26 agosto 2018 (17.08.18)
Atentado en Barcelona: la Rambla se cubrió de flores,
discreción e incomodidad a un año de la tragedia
El rey de España recibió repudios y también
vivas.
Como el 17 de agosto de 2017, cuando una
furgoneta desquiciada destrozó gente con saña hasta
que se detuvo sobre ese mosaico de Joan Miró que adorna la Pla de l’Ós de la Rambla de Barcelona, el
Paviment Miró -así lo llaman los catalanes- se volvió a cubrir de flores este
viernes.
Fue parte de la
discreta y ascética ceremonia en la que, a un año de los atentados yihadistas
en Barcelona y en Cambrils en los que murieron 16 personas y 137 fueron
heridas, coincidieron, con incomodidad disimulada,
el rey de España Felipe VI, el presidente español Pedro
Sánchez, el de la
Generalitat Quim Torra y la alcaldesa de
Barcelona Ada Colau.
El ayuntamiento se ocupó de insistir durante
los días previos que no habría discursos oficiales ni invitados especiales a la
conmemoración. “Que la clase política haga una tregua”, había pedido el asesor
de la Unidad
de Atención y Valoración a los Afectados por el Terrorismo (UAVAT), Robert
Manrique.
El rey y el presidente
catalán ya habían vivido la tensión de estar frente a frente a fines de junio
en Tarragona, durante la inauguración de los Juegos del Mediterráneo.
Poco antes, Torra había
declarado que Felipe VI no sería invitado a ningún acto
oficial en Cataluña y
le envió una carta en la que le pedía al monarca que revisara el mensaje que
grabó por televisión para todo el pueblo de España el 3 de octubre del año
pasado, 2 días después del referéndum de autodeterminación que Cataluña
llevó adelante sin aprobación del gobierno español y en el que hubo disturbios.
Este viernes la conmemoración por los
atentados, aséptica, sin roces ni
discursos políticos, se realizó en la Plaza Cataluña , donde desde el edificio del
número 9 fue inevitable, sin embargo, la pancarta que, en inglés, confesaba la poca
simpatía de algunos catalanes por el rey.
La tela, que ocupaba 4
ventanales, mostraba un retrato de Felipe VI boca abajo junto a la frase “The Spanish
king is not welcome in the Catalan countries” (El rey de España no
es bienvenido en los países catalanes).
El acto comenzó a las 10.30 con la
interpretación de El canto de los
pájaros, un fragmento que se volvió célebre y emblemático, a cargo
del músico catalán Pau Casals.
Luego se leyó, en las
lenguas de las víctimas de los atentados, un poema del libro Devociones sobre situaciones inesperadas,
de John Donne:
Nadie es una isla en sí mismo,
cada hombre es un pedazo de un continente, una parte de la tierra;
si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa quedará
disminuía.
Tanto da si es un promontorio, o la casa de uno de tus amigos o tu
propia casa.
Lo leyeron jóvenes en
catalán, en alemán, en italiano, en francés, en irlandés, en portugués, en
inglés y por último, en castellano.
Por eso la muerte de cualquier hombre me
disminuye. Porque estoy ligado a la humanidad.
Por lo tanto nunca preguntes por qué doblan las campanas
porque están doblando por ti.
Unos 50 alumnos de las
Escoles Municipals de Música cantaron 4 fragmentos de canciones: El mago de Oz de Harold Arlen, Imaginede John Lennon, Aleluya de Leonardo Cohen y del catalán
Jaume Sisa.
A las 11.15 la
ceremonia ya había terminado.
Horas antes Pedro
Sánchez había escrito en su cuenta de Twitter: “La
unidad de toda la sociedad española nos hace fuertes contra el terror y la
barbarie. Este 17 de agosto y siempre, estaremos en Barcelona
junto a las víctimas, solidarios con su dolor, unidos en el recuerdo. Firmes
ante la sinrazón del terrorismo. Barcelona, ciudad de paz, España es país de
paz".
El presidente catalán
Quim Torra, una hora antes de acudir a la Plaza Cataluña ,
reunió a sus ministros y realizó, desde la galería gótica del Palau de la Generalitat , una
declaración institucional del Govern en la que destacó que “la democracia siempre doblega el terror y la
barbarie”.
Agregó: “Cataluña se ha forjado a lo largo de
los siglos como una tierra de acogida. Por
ello, ante aquellos que hacen uso de la violencia, construimos un país de gente
de paz y de acogida, una sociedad íntegra y valiente dispuesta a combatir la
barbarie y la intolerancia".
"El mundo siempre
encontrará a Cataluña ─afirmó Torra─ en la lucha por la
defensa de la democracia y los valores de la paz y libertad."
Sobre el final de su
discurso, que fue transmitido por la televisión catalana, no esquivó mencionar
la labor de quienes hace un año, cuando el presidente de Cataluña era aún
Carles Puigdemont (hoy exiliado y en libertad condicional), socorrieron a
las víctimas.
Torra recordó “de
manera especial” al ex jefe de la policía local -denominada
Mossos d’ Esquadra- Josep Lluís Trapero y al ex conseller de
Interior Joaquim Forn, uno de los políticos presos por haber participado
en el intento separatista de 2017 y que, sostuvo, está “injustamente
encarcelado”.
Al menos durante los 45
minutos que duró la ceremonia no se habló de la
voluntad tenaz de Cataluña de insistir con la independencia.
Pero en cuanto el rey Felipe y la reina Letizia se acercaron a saludar los
sobrevivientes de los atentado y a los familiares de quienes murieron
en la Rambla ,
se escucharon algunos tibios “¡Viva el rey!”.
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