viernes, 16 de enero de 2015

16 enero 2015 (4) La Vanguardia (artículo)

16 enero 2015



Víctimas españolas de Al Qaeda

Ha tenido que ser el ataque a 'Charlie Hebdo' el que sirviera de argumento para una reunión urgente entre responsables de la seguridad europea




Principios de julio 2007. Ruinas de Sana en Yemen. "Llevan pañuelo ¿son occidentales?". "Si, es que hace mucho aire y hay mucho polvo". Momentos después, un coche se acerca lentamente y explota. Nueve españoles eran asesinados y cuatro resultaban heridos. 

Profesores, profesoras, médicos, químicos, administrativos, guías turísticos... fueron las víctimas de aquel atentado. No eran periodistas ni dibujantes de una revista francesa de humor. Tampoco miembros de la gendarmería. Eran turistas anónimos cuyo único deseo era conocer otras culturas, otras historias, otras épocas para explicarlas a sus alumnos o para preservar las maravillas de Oriente en sus cámaras. Eran ciudadanos conocedores de la cultura árabe que solo querían disfrutar de aquellas ruinas, desde donde partió la reina de Saba para encontrarse con el sabio Rey Salomón... miles de años de historia frente a sus ojos. Solo cometieron un pequeño error: afirmar, confiados, que eran occidentales. 

Han pasado siete años y medio y han ocurrido muchos atentados yihadistas... hay cientos de muertos desde aquel día. Pero ha tenido que ser el ataque a la revista  Charlie Hebdo que sirviera de argumento para una reunión urgente entre responsables de la seguridad europea, para aglutinar a presidentes y delegados de mas de 50 países en la cabecera de una manifestación en la capital francesa para mostrar su repulsa al terrorismo, para ver a algunos incluso posando en las redes sociales viajando hacia París. 

Pero ninguno de estos, ni en la capital de España ni en ninguna otra europea, convocaron manifestación alguna para repudiar un atentado con nueve españoles asesinados. ¿Dónde estaban aquel julio de 2007? Al menos en Barcelona fuimos las propias víctimas las que convocamos una concentración el martes día 3. La madrugada del jueves 5 recibíamos a los heridos en Barcelona y Girona y se realizaban actos de homenaje en las escuelas donde trabajaban tres de las víctimas mortales. En ninguno de los entierros en ambas ciudades encontré a nadie llegado desde Madrid y mucho menos desde cualquier otro punto de Europa. 

Siete años después, muchas familias españolas recuerdan su dolor, mezcla del desamparo y la indiferencia sufridos. Rememoran también esos criterios legales pero incomprensibles, en los que las vidas robadas a causa de atentados sufridos en el extranjero no se valoran como los sufridos en territorio propio. ¿Será que al salir de territorio español se pierde hasta un 60 % de "españolidad"? A todas las víctimas del atentado en Yemen con que he contactado estos días les queda claro que, al igual que en otras víctimas de diferentes bandas terroristas, entre víctimas del terrorismo yihadista también hay distintos niveles, tanto en la atención recibida como en la preocupación mostrada hacia ellos. 

Y sino, que alguien les pregunte la opinión a las familias de los 18 asesinados o a los 100 heridos del atentado en el restaurante "El Descanso" de Madrid o a Ana, Carlos, Tomás y Belén, ingenieros heridos en Sharm-el-Sheik.

Robert Manrique

Excoordinador del Servei d'Informació i Orientació a les Víctimes del Terrorisme

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