07 septiembre 2017
«Las cuentas no
cuadran», dicen las autoridades judiciales galas en su primera valoración en
público del desarme
Fuentes antiterroristas francesas consultadas por este
periódico evalúan exactamente en 60 unidades, entre pistolas y revólveres, el
armamento todavía no recuperado del botín amasado en aquel atraco que rondó las
400 armas cortas. El desfase entre ambas cantidades puede obedecer al cómputo
de piezas sueltas, como cañones, culatas o tambores, también sustraídas en el
asalto.
El centenar de armas que París echa en falta es la primera
estimación oficial realizada en público por las autoridades judiciales
francesas. «La amenaza está perfectamente de actualidad. ETA puede volver a ser
operativa en cualquier momento», valoró la fiscal al subrayar que «no ha
desaparecido ni se ha disuelto». «ETA está durmiente, puede despertarse y
golpear de nuevo», advirtió.
La portavoz de la Fiscalía pidió al Tribunal Correccional condenas
que suman 44 años de prisión contra los seis procesados con cumplimiento
íntegro de dos tercios antes de acceder a beneficios penitenciarios y
prohibición definitiva de residir en Francia. Solicitó siete años para Andoni
Goikoetxea Gabirondo, Ekhi- ñe Eizagirre Zubiaurre, Kepa Arkauz Zubillaga e
Igor Uriarte López de Vicuña. Contra Julen Mendizabal Elezkano y Raúl Aduna
Vallinas requirió ocho años.
La diferencia entre unos y otros responde al período que
llevaban en la clandestinidad cuando fueron detenidos de dos en dos en una
operación policial ejecutada el 7 de mayo de 2013 simultáneamente en las
ciudades de Blois, Montpellier y Brive-La-Gaillarde. Según la acusación,
Eizagirre y Arkauz estaban al cargo del taller de falsificación de documentos
desmantelado en la primera localidad mientras que los otros cuatro se
encontraban encuadrados en las estructuras del aparato logístico-militar.
En nombre de los procesados, Eizagirre leyó una declaración
en francés en la que se mostraron «comprometidos para llegar a un escenario
democrático» tras la renuncia oficial a la lucha armada en octubre de 2011.
«Nosotros, militantes de ETA, nos reafirmamos en la voluntad de continuar el
avance en el proceso», dijo tras emplazar «al Estado francés a que se
comprometa en este esquema».
Se niegan a salir de
la celda
Por su parte, la defensa enfatizó que «ETA es una
organización desarmada desde abril» y opinó que «no se puede seguir diciendo
que sea terrorista». Además, destacó que «ya no practicaba la lucha armada»
cuando sus patrocinados fueron detenidos.
En la vista no participaron Aduna ni Goikoetxea pues se
negaron a salir de sus celdas para ser trasladados al Palacio de Justicia de
París. Ambos fueron arrestados en BriveLa-Gaillarde donde se considera que
formaban un binomio dedicado a la custodia y mantenimiento de los arsenales. A
Mendizabal y Uriarte, apresados en Montpellier, se les acusa de integrar una
célula especializada en el robo de automóviles.
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