18
septiembre 2017 (16.09.17)
Roque Oriol: «Prefiero no recordar»
El viudo de la única víctima mortal
de Cambrils recibe tratamiento psicológico
Hace un mes, Aragón se
despertaba sobresaltada por el ataque yihadista ocurrido en Cambrils.
Al dolor generado horas antes por el atentado de Barcelona se
unía el desconcierto por lo sucedido y el interés por saber el estado de
familiares, amigos y vecinos que veranean en este municipio tarraconense en el
que una buena parte de la población aragonesa pasa las vacaciones, junto a Salou.
Rápidamente se confirmó un presentimiento: entre las víctimas de este atropello
indiscriminado había zaragozanos, se trataba de tres miembros de la familia
Oriol-Suárez, que ese día había celebrado el cumpleaños de Roque y
que finalizó de la peor forma posible, ya que los terroristas le quitaron la
vida a su esposa Ana María, a los 67 años de edad.
Después
de todo este tiempo, Roque Oriol, natural de Morata de Jalón (Zaragoza),
continúa sintiendo un «dolor» que él divide en dos: el físico, pero también «el
del corazón». Y es que, como ha reconocido a EL PERIÓDICO: «Prefiero no
recordar lo que pasó», aunque es muy difícil porque su compañera de toda la
vida ya no está.
En cuidados intensivos
Tampoco
pudo despedirse de ella porque el día en el que era enterrada en el cementerio zaragozano de Torrero,
Oriol seguía en la unidad de cuidados intensivos del hospital Joan XXIII de Tarragona. Fue en este centro sanitario
donde le dieron la trágica noticia que obligó a los médicos –hacia los que
siente un gran cariño por la atención «excepcional» que recibió– a mantenerlo
sedado un día más. Lo mismo le ocurrió a Alicia,
hermana de la fallecida y cuñada de Roque, quien todavía continúa ingresada en
el hospital Miguel
Servet de
Zaragoza como consecuencia de los traumatismos que sufrió, especialmente en la
cadera.
Roque
Oriol recibió el alta hospitalaria 13 días después del atentado, si bien la
médica aún no la tiene. «Todavía queda un largo camino de traumatólogos, pero
también de psicólogos», explica este hombre que, desde que abandonó el
hospital, vive junto a su hermano Mariano y su
cuñada Encarna.
«Cuesta entender»
El
dolor por la pérdida de Ana María también sigue vivo en el resto de los
miembros de la familia. «Después de un mes, hay cosas que no se olvidan, cuesta
entender el porqué le han robado la vida y tener que seguir con ello»,
comentan. Un sentimiento que continúa entre los vecinos del barrio Jesús en
el que este matrimonio vivía o en el municipio natal de Roque Oriol, donde sus
vecinos continúan sin creer lo sucedido y que ansían que este hombre se
recupere pronto para poder abrazarlo en las calles de su pueblo, al que todos
años acudía durante las Fiestas de San Roque y que este año cambió por su
apartamento en Cambrils.
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