11
septiembre 2017 LR
El golpe definitivo que preparaba
el EI: atacar en la plaza de Sant Jaume
Objetivo
del EI: Plaza Sant Jaume La plaza de Sant Jaume de Barcelona, lugar emblemático
del catalanismo, fi guraba también entre los objetivos de una publicación del
Estado Islámico, el canal «Lone Mujahid», su línea de comunicación en inglés,
que tal y como adelantó LA RAZÓN
en su edición de ayer, proponía atacar de nuevo la Ciudad Condal.
Junto a un mapa del Metro de Barcelona, sinagogas, bares, etcétera, se
destacaba la citada Plaza, que constituye el centro de encuentro de miles de catalanes
durante la Diada
aunque el recorrido oficial de la manifestación no pase por este lugar. Además,
hay que señalar que en la citada plaza se encuentra el centro neurálgico del
poder político catalán ya que allí están tanto la Generalitat como el
Ayuntamiento de la ciudad. Los yihadistas, en su línea habitual de ordenar
atrocidades a sus «moujahidines» (luchadores), les proponen precisamente
ataques en plazas públicas llenas de ciudadanos donde, según ellos, se reúnen
para «transgredir»: «coge un coche y rueda sin miedo; coge un cuchillo y hazles
sangrar tanto como sea posible; golpéalos con una fuerte explosión; cualquier
forma de ataque que infunda terror en sus corazones negros». Para animar a que
se cometan nuevas atentados, recuerdan a los que perpetraron los terribles del
pasado 17 de agosto: «Sin fronteras, sin importar su raza o nacionalidad». En
medios antiterroristas se comenta que debe ser muy duro para los separatistas,
que promovieron una inmigración masiva de musulmanes para «catalanizarlos» y
que les votaran a ellos (lo que no ha ocurrido), la frase anterior. A la hora
de matar, no distinguen a unos de otros.
Más desestabilización
Las
mismas fuentes expresan su preocupación por el hecho de que en este tipo de
textos para fomentar el terrorismo se cite últimamente y de forma repetida
textos de El Corán. En este caso: «191- 193: matadlos donde quieran con ellos,
y expúlsalos de donde os han echado». Tal y como adelantó este perió- dico, la
elección de Barcelona y Cataluña para cometer los atentados del 17-A no fue una
casualidad. Los yihadistas, como lo demostraron el 11-M en Madrid, buscan
aquellos países o zonas en los que existen enfrentamientos entre la población
con el fi n de ahondar en sus contradicciones. En un texto publicado a finales
de agosto, el estado Islámico pedía a sus combatientes que hicieran en secreto
la yihad, tanto en su modalidad de actores solitarios como integrantes de
células. El objetivo central, además de causar el mayor número de muertos y
destrucción, era «agotar al enemigo y hacer que se derrumbe y se retire».
Admiten que es la manera «más repulsiva de derrocar a los Estados, sus
gobiernos, además de despertar el espíritu de la yihad en el corazón de los
creyentes». La finalidad de los atentados de Cataluña, según las citadas
fuentes, queda clara y por lo que ha ocurrido tras las acciones criminales,
tanto a nivel operativo como político, no se puede decir que, de alguna manera,
hayan logrado, en todo o en parte, ese objetivo central. El hecho de que la
célula de Ripoll, que no pudo llevar a cabo todos sus planes criminales tras la
explosión en el piso de la localidad tarraconense de Alcanar, hubiera recibido
del Estado Islámico la indicación de mantener su actividad en el tiempo es una
demostración más de esta estrategia. Llegado el momento, cuando decidieran
utilizar las mochilas o los cinturones bomba, cargados de metralla, los
terroristas, en teoría, se tendrían que suicidar. Pero cabe la posibilidad,
como ocurrió con los artefactos utilizados en la masacre de Madrid del 11-M,
que pudieran ser activados con temporizadores o teléfonos móviles. En los
manuales que distribuye el Estado Islámico entre sus combatientes se explica la
forma de realizar atentados con esta técnica de detonación. Que una semana
después de los atentados del 17-A la banda yihadista estuviera reclamando la
comisión de nuevas acciones criminales en Barcelona, es un dato, según las
mencionadas fuentes, que deberían tener en cuenta los responsables de la
seguridad en esta Comunidad Autónoma y sus responsables políticos. Lo que está
ocurriendo es de la suficiente gravedad y trasmite una llamativa situación de
crispación y contradicciones como para que los terroristas islamistas eligieran
este territorio para cometer sus fechorías. Por supuesto, no trataban de beneficiar
a unos u otros españoles enfrentados, sino a sí mismos, dentro de la estrategia
de desestabilización de Occidente
No hay comentarios:
Publicar un comentario