Fulminar a Ruz
El juez Pablo Ruz ha pasado en poco tiempo de ser el favorito de las huestes del Partido Popular a ser su enemigo a batir. Y es que este juez sencillo y trabajador, que cree en lo que hace, puede ser apartado esta semana del juzgado de
El caso es que Ruz, que era titular de un juzgado de
Villalba (Madrid) realizó unas sustituciones temporales del juez Juan
del Olmo y de
magistrado de apoyo de Eloy Velasco, antes de que
sustituyera al juez Baltasar Garzón cuando fue suspendido cautelarmente al
intentar procesar por crímenes contra la humanidad a la cúpula franquista por
el plan de exterminio sistemático de la Guerra Civil.
Ahí comenzó su andadura en el Juzgado Central 5, de la Audiencia Nacional ,
pero el caso Gürtel había pasado ya al Tribunal
Superior de Justicia de Madrid; el caso relativo a los aforados Luis
Bárcenas y Jesús
Merino, al Tribunal Supremo; y otra pieza, la de los trajes, al
Tribunal Superior de Valencia. Mientras tanto, Ruz reactivó el caso
Faisán sobre el chivatazo a
la red de extorsión de ETA y llegó a procesar al director de la policía y a
otros dos agentes, lo que dio vida a varios diputados y senadores del PP que
todas las semanas freían a preguntas sobre el caso al que había sido ministro
del Interior en aquella época y luego vicepresidente, Alfredo
Pérez Rubalcaba. Ruz era por entonces el héroe del PP.
De modo que el Consejo del Poder Judicial no tuvo
problemas para renovarle la comisión de servicios durante dos años. Para
entonces ya había vuelto a la Audiencia Nacional la pieza principal del caso
Gürtel y, poco
después también, el proceso que se seguía en el Supremo, al haber perdido la
condición de parlamentarios los dos aforados.
En esas fechas el juzgado estaba sin titular, porque
Garzón ya había sido expulsado de la carrera y la plaza salió a concurso.
La obtuvo un vocal del Poder Judicial, Antonio Carmona, elegido para el
Consejo por los progresistas y considerado afín al PSOE. Y ya se sabe que por
misterios de la política judicial, a Carmona le ofrecieron ir en servicios
especiales de magistrado de enlace con el Reino Unido. Quizá alguien pensó que
no era conveniente que un juez progresista metiera las narices en el caso Gürtel y que la alternativa era prorrogar, en una
nueva comisión de servicios diferente pero en el mismo destino, a un juez que
había investigado con denuedo elcaso
Faisán y que no
parecía un enemigo del PP.
Incluso hubo un incidente en la Audiencia Nacional
sobre qué juez se quedaba con el caso de los papeles de Bárcenas. Por un lado, el nuevo titular
del juzgado Central 3, Javier Gómez Bermúdez, al que el Consejo había descabalgado
de la presidencia de la Sala
de lo Penal, en favor de Fernando Grande-Marlaska, y del que
se sospechaba que estaba resentido con el PP por ese asunto. Por otro, Ruz, que
tenía los antecedentes del caso. La Audiencia falló en favor de Ruz, con gran enfado
por parte de Gómez Bermúdez.
La luna de miel del PP con Ruz seguía adelante hasta
que el magistrado expulsó a la representación jurídica de ese partido de la Gürtel,
porque aunque figuraba como acusación y perjudicada por la red corrupta, en
realidad su labor era coadyuvar a la defensa de los imputados. Ahí se rompió el
idilio.
Además, las investigaciones de los papeles de Bárcenas y
la implicación de todos los tesoreros del PP y el cobro de sobresueldos ‘en
negro’ por casi todos los dirigentes de la cúpula popular obligó a Rajoy
a dar explicaciones en el Parlamento, aunque muy a su manera. La frase
“todo es mentira salvo algunas cosas” pasará a la posteridad como ejemplo de
huida con el rabo entre las piernas y amparado por la mayoría absoluta.
Para el PP, Ruz, casado, padre de tres hijos, que
toca la guitarra, ya no es el juez majete de la Faisán y lo quieren quitar
de enmedio. Mientras tanto, el juez que en 2013 había concursado a un
juzgado de Móstoles, aunque deseaba seguir en la Audiencia Nacional ,
sabe que su puesto pende de un hilo.
El anuncio de Rajoy de que sacaba una serie de
plazas nuevas para jueces es mentira, simplemente pretende sacar a concurso las
de los que están en servicios especiales. Es una buena excusa para incluir la
que ocupa Ruz.
Y él lo sabe. En otras circunstancias hubiera
renovado hasta el verano, pero se teme lo peor y por eso, el jueves
pasado, cinco días antes de que el Consejo se pronuncie sobre la prórroga, ha
terminado la investigación de la pieza principal de la Gürtel.
Y ha dejado claro que Ana Mato, a la que no puede imputar porque tiene
fuero, es partícipe lucrativa de los delitos de su esposo. Una conducta
parecida a la que a Isabel
Pantoja le ha
costado ingresar en prisión. Mato, que por fin ha visto el Jaguar, ha tenido
que dimitir de ministra, forzada por Rajoy. Sin embargo, fíjense que no ha
renunciado a su acta de diputada, ni el partido se lo ha exigido —ya no hay
vergüenza torera ni de ningún otro tipo, solo salvar el culo—, porque se
arriesgaría a que le pasase algo parecido a lo de Pantoja y no tenemos el
cuerpo para esos excesos.
Si Ruz siguiera en el cargo, quizá le daría tiempo a
acabar el proceso de los papeles de Bárcenaso el de Pujol,
pero mucho me temo que su suerte está echada. A pesar de lo mal que quedarán el
PP y el Consejo del Poder Judicial, un apéndice de la
voz de su amo tras la reforma a la carta del expulsado Gallardón, todo parece indicar que van a fulminar a Ruz
por tratar de hacer bien su trabajo, que no es otro que hacer justicia. No
sería el mejor indicio para la regeneración democrática y ética con la que se
llenan la boca día sí y día también los dirigentes del Partido Popular.
Este martes conoceremos la decisión, pero si como se
prevé defenestran a Ruz, no estaría mal que el tiro del cambio de juez les saliera
por la culata.
Opinión:
Sin entrar en temática de las varias y numerosas
“sospechas” sobre actos de corrupción que el juez Ruz está investigando,
considero necesario colgar esta información porque menciona al Juez que
“reactivó el caso Faisán sobre el chivatazo a la red de extorsión de ETA y llegó a procesar al
director de la policía y a otros dos agentes, lo que dio vida a varios
diputados y senadores del PP que todas las semanas freían a preguntas sobre el
caso al que había sido ministro del Interior en aquella época y luego
vicepresidente, Alfredo Pérez
Rubalcaba. Ruz era por entonces el héroe del PP.”
Hasta aquí puedo leer... cómo cambian los tiempos y
los usos torticeros de la ley y de algunos de sus representantes...
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