15 enero 2015 (12.01.15)
De 'El
Papus' a 'Charlie'
El de 'Charlie Hebdo' no es un
caso aislado: humoristas gráficos y dibujantes han sufrido y sufren agresiones
y amenazas en todo el mundo
El dibujante sirio Akram Raslam
desapareció en 2011 detenido por las fuerzas de seguridad de Al-Assad y se
especula con su muerte
En 1977, la revista 'El Papus'
sufrió un atentado por paquete bomba por el que nunca se ha condenado a nadie
En 1977 en España se vivió un
atentado similar al sufrido por la revista francesa. El grupo fascista Triple A
envió un paquete explosivo a
la redacción de la revista satírica 'El Papus' que causó 17 heridos y un muerto, el conserje Joan Peñalver.
Inmediatamente se editó un número en solidaridad, con portada de Carlos
Giménez, en la que un historietista saludaba al lector bajo al grito de '¡Ave,
César! ¡Los que van a morir te saludan!'. En documental en 2011 recordaba que
nunca se condenó a nadie por los hechos.
El episodio lo recuerda
brevemente Manel Fontdevila en su historieta dentro del número especial
homenaje a 'Charlie Hebdo' que han editado y distribuido de manera gratuita en
Orgullo y Satisfacción. No es comparable al destino sufrido por Charb, Cabu,
Honoré, Wilinski, Tignous y Bernard Maris, pero Fontdevila ya sabe algo de
viñetas controvertidas: fue condenado por injurias junto a su compañero Guillermo por la célebre
portada de 'El Jueves' en
la que aparecían los actuales reyes, entonces príncipes de Asturias. Él también
era el autor de la portada de la discordia sobre la abdicación, presuntamente
censurada por RBA, que provocó la ruptura de los principales autores con El
Jueves y la creación de su nueva revista.
En nuestro país también admiten como referencia a Charlie Hebdo los
impulsores de la revista 'Mongolia', que acumula varias amenazas de ultras católicos.
Por casualidad, en un movimiento previsto desde mucho antes del atentado de
París, su número de este mes publica a la dibujante tunecina Nadia Khiari,
premio 2014 a
la Sátira Política
por el Museo Sátira de Lucca, en Italia, y que ha recibido amenazas de muerte
en su país de origen.
Latigazos,
desapariciones y amenazas de muerte
Existe una organización dedicada
a luchar por los derechos de los humoristas gráficos censurados o
represaliados, la Cartoonist Right
Network International,
con sede en los EEUU, que recopila este tipo de caso y trata de ponerles fin.
En 2014 reconoció el trabajo de la palestina Majda Shaheen, amenazada de muerte
por sus trabajos críticos con Hamas. Otro caso por el que lleva años luchando la CRNI es el de Akram Raslam,
humorista sirio que fue detenido por las fuerzas de seguridad de Bashir
Al-Assad y cuyo final es incierto. Se especula con su muerte, aunque no existen
datos contrastados.
Dos años antes, en 2011, su
compatriota Ali Farzat fue
secuestrado y torturado por un grupo de encapuchados,
presuntamente relacionados con las fuerzas de seguridad, que le rompieron la
mano izquierda -es zurdo y dibuja con ella-. En Irán, los dibujantes Nikahan
Kowsar y Mana Neyestani se exiliaron tras recibir amenazas de muerte en 2003 y
2006. En 2012, Mahmoud Shokraiyeh fue sentenciado a 25 latigazos por burlarse
de un diputado de la ciudad de Arak, aunque se le conmutaron por una multa.
No mucho más amigable para los
humoristas gráficos es Venezuela, donde dibujantes como Mario Pinilla, que
colabora con los populares diarios 'La
Voz' y 'La
Región' y publica habitualmente en la revista 'Clímax', han
denunciado amenazas de muerte repetidas. Su colega Rayma vio
como su dirección y otros datos personales eran publicados en internet tras
publicar varias viñetas muy críticas con el gobierno de Maduro. En 2009 el dibujante mexicano Mario
Robles recibió una paliza por parte de militantes del PRI por sus críticas al
gobernador de la provincia de Oaxaca.
Tampoco en Francia los autores de
'Charlie Hebdo' eran los únicos amenazados. El también humorista Tronchet,
autor de '¡Jesús! y ¡Jesús vuelve!', parodias de Jesús de Nazaret, ha recibido
amenazas de muerte de grupos ultracatólicos. En cuanto a René Petillon, las
aventuras del torpe detective Jack Palmer le han servido para ganarse del
terrorismo corso, por 'El archivo corso', y el extremismo islamista, por 'El caso
del velo'.
En las
cárceles de los dictadores
La historia del cómic no está
libre de casos de este tipo. Josep Escobar, autor de 'Zipi y Zape' y del, para
sus tiempos, muy ácido 'Carpanta', pisó las cárceles de
Franco por su pasado anarquista. También lo hizo Víctor Mora,
guionista y creador del 'Capitán Trueno'. Ya puestos, incluso estuvo en la
cárcel Hergé, autor de 'Tintín', acusado de colaboracionismo con la ocupación
nazi de Bélgica, y eso que la invasión sirvió para que le censurasen 'Tintín'
en el país del oro negro, que acabó ambientando en el ficticio emirato de
Khemed en lugar de en el conflicto árabe-israelí.
Uno de los casos más célebres de grandes de la historieta represaliados
por dictaduras es el de Héctor Germán Oesterheld. El célebre escritor
argentino, guionista de 'El Eternauta' y 'Mort Cinder', desapareció en 1977,
mientras escribía 'El Eternauta 2' y tras sus cuatro hijas, todas ellas
militantes de los Montoneros y víctimas de la dictadura de Videla. Las
circunstancias de su muerte, en algún momento de 1978, no están claras, aunque
hay testimonios de otros presos que lo conocieron durante su cautiverio.
El miedo al sentido del humor o
al talento desatado de los genios no es privativo de un solo tipo de
totalitarismo y recorre diferentes países y civilizaciones. Probablemente, y
por desgracia, la tragedia de París o casos como el de Akram Raslam no serán
los últimos. Sin embargo, y por ingenuo que suene, el resultado de cada atropello
para la libertad acaba siendo que nuevos autores recojan el testigo.
Lo avisan también los de 'Orgullo y Satisfacción' en su sátira-homenaje:
"en España hace 40 años, meterse con el cristianismo costaba la cárcel o
una bomba. Ahora se queda en el clásico "con Mahoma no hay huevos".
Opinión:
Partiendo de la base de que hay que condenar y protestar por lo ocurrido en la redacción de “Charlie Hebdo”… me queda el regusto de que ninguna de las administraciones representadas el pasado domingo en París ni tampoco siquiera revistas de corte satírico, tuvieran un recuerdo para los nueve asesinados en Yemen el 2 de julio de 2007.
Partiendo de la base de que hay que condenar y protestar por lo ocurrido en la redacción de “Charlie Hebdo”… me queda el regusto de que ninguna de las administraciones representadas el pasado domingo en París ni tampoco siquiera revistas de corte satírico, tuvieran un recuerdo para los nueve asesinados en Yemen el 2 de julio de 2007.
Ah, por si alguien no se acuerda,
les recuerdo a algunos que los nueve asesinados eran españoles….
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