13 abril 2017
ETA no entregó dos
toneladas de explosivos y casi 100 pistolas
Los expertos antiterroristas de Interior consideran
que el desarme “no ha sido completo”
¿Armas? Si. ¿Explosivos? También. ¿Desarme? Sin duda.
¿Completo? Para nada. Aunque el espectro político vasco ya da por hecho que la
organización terrorista ETA ya no tiene armas y que su desarme ha sido
completo, desde el Ministerio del Interior, los especialistas en la lucha
antiterrorista alertan de que la entrega del material no ha sido completa.
Porque estos agentes llevan décadas siguiendo los pasos a
los etarras y tienen claro que aún hay camino que recorrer y armas y explosivos
por recuperar. Aunque los datos no son aún oficiales, que todavía está
pendiente de oficializar el inventario de las armas de las que ETA se ha
desprendido, ya se pueden sacar unas primeras conclusiones. Desde la lucha
antiterrorista se echan de menos muchas armas y material explosivo. Esperaban
que en los zulos entregados por ETA pudiera aparece un arsenal mucho más
potente porque los agentes saben que los etarras tenían más material.
A falta de que las autoridades francesas terminen el
inventario de los ocho zulos entregados el pasado fin de semana por los
autodenominados artesanos de la paz a los verificadores, desde Interior ya se
tiene claro que el desarme «no ha sido completo» y que es más que probable que
las armas entregadas no sirvan para esclarecer los 312 asesinatos pendientes.
Porque los especialistas tenían muy claro, antes de que se produjeran los actos
del fin de semana, cuál era la cantidad de armas y explosivos que la
organización terrorista mantenía ocultos en zulos en la frontera, pese a haber
anunciado el final de su actividad violenta.
Porque, comparando el listado de material que ETA ha
facilitado a los verificadores con el que mantienen estos agentes de la lucha
antiterrorista, según sus cuentas, la organización terrorista podría mantener
aún varios zulos que no ha entregado y en cuyo interior, entre otro material,
podría ocultar entre una y dos toneladas de explosivos. Además, estos
especialistas echarían de menos en esta operación de desarme al menos otras 80
o 90 pistolas, la gran mayoría procedentes del robo perpetrado por los etarras
en la fábrica de armas de la localidad francesa de Vauvert.
En esta comparación de inventarios, los encargados de
acabar con ETA también entienden que los terroristas no han entregado, al
menos, dos lanzamisiles que estarían en su poder desde principios de los años
90.
Aseguran que es imposible determinar el número de
detonadores que pueden permanecer ocultos ya que su fabricación es artesanal y
es difícil cuantificarlos. Como aclaran estas fuentes, en el listado facilitado
a los verificadores, ETA desglosó la entrega de 120 armas largas y cortas y
2.700 kilos de material para la fabricación de explosivos.
Las fuentes consultadas por este periódico entienden que de
los ocho zulos que ETA asegura que ha desbaratado, alguno de ellos no es
propiamente un zulo sino que localizaron material que, probablemente, antes
estaría escondido en alguna zona que ETA trata de blindar, ya que no es muy
factible que algunos de sus escondrijos estuviera rodeado de chalés. No
descartan que algunas armas estuvieran guardadas en viviendas del sur de
Francia.
También inciden en que durante unas horas se anunció la
entrega de hasta una docena de zulos con las armas, y finalmente, por la vía de
los verificadores únicamente se han entregado ocho .
La convicción policial es que ETA cuenta con varios zulos
en la zona fronteriza francesa. No descartan que, efectivamente, los que se
presume que están al frente de la banda desconozcan su ubicación ya que pueden
proceder, incluso, de finales de los años 80. Pero estos especialistas también
sospechan que los encargados de ETA de organizar los eventos del fin de semana
hayan dejado abandonados algunos de los zulos ante la sospecha de que estaban
ya bajo control de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado.
También inciden en que, al igual que el material explosivo
entregado, es más que probable que todo el que aún permanece escondido está ya
inutilizado, caducado.
Como recuerdan desde Interior, las fuerzas de seguridad han
intervenido al menos 120 arsenales de ETA en el cuarto de siglo transcurrido
desde el desmantelamiento en 1992 en Bidart (Francia) de la entonces dirección
de la banda, en los que había acumulado más de 12 toneladas de explosivos y
sustancias para fabricarlos y cerca de 1.800 armas.
En el análisis del material encontrado destaca el volumen
de pistolas, casi 700 confiscadas desde 1992, así como fusiles, subfusiles y
hasta dos misiles portátiles tierra-aire, según los datos de Efe.
Los datos reflejan que 2009, con 22 zulos encontrados, y
2004 (con 11) y 2010 (con 10) fueron los años más «negros» para la capacidad
operativa de la banda terrorista, junto con 1999, cuando se hallaron menos
zulos (8) pero se requisó una enorme cantidad de explosivos, que alcanzó las
4,3 toneladas.
La mayoría de los zulos se localizaron en Francia (67),
siendo Pirineos Atlánticos -la frontera directa con el País Vasco- donde se
concentraban más almacenes de ETA, 30, un 44,7% del total, varios de ellos en
Bayona y sus proximidades.
En los últimos años, todas las operaciones contra zulos de
ETA las ha llevado a cabo la
Guardia Civil en coordinación con la seguridad francesa. Como
recordó el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, solo en las últimas
operaciones del Instituto Armado se incautó bastantes más armas y explosivos
que los entregados el pasado fin de semana en Francia.
Covite, indignada con el vaticano
Covite, el Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País
Vasco, ha trasladado al Vaticano su indignación por su “aval” al acto de
desarme de ETA en la localidad vascofrancesa de Bayona. Además, recrimina al
secretario de Estado de la
Santa Sede , Pietro Parolin, que el arzobispo de Bolonia,
Matteo Zuppi, diera “carta de naturaleza a los emisarios de los terroristas”, y
se prestara “al juego de ETA sin pedir la condena del terrorismo”. En la carta
que la presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, ha enviado a Parolin, expresa su
malestar por “la presencia de un alto cargo de la Iglesia católica en el
acto protagonizado por ETA” el sábado en Bayona. En la misiva, reprocha que el
arzobispo de Bolonia acudiera “al acto propagandístico orquestado por la
organización terrorista”.
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