16 agosto 2018
Las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils se
sienten abandonadas
Sostienen
que la ayuda que han recibido ha sido a través de la Uavat y no de la Administración.
Una testigo del atentado de La Rambla de Barcelona el 17A,
Ana Cortés, ha explicado que varias víctimas de los atentados
de Barcelona y Cambrils (Tarragona) sienten "abandono" de los
políticos y de las administraciones, y que han recibido
atención necesaria gracias a las víctimas unidas en la Unidad de Atención y
Valoración de Afectados por Terrorismo (Uavat).
"Ha
sido un año durísimo de miedos, dolor, soledad e incomprensión" para
heridos, testigos y familiares, ha lamentado en rueda de prensa este jueves, en que ha
llamado a visibilizar a los afectados para evitar que vuelvan a
ser olvidados después de la conmemoración del primer aniversario este viernes,
y ha urgido a cambiar la normativa para que este viernes no acabe el plazo para
pedir el reconocimiento de víctima.
También han explicado su experiencia un herido
en el atentado de Cambrils, Rubén Iñazú, junto a su pareja y testigo
presencial, Nuria Figueras: han lamentado falta de atención tras
la rueda de prensa de la Uavat ,
en un acto al que ha asistido Rosa Lluch --hija del asesinado por ETA Ernest
Lluch-- y una víctima del atentado en la revista 'El Papus'.
"Las
víctimas de Cambrils, hasta que ha apareció la Uavat , hemos sido victimas de segunda", ha
lamentado Figueras, y ha criticado falta de
empatía de la trabajadora social del Ministerio del Interior que le atendió
tras el atentado, que le llegó a preguntar por qué se había divorciado antes, y
asegura que incluso le dijo que no tendría derecho a nada.
Figueras
ha lamentado que ninguna asociación del resto de España ha contactado con
ellos, sino solo la Uavat
y la 11M, por lo que no ve legítimo que asista a la conmemoración de
Cambrils una asociación que ha invitado el Ayuntamiento pero que no ha
contactado con ninguna víctima, según les consta.
Guiñazú
ha explicado que en el momento del ataque en Cambrils se tiró encima de Figueras para protegerla, y recibió una puñalada en la
cara, que le seccionó lengua, amígdalas, cuerdas vocales y por detrás del ojo,
tras lo que fue operado seis horas en el Hospital Joan XXIII de Tarragona, y le
ha quedado una discapacidad del 33%.
Después de la operación pasó una semana en la UCI , durante la que fue su
pareja la que estuvo en contacto con la trabajadora social: "No se quién
estaba más en peligro, porque yo estaba drogado y ella estaba delante de esas
balas", ha lamentado, y ha agradecido la ayuda de un psicólogo de la Cruz Roja que le
consiguió alojamiento y la acompañó.
Ana Cortés ha lamentado la incomprensión que se
encuentran las personas que vivieron los atentados y no tuvieron heridas
físicas: "Sí que tengo
heridas, heridas internas que no se ven".
Ha explicado que estaba al lado de la fuente de
Canaletes cuando pasó la furgoneta del atentado de La Rambla a medio metro de
ella: "La gente volaba, como muñecos rotos, había sangre, había gente
muerta", ha rememorado, y que los Mossos d'Esquadra les hicieron
resguardarse.
A ella le tocó estar en el Metro, desde donde
salió corriendo cuando les comunicaron que podía haber una bomba y reabrieron
las puertas: "Sigo teniendo miedo y ataques de ansiedad constantemente. Cuando veo un
grupo de gente en la calle, gente que sale corriendo o grita. Pero sigo
luchando".
Ha reclamado a los políticos --"esos que
ahora se pelean por hacerse la foto con nosotros"-- que no se olviden de
los afectados después del acto conmemorativo, además de pedir que el protagonismo
sea para las víctimas.
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