29 mayo 2015
Víctimas de
tercera clase
El II
Encuentro por la paz y la convivencia en Euskal Herria se celebró este
viernes en el Auditorio Marcelino Camacho de CCOO, ante el rechazo del Congreso
para celebrarlo en una sala de la
Cámara
Asisten
víctimas de ETA, los GAL y de la Guardia Civil
El II Encuentro por la paz y la
convivencia en Euskal Herria, organizado por la Parroquia San Carlos
Borromeo, se celebró este viernes en el Auditorio Marcelino Camacho de CCOO, en Madrid.
La paz, dejar de lado el odio, el
reconocimiento en el dolor y promover un "modelo del diálogo" frente
al "modelo del testimonio" que promueve el Gobierno fueron los
objetivos principales de este encuentro, según aclaró a su comienzo Javier
Baeza, conocido como el "cura rojo" de la Parroquia San Carlos
Borromeo. "Se necesitan espacios democráticos donde se intercambien
verdades para construir la verdad entre todos",
apuntó.
A la cita asistieron víctimas de ETA, como Rosa Rodero; víctimas de las GAL, como Karmen Galdeano, y víctimas de la
Guardia Civil , como
Axun Lasa. La historia de cada una es diferente y su dolor procede de
agentes distintos, pero no por eso pueden dejar de llamarse víctimas y de ser
reconocidas como tal.
Karmen Galdeano, hija de Xabier Galdeano,
director del periódicoEgin y asesinado en 1985 por los GAL
(Grupos Antiterroristas de Liberación creados por el Estado para combatir a la
organización terrorista ETA y a su entorno), aseguró ser una de las primeras
personas en "reconocer el dolor de las víctimas de ETA", porque
ser víctima de los GAL no supone ir contra aquellos que sufren las
consecuencias de un atentado etarra.
Galdeano insistió en que oir a
todas las partes del conflicto supone "avanzar mucho", ayuda a
"no imponer lo tuyo y reconocer el dolor de los demás". Del mismo
modo, apuntó que "ya es hora" de que el Gobierno reconozca lo que
fueron los GAL y los crímenes que cometieron.
Rosa Rodero, viuda de Joseba
Goikoetxea, sargento mayor de la
Ertzaintza asesinado por ETA en 1993, subrayó sus 22 años de
lucha "por la paz en Euskadi", la única aspiración de su marido. La acusaron de tener
"síndrome de Estocolmo" por defender que había que escuchar a
todas las partes del conflicto, a todas las víctimas sin importar quién fuera
el verdugo.
Axun Lasa, torturada por la Guardia Civil y
hermana de Joxan Lasa, asesinado por los GAL, describió la tortura como "golpes,
flexiones, bañera, gritos, tuyos y de otros, aislamiento, odio, no tener agua, la misma bombillita
encendida las 24 horas, amenazas, electrodos". Lasa habló de la dureza de
vivir 12 años de desaparición de su hermano, cuando "en realidad ya lo
habían matado". "Es un calvario muy largo", aseguró, por eso
todas sus "energías" se dirigen ahora a "que salgan a la
calle los presos que, por ley, no tienen que estar en la cárcel".
"El verdadero problema"
de esta parte de la historia española es la "gestión centrista y
jerárquica del conflicto" que se realiza por parte del Ejecutivo, denunció
Baeza. Por eso nace esta iniciativa de reunir a víctimas de ETA con víctimas de
los GAL y de la Guardia
Civil al mismo tiempo, "ninguno de nosotros va a cambiar
de parecer después de escuchar a los demás, pero nos sirve para relativizar tu dolor
y reconocer el dolor del otro",
reconoció Karmen Galdeano.
Al encuentro también acudió Lucía Carrero Blanco, nieta del expresidente español que ocupó varios cargos
durante la dictadura de Franco y que acabó siendo asesinado por ETA en 1973. "Se puede ser un
Carrero Blanco y amar el País Vasco", confesó Lucía, quien dijo creer en "el
diálogo como herramienta indiscutible para la paz y en la paz como herramienta
indiscutible para la democracia".
Joan
Tardá, diputado de ERC en el Congreso,
también estuvo presente en el acto para mostrar su apoyo a las víctimas. El
político catalán incidió en que "la reconciliación nace del
compromiso político". Un compromiso que, precisamente, rompió el Congreso de los Diputados al
revocar la celebración de este II Encuentro en la sala Ernest Lluch de la Cámara.
Tardá explicó que el Congreso
decidió, por unanimidad, acoger este encuentro en su sede. Sin embargo,
"las protestas públicas de las asociaciones de víctimas" que no quiso
nombrar hicieron "que PP y PSOE revocasen la decisión". "Lo cual quiere decir que para el Gobierno hay víctimas de primera,
de segunda y de tercera clase". El diputado cree que la marcha atrás
del Congreso es la "constatación de que todavía queda mucho por
avanzar".
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