12 abril 2015
Los
soberanistas buscan el apoyo de los grupos islámicos
La operación antiyihadista desarrollada el miércoles
ha vuelto a poner de relieve la fuerte
implantación que el islamismo radical tiene en Cataluña. Una realidad en la que, según destacan
los analistas policiales, la relación entre el movimiento independentista
catalán y la comunidad musulmana está jugando un papel destacado.
El mismo ministro del Interior, Jorge Fernández
Díaz, lo constató el día de la operación, cuando denunció el «proselitismo con determinadas
personas para incrementar la causa del independentismo», en referencia a las
actividades de la
Fundación Nous Catalans, afín a CiU.
Sus palabras generaron malestar en las filas
soberanistas, pero lo cierto es que, según explicaron fuentes policiales, un
vistazo retrospectivo a la dinámica política en Cataluña durante los últimos
años permite comprobar que ha habido un potente acercamiento de Convergència y
de Esquerra al movimiento islámico en la comunidad.
Estos acercamientos han dejado, de hecho, imágenes
llamativas, como las que acompañan a esta información. En ellas se observa a
Oriol Junqueras visitando una mezquita y, en la fotografía principal, el líder
de ERC aparece hablando con un individuo que, según las Fuerzas de Seguridad
del Estado, tiene un hermano que se ha desplazado a Siria para combatir junto
al Estado Islámico. De hecho, según la información que maneja la Policía , la persona que
habla con Junqueras fue investigada por los Mossos cuando, a raíz de la
visualización de vídeos del conflicto sirio difundidos por internet, detectaron
que su hermano estaba vinculado a actividades terroristas.
Prueba de la extensión del radicalismo islamista en
Cataluña es también que el imán que dirige la comunidad islámica de Sant Vicenç
dels Horts (Barcelona), el pueblo del que es alcalde Junqueras, sea un radical
joven que en la oración de los viernes suele lanzar proclamas en contra de
Israel y Estados Unidos. La comunidad islámica de Sant Vicenç ha recibido un
apoyo económico del Ayuntamiento que dirige Junqueras de al menos 3.000 euros.
Pero más allá de este caso, las fuentes consultadas
señalan que la extensión del islamismo en Cataluña es general. En los últimos
10 años, la inmigración islámica en la comunidad se ha incrementado de manera
formidable, pasándose de 30.000
a casi 700.000 ciudadanos musulmanes. Hay municipios en
los que suponen más del 20% de la población. Unos indicadores que, por ejemplo,
son muy superiores a los de Andalucía, pese a la mayor proximidad que esta
comunidad tiene con el Magreb.
Una proporción equilibrada que, sin embargo, no se
repite con las estadísticas de las mezquitas más islamistas. Hay detectadas 98
en toda España, relacionadas con la «línea más radical del islam, la vinculada
al salafismo», y 50 de ellas, más de la mitad, se sitúan en Cataluña.
Las fuentes consultadas explican que esta realidad
responde a diversos motivos, pero que uno de ellos es el favorecimiento que los
partidos soberanistas que gobiernan Cataluña tienen con la comunidad islámica.
Esto se materializa en continuos acercamientos, dirigidos a asimilar a los
inmigrantes al reto soberanista, y se traduce en un incremento del número de
mezquitas y de su influencia en determinados lugares.
Tanto Convergència como Esquerra son muy activas en
este sentido. Sus iniciativas han consistido en fomentar la afiliación de
inmigrantes, incluyéndoles en algunos casos en las candidaturas electorales.
Para este trabajo de captación han creado sendas organizaciones: la citada Nous
Catalans en el caso de Convergència, y la Sectorial de Políticas de Inmigración, en el de
Esquerra.
Según los analistas, han sido los cinco últimos años
de proceso soberanista los que han terminado de impulsar el islamismo en
Cataluña. Pese a que la mayoría de la comunidad musulmana se mantiene al
margen, ha habido destacados casos de apoyo al independentismo, como el de
Manlleu, donde se han cedido espacios en mezquitas para colocar urnas y animar
a votar a favor de la separación de España.
En otros casos, se han dado episodios como el del
imán salafista de una mezquita de Lérida, que manifestó «la conveniencia de
aprovecharse de los independentistas, pues ellos se apoyan» en los musulmanes
«para conseguir votos». «Lo que ellos no saben», añadía, «es que cuando nos
dejen votar todos votaremos a los partidos islámicos, pues nosotros no pensamos
en izquierdas ni derechas. Esto nos hará ganar alcaldías».
Otros líderes salafistas han manifestado en esta línea que aceptarían
«una Cataluña independiente, integradora y multicultural, con el catalán como
lengua y el relato de la nación catalana, siempre y cuando se respetase
plenamente a la religión musulmana y se reconociera el derecho de sufragio de
los musulmanes por residir en el país».
Otro dato: de las 1.264 mezquitas
que hay en España, 216 se ubican en Cataluña, distribuidas en las provincias de
Barcelona (125), Gerona (43), Tarragona (34) y Lérida (24).
Opinión:
Aún recuerdo las miles de veces
que hemos dicho, ministros de Interior incluidos aquello de “vascos si, ETA no”...
Pues parece que a algunos se les
ha olvidado lo que decía Henri Poncaire: “Toda generalización tiene, pues, un
papel necesario que nadie ha discutido jamás. Solamente que debe ser siempre lo
más rápida y frecuentemente posible, sometida a verificación. Está de más decir
que si no soporta esa prueba se debe abandonar sin reservas”.
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