03 abril 2015 (02.04.15)
Urkullu sólo
exige «autocrítica» a los presos etarras para tener ayudas
El lendakari reactiva su plan para
reinsertar terroristas y ofrecerles vivienda y trabajo
El lendakari Iñigo Urkullu va un paso más allá en su
plan para la reinserción de presos etarras, a pesar de no contar con las
competencias. Ayer, en Vitoria, anunció la puesta en marcha de un programa
piloto, bautizado como Zuzendu, que complementa al que lanzó en octubre de
2014, Hitzeman.
Si aquel ofrecía dos años de cobertura (con
vivienda, apoyo a la reinserción laboral y psicológico) a los reclusos que se
comprometieran con «la paz y la convivencia», ahora se plantea que los presos
acepten la «autocrítica», como único requisito para acogerse a los beneficios
del citado programa.
Los ámbitos en los que debe realizarse esta autocrítica
son los vinculados «a la violencia directa de ETA» –asesinatos, secuestros,
violación sistemática de derechos humanos– y a la «estrategia de socialización
del sufrimiento» –kale borroka, amenazas y extorsión–. El jefe del Ejecutivo
vasco explicó que su puesta en marcha se efectuará tras las elecciones
municipales y forales del 24 de mayo, para evitar el «ruido» político.
Urkullu definió esta novedad en su programa como la
«piedra angular» para ayudar a «desatascar» el «inmovilismo» que sufre el
denominado «plan de paz y convivencia». Un punto en el que no hizo autocrítica,
pero sí denunció la «parálisis» de los proetarras. En la presentación de esta
iniciativa también estuvo presente Jonan Fernández, secretario de paz y
convivencia, quien precisó que el programa estará listo para ser activado a
finales de mayo o principios de junio, aunque reconoció que aún no tienen la
completa seguridad de que los presos de ETA estén dispuesto a participar.
Opinión:
Cuando la banda terrorista ETA mantenía su estrategia asesina, me harte de decir que sus miembros debían cumplir la legislación tanto en los derechos (muchos) como en las obligaciones (pocas) que la misma les ofrece. Apareció después aquello del acercamiento y, la verdad, al principio era doloroso ver como había tanta gente empeñada en defender sus derechos y no pensar en sus obligaciones.
Con el tiempo me
di cuenta de que me importaba una higa que estuvieran en prisiones mas o menos
cerca de sus casas mientras cumplieran sus condenas.
Eso si, siempre
y cuando hayan hecho "autocritica" de las acciones cometidas... y de
esos solo hay poco mas de veinte. Y los que vayan saliendo sin
"autocriticar" el daño causado, que se busquen la vida como tantas
victimas anónimas tuvimos que hacer. Es decir, victimas que no éramos miembros
destacados de ningún partido político concreto o utilizables políticamente. O
sea, el 99'9 %.
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