20 enero 2015
Ortega Lara:
que Bolinaga halle "la paz que quizá no encontró en vida"
Sus palabras contrastan con la ira
que suscitó en Sortu la muerte del etarra
El exfuncionario de prisiones José Antonio Ortega
Lara, que permaneció 532 días sepultado bajo tierra, deseó ayer a uno de sus
secuestradores, Jesús María Uribetxeberria Bolinaga, “Boli”, fallecido el
pasado viernes víctima de un cáncer, que «encuentre la paz que quizá no
encontró en vida». Las palabras de Ortega Lara describen a un hombre sin rencor
que, pese al calvario sufrido, siempre ha buscado que sobre su verdugo cayera
todo el peso de la justicia, no la venganza. Palabras que contrastan con la
reacción de Sortu y Bildu, que han instrumentalizado la muerte de Bolinaga en
provecho de sus reivindicaciones a favor de los presos de la banda terrorista
ETA.
A preguntas de los informadores en una rueda de
prensa ofrecida para presentar iniciativas del partido Vox ante las próximas
elecciones municipales, Ortega Lara recordó que “Bolinaga murió, descanse en
paz y punto”. Y sin más, deseó que a apartir de ahora el etarra “encuentre la
paz que quizá no encontró en vida”. El ex funcionario de prisiones recordó,
asimismo, que cuando el terrorista no arrepentido fue excarcelado en 2012
debido al cáncer de riñón que se le diagnosticó, pensó que “también había
razones políticas para esa puesta en libertad”. En ese sentido, subrayó que su
carcelero ha estado en libertad durante más de dos años, mientras otros presos
comunes con enfermedades graves mueren en la cárcel o salen una semana o un mes
antes de fallecer.
En cualquier caso, Ortega Lara recordó que cuando el
etarra abandonó la prisión, deseó que disfrutara de esa libertad y que le
sirviera para “reflexionar sobre el mucho mal que había hecho”. Jesús María
Uribetxeberría llegó a declarar, ante una cámara oculta de Intereconomía, que
era consciente de que había causado daño, pero que en ningún caso se
arrepentía.
Por otra parte, en opinión de Ortega Lara, la
detención ayer de Santiago Arróspide, “Santi Potros”, “no tiene demasiada
importancia”, porque estas cosas son sólo “pequeños detalles”, cuando este
Gobierno y los dos anteriores del PSOE siguen una “hoja de ruta pactada, que
van a seguir ambas partes” para acabar con el terrorismo.
Investigar el acto
Mientras, el portavoz adjunto del PP en el Congreso
de los Diputados, Leopoldo Barreda, solicitó ayer a los tribunales que examinen
el desarrollo del funeral celebrado el pasado sábado en recuerdo del etarra
Josu Uribetxeberria Bolinaga por si su “escenografía” y “los gritos” que se
escucharon allí, entre otras cosas, pueden suponer “algún tipo de
responsabilidad penal”.
El acto en sí, aunque no se profirieron por parte de
los asistentes gritos a favor de ETA, podría constituir una muestra de
humillación a las víctimas del terrorismo, según las diferentes fuentes
consultadas por ABC. Ello, porque en definitiva se rindió homenaje en un parque
público de Mondragón a un terrorista condenado por el asesinato de tres
guardias civiles y el secuestro del funcionario de prisiones José Antonio
Ortega Lara. Crímenes por los que nunca se arrepintió ni pidió perdón. Además,
esta en curso otra investigación por la que se atribuye a Bolinaga la autoría
material del asesinato de un cuarto agente del Instituto Armado.
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