16 abril
2015 (14.04.15)
Los Mossos estrenarán un protocolo antiterrorista
Una instrucción detalla qué deben hacer los agentes en cada
situación
El Ministerio del Interior renueva los niveles de alerta
del 1 al 5
¿Qué debe hacer un mosso en cada momento según el nivel de
alerta antiterrorista decretado? Eso es justo lo que se explica
con detalle y minuciosidad en el documento 'Amenaces terroristes i accions
d'autoprotecció', que en el último año ha
elaborado la policía catalana para concretar los procedimientos a seguir para proteger a la ciudadanía y, al mismo tiempo, a los propios agentes. El protocolo, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, ha ido evolucionando en los dos últimos meses con aportaciones de los mandos policiales, y la versión final obra desde la semana pasada en poder del comisario jefe, Josep Lluís Trapero, que ahora debe dar el visto bueno.
elaborado la policía catalana para concretar los procedimientos a seguir para proteger a la ciudadanía y, al mismo tiempo, a los propios agentes. El protocolo, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, ha ido evolucionando en los dos últimos meses con aportaciones de los mandos policiales, y la versión final obra desde la semana pasada en poder del comisario jefe, Josep Lluís Trapero, que ahora debe dar el visto bueno.
Falta por ver en qué convierten los Mossos el documento. Si
le quieren dar rango de instrucción, plan de acción antiterrorista o norma. La
policía de la Generalitat es la primera que ha puesto negro sobre blanco un
tema tan complejo y de tanta actualidad. El resto de policías, la Guardia Civil y los propios Mossos hasta ahora, se
regían por instrucciones muy genéricas que se resumían en un nada concreto
código de «buenas prácticas».
A raíz de París
El comisario Trapero quiso, al poco de llegar a la
jefatura, que los procedimientos policiales se concretaran y que la seguridad
no quedara solo en manos de la intuición o el sentido común. Y aunque el
trabajo comenzó a mediados del 2014, sin prisas, los atentados yihadistas de París,
en enero pasado, aceleraron el redactado y permitieron a sus autores tener un
concepto mucho más claro de lo que se puede hacer en cada momento.
Esta nueva norma coincide en el tiempo con una inminente
instrucción del Ministerio del
Interior en la
que se reorganizarán los actuales niveles de alerta antiterrorista. Hasta
ahora, los niveles van del cero al cuatro, con tres grados de intensidad
intermedio entre cada nivel. Eso cambiará y la nueva escala ascenderá, según los
indicios de riesgo, del uno al cinco. Sin puntos intermedios.
Unificar conceptos
En cuanto el secretario de Estado de Seguridad, Francisco
Martínez, firme la instrucción con la nueva nomenclatura, que podría ser esta
misma semana, la Generalitat aprobará la suya. Tras el ataque contra el
semanario 'Charlie Hebdo’,
todos los países vecinos elevaron un grado su nivel de alerta antiterrorista.
En Catalunya se constató que era absurdo tener una nomenclatura distinta a la
del resto del Estado, y más absurdo todavía usar términos de Protección Civil,
tales como emergencia o prealerta. Por eso, en Catalunya la situación se
clasificará también del uno al cinco.
Ahora mismo, España está en el nivel de alerta
antiterrorista cuatro, decretado tras los atentados de París, y no hay
elementos objetivos que aconsejen subir o bajar la alerta.
La nueva instrucción elaborada por la Comissaria General Tècnica de la
Planificació de la Seguretat especifica qué tienen que
hacer los mossos en cada una de las alertas. No son normas para la ciudadanía,
son medidas de seguridad. Muchas se aprenden en la escuela de Policía de
Mollet, pero en los últimos tiempos, tras el fin de la violencia de ETA, esas normas básicas de autoprotección
se habían relajado.
Cada episodio entra en detalles tan concretos del trabajo
policial que, por ejemplo, se regula hasta en qué condiciones de seguridad hay
que organizar los 20 minutos de que disponen para comer si se hacen fuera de un
edificio policial.
Los mandos de la policía deben intentar adecuar esas
directrices a los recursos de que dispongan. Son obligaciones y prohibiciones
que no afectan a la ciudadanía, pero esta es consciente de que se toman, no
solo porque las autoridades están obligadas a comunicar cada vez que se sube o
baja la alerta, sino porque algunas son evidentes. Por ejemplo, la
obligatoriedad de usar chalecos antibalas a partir del nivel cuatro.
Sin paranoia
En el nivel de alerta tres se estaba antes de los atentados
de París. Es una situación de calma tensa que requiere esos mínimos de
autoprotección que los mandos siempre aconsejan a los Mossos que deben tener
presentes, sin caer en la psicosis ni la paranoia.
Hasta la irrupción en casa del terrorismo yihadista y tras
el final de ETA se ha vivido con relajación. Una calma en un contexto de miles
de turistas que pasean plácidamente por las calles de una Catalunya altamente
segura -de ahí parte de su éxito en número de visitantes- y que se acercan a un
coche patrulla a preguntar por una dirección. El mosso los atiende sin
desconfianza ni precaución. La directriz recuerda que hay que extremar la
alerta.
Hace dos semanas la comisaría de información de Mossos
desarticuló una célula yihadista que presuntamente había colocado en su diana
del terror a la policía de la Generalitat. Esa constatación ha hecho que de
forma natural muchos mossos revisen sus protocolos de autoprotección de manera
instintiva.
El nivel cinco, el máximo, exige incrementar la presencia
uniformada de manera muy visible. Por lo que respecta a la autoprotección
policial, se obliga a los agentes a trabajar con chalecos antibalas y a tomar
fuertes medidas de seguridad fuera del trabajo. Cosas básicas como no salir de
casa sin mirar antes por la mirilla. En España solo se ha llegado a este nivel
tras los atentados del 11-M en Madrid. Se prohíbe repetir en un
mismo restaurante al mediodía para no caer en rutinas. Se restringe al mínimo
el uso de la redes sociales y se aconseja quitar el nombre del policía del
buzón de su casa.
Opinión:
Gran noticia que los Mossos d'Esquadra tengan protocolo de seguridad y actuación ante un atentado terrorista. Pero la pregunta es obvia: ¿todavía no lo tenían?
Este es uno de los que ha recibido un
servidor, en 2008.
No hay comentarios:
Publicar un comentario