viernes, 10 de abril de 2015

09 abril 2015 (8) elconfidencial.com

09 abril 2015



Interior acusa a CiU de usar Nous Catalans para tejer un frente antiespañol con Rabat








Tras las declaraciones de Jorge Fernández Díaz contra la fundación de CDC se oculta una inquietud real de las Fuerzas de Seguridad del Estado por el acercamiento de la Generalitat a Marruecos

Las declaraciones de Jorge Fernández Díaz  este miércoles denunciando que CiU coquetea con el yihadismo para conseguir la adhesión al proyecto independentista de los 500.000 musulmanes que residen en Cataluña han generado un nuevo intercambio de acusaciones entre los Gobiernos de Mariano Rajoy y Artur Mas. Pero tras el cruce dialéctico se oculta una inquietud real de las Fuerzas de Seguridad del Estado por el acercamiento de la Generalitat a Marruecos para tratar de torpedear los vínculos de Madrid con Rabat. La Fundación Nous Catalans jugaría un papel decisivo en esa estrategia, según fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por este diario.

El propio ministro del Interior señaló directamente en sus declaraciones a Nous Catalans, el organismo creado por Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) para tratar de incorporar al movimiento secesionista a la población inmigrante. La fundación corteja a todos los colectivos, pero ha centrado su atención en los extranjeros musulmanes y, especialmente, en los casi 250.000 marroquíes que residen actualmente en Cataluña. De hecho, Mas ha colocado al frente de Nous Catalans al independentista Àngel Colom, un exdirigente de ERC y actual miembro de la Ejecutiva de CDC que estuvo hasta 2004 al frente de la oficina comercial de la Generalitat en Casablanca. Las relaciones de Colom con las autoridades alauitas son más que excelentes.

Los vínculos salafistas

Fernández Díaz sólo puso voz a una información que está en poder de los servicios de la lucha antiterrorista desde hace meses: que Nous Catalans ha prestado cobertura a imanes radicales a cambio de que difundan entre sus seguidores las supuestas bondades del proyecto independentista. Según las fuentes consultadas, la relación de Nous Catalans con el fundamentalismo se articula a través de la Unión de Centros Culturales Islámicos de Cataluña (UCCIC), una asociación que agrupa a mezquitas de perfil integrista. La relación es tan estrecha que la UCCIC utiliza como oficina la propia sede de Nous Catalans. Incluso han compartido dirigentes.

El hasta hace dos años presidente de la UCCIC, el marroquí Nouredine Ziani, también ocupaba un puesto destacado en la fundación de CDC. Interior lo expulsó en mayo de 2013 por motivos de seguridad nacional apoyándose en un informe del CNI que le acusaba de tener vínculos con el salafismo. Sin embargo, la expatriación de Ziani  no ha alterado la estrategia de Nous Catalans. Su mujer, Atiqa Bouhouria Moulay, ha heredado el cargo al frente de la UCCIC y también el papel de enlace con el partido de Artur Mas.   

La conexión alauita

Pero los vínculos con el islam radical no son lo que más preocupa a las Fuerzas de Seguridad. Según fuentes de los servicios de información, la Generalitat está utilizando Nous Catalans como correa de transmisión en su estrategia de acercamiento a Rabat. De hecho, el CNI acusaba sobre todo a Ziani de ser un agente de los servicios secretos marroquíes desde el año 2000. Su misión consistía en facilitar los contactos con el partido de Mas.

La labor de Ziani y sus colaboradores se tradujo el pasado 15 de septiembre en la aprobación por parte del Ejecutivo de CiU del Plan Marruecos 2014-2017, una estrategia por la que Cataluña se compromete con las autoridades alauitas a desarrollar una larga lista de acciones, que incluye desde proyectos de cooperación para el desarrollo a incremento de las cumbres bilaterales, pasando por la promoción de la participación social, el fomento de la actividad empresarial y la movilidad de jóvenes investigadores marroquíes. En esos aspectos, el plan no supone ningún tipo de amenaza.

Colaboración policial

Sin embargo, el documento también incluye puntos sensibles que han provocado malestar en el Ministerio del Interior. Por un lado, el plan pretende impulsar la cooperación entre los Mossos d´Esquadra y la policía marroquí para sentar las bases de “futuras relaciones de cooperación en el marco de la seguridad ciudadana”. Y en el plano religioso y cultural, se establece un protocolo de colaboración para formar a los imanes que prestan sus servicios en mezquitas frecuentadas mayoritariamente por marroquíes, fija fórmulas para que los inmigrantes residentes en Cataluña puedan conservar su cultura y lengua originales y defiende que el islam se enseñe en las escuelas públicas.

Ambas partes tenían interés en consolidar sus vínculos con un documento de ese tipo, y Nous Catalans es el nexo que lo ha hecho posible. Los expertos preguntados detallan que, por un lado, CiU consigue que un gobierno extranjero reconozca la autonomía de Cataluña para fijar su propia política exterior. Pero no sólo eso. También se garantiza el voto de la inmigración marroquí y su respaldo al proyecto independentista.

Los cubanos catalanes

La mayor parte de este colectivo aún no tiene la nacionalidad y, por tanto, carece del derecho al sufragio, pero CiU aspira a reproducir en su demarcación el escenario del que disfruta el Partido Republicano de Estados Unidos en Florida, que monopoliza desde hace años y elección tras elección el voto de la numerosa colonia cubana. El férreo control que ejerce Rabat sobre sus inmigrantes facilitará que los 250.000 marroquíes de Cataluña se decanten en masa por CiU cuando llegue el momento.
El acuerdo también es beneficioso para Marruecos. No sólo consigue un aliado dentro de España con el que poder tensar la relación con su vecino del norte cuando lo considere oportuno, sino que logra nuevas herramientas para someter a una vigilancia aún más estrecha a sus nacionales. Las mezquitas son un instrumento fundamental de control, y el Plan Marruecos concede a Rabat todos los poderes para supervisar la selección de los imanes. 



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