millones para modernización y
concedió 3,2 millones de visados en 2012.
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