09 abril 2017
Urkullu: “Las
víctimas son las protagonistas de este logro democrático”
Asegura que las armas han pasado “de la clandestinidad a la
legalidad
El desarme de ETA carece de ninguna épica y
certifica que “ni una sola de las víctimas de ETA debió producirse nunca”. Así
se expresó el lehendakari Iñigo Urkullu en una declaración oficial realizada en
la sede del Gobierno vasco en Donostia después de que se hubiera confirmado el
desarme de la banda. El jefe del Ejecutivo de Gasteiz estuvo acompañado en la
comparecencia por el líder de la Comisión Internacional
de Verificación, Ram Manikkalingam -que acudió desde Baiona-; el portavoz de su
Ejecutivo, Josu Erkoreka; la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de
Heredia; y el secretario de Paz y Convivencia, Jonan Fernández.
En el texto, titulado De la épica a la ética, Urkullu otorgó un especial
protagonismo a las víctimas de la banda, de quienes aseguró que todas y cada
una de ellas “son hoy sujetos y partícipes de este logró democrático de la
sociedad, sus instituciones, la política y los derechos humanos”. Para el
lehendakari, las armas de ETA han pasado “del territorio de la clandestinidad a
la legalidad”, un desarme exento de épica -insistió- y que viene a demostrar
que nunca se debió producir ni una de las víctimas.
Urkullu destacó el trabajo realizado en las
últimas semanas, una labor en la que se ha tenido que tejer las condiciones
necesarias para que el desarme tuviera un carácter legal, unilateral, completo
y sin contrapartidas y, sobre todo, para que llegase a buen puerto. Para ello,
el Ejecutivo de Gasteiz -según corroboró el lehendakari- ha estado en
permanente relación y comunicación con el Gobierno español, con el Ejecutivo de
Nafarroa y la
Mancomunidad de Iparralde. Además, esta relación ha sido
fluida con partidos políticos y sindicatos . “Ha sido necesario tejer con
discreción una confluencia entre instituciones y agentes políticos y sociales
que respondiese al valor histórico que este logro representa para nuestra
sociedad”, aseguró. Por ello, quiso agradecer la “altura de miras y la
colaboración de los gobiernos,. instituciones y fuerzas políticas afectadas de
una u otra manera en la gestión de este momento”.
Sentado en la mesa junto a Ram Maninkkalingam,
el jefe del Ejecutivo vasco no quiso pasar por alto la labor realizada por la Comisión Internacional
de Verificación -muchas veces denostada desde diversos ámbitos- , y por ello
quiso dar las gracias a los verificadores “por los buenos oficios” empleados
para que se haga efectivo un desarme que, tal como señaló, “ahora deberá ser
corroborado por las autoridades judiciales francesas”.
El lehendakari puso la vista en el futuro ya
que aseguró que “nada empieza, ni termina hoy”. Así, a su entender la
confirmación del desarme legal, definitivo y sin contrapartidas “es un paso
fundamental en el proceso de final ordenado de la violencia y de desaparición
de ETA”. Una tarea, la desaparición definitiva de la banda que, tras el paso
dado ayer, “se desarrollará “en un escenario mejor”.
A su juicio, ahora se trata de seguir
trabajando por una “convivencia normalizada” y por ello el Gobierno vasco dará
continuidad, a través de su Plan de Convivencia y Derechos Humanos, al trabajo
“en favor de la paz” desarrollado durante años por “tantas personas, entidades
e instituciones”. “Tenemos un proyecto de futuro y de esperanza con un objetivo
central, el encuentro social, la aspiración de una convivencia normalizada. El
compromiso ético continúa”, aseguró.
Donde se
debía estar
Posteriormente, el portavoz del Gobierno vasco,
Josu Erkoreka, corroboró en declaraciones a Radio Euskadi que el lehendakari ha
tenido una comunicación permanente con las instituciones vascas y con los
gobiernos implicados en el proceso de desarme. “Esa comunicación ha existido de
manera permanente y era necesaria para que esta iniciativa pueda llegar a buen
fin”, afirmó. “El Gobierno vasco ha estado donde ha estado y ahora reafirma su
posición. Ha hecho lo que tenía que hacer. Desde el principio declaró el
lehendakari que su implicación y la del Gobierno se iba a llevar a cabo en todo
aquello que le fuera posible que estuviera al alcance de su mano, y el Gobierno
ha hecho lo que tenía que hacer. En ese sentido, reafirma su posición, su
trayectoria y el resultado final lo avala”, manifestó.
Al igual que el lehendakari, Erkoreka quiso
despojar de cualquier épica o ética a la actuación de ETA. “Ante quienes han
pretendido históricamente atribuir un significado mínimamente ético a lo que
ETA representaba, el proceso de desarme cuestiona toda la historia anterior y
pone en evidencia que esas armas siempre estuvieron de sobra y que jamás
debieron haberse utilizado para los fines para los que se utilizaron”, aseguró.
A su juicio, este proceso “ha terminado bien”,
pero destacó que “nada termina y nada empieza ahora”, tal como también había
afirmado el lehendakari en su comparecencia. “Seguimos trabajando como hemos
venido haciendo hasta ahora por la consecución de una convivencia normalizada,
los objetivos finales todavía están en camino y hay que seguir trabajando”,
apostilló.
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