08 abril 2015
Reconciliación y convivencia
El PP da su aval a un encuentro
entre víctimas de ETA y los GAL en el Congreso
Lo autoriza tras haber cancelado otras experiencias por la
reconciliación como las citas entre presos y damnificados
El Congreso de los Diputados acogerá el próximo mes un
encuentro entre víctimas de ETA y de los GAL para difundir los valores de la
reconciliación y la convivencia, y lo hará contra todo pronóstico con la
autorización del PP de Mariano Rajoy, que durante todo su mandato ha huido de
experiencias similares como las reuniones entre damnificados y presos, y que ha
optado por la dureza que le piden las asociaciones de víctimas más inflexibles.
La Mesa del
Congreso dio luz verde ayer al encuentro por unanimidad, con los votos de PP,
PSOE y CiU, y da luz verde a que se celebre una reunión entre víctimas que
además no son de la órbita de los populares.
Por tanto, el partido se expone a que no propaguen una visión del cierre de la
violencia acorde con sus intereses. En la cita, que en principio será abierta
al público y la prensa, participará de hecho Rosa Rodero, viuda del ertzaina
asesinado por ETA Joseba Goikoetxea que ha apostado por la reconciliación y que
ha protagonizado un documental con los expresos críticos con la organización
armada Carmen Gisasola y Andoni Alza. También acudirá Axun Lasa, hermana de
Joxean Lasa, asesinado por los GAL. Aunque el PP reconoce a las víctimas de los
GAL, Rajoy ha fijado distingos al retirar las ayudas económicas a 46 de ellas
por entender que pertenecían a ETA. Lasa fue asesinado por supuesta pertenencia
a la organización armada.
Además de Rodero y Lasa, acudirá Luis Otero, exmiembro de la Unión Militar
Democrática, organización clandestina antifranquista. Algunas agencias
apuntaron ayer la asistencia de Rosa Lluch, hija del exministro socialista
Ernest Lluch, víctima de ETA, aunque este diario no ha podido confirmarlo por
completo. La Mesa
ha aprobado ceder una sala para celebrar el encuentro el 29 de mayo, una semana
después de las elecciones municipales y forales en la CAV y autonómicas en varias
comunidades como Nafarroa. Por lo tanto, al PP no le pasará factura electoral, si
bien en este caso no ha habido intencionalidad política al elegir la fecha: los
promotores de la cita querían celebrarla en abril, en la sala Ernest Lluch,
pero ya estaba reservada para los viernes 10, 17 y 24, de modo que el
presidente del Congreso, el popular Jesús Posada, les ofreció escoger otra
sala para organizar el encuentro este mes -aula Clara Campoamor-, o bien
aplazarlo para poder utilizar la simbólica sala en memoria de Lluch. Los
impulsores han preferido posponerlo. Posada ya avanzó cuando se hizo pública la
petición que no veía mal la posibilidad de celebrar el encuentro, y solo
planteó objeciones formales porque la cita la pidieron diputados a título
individual y no grupos completos del Congreso. Firmaron, entre otros, diputados
del PNV, Amaiur, Geroa Bai, CiU, ERC, Izquierda Plural y también el socialista
vasco Odón Elorza.
Sin encuentros con los presos
Las aparentes facilidades que ha ofrecido el PP contradicen
la política desplegada hasta la fecha por Rajoy en materia de paz. Cuando llegó
al poder tras las elecciones generales de 2011, puso trabas a los encuentros
entre las víctimas y aquellos presos que habían hecho autocrítica y habían
mostrado interés en compartir esas reflexiones con los damnificados. Las
reuniones, impulsadas desde los gobiernos socialistas de la CAV y Madrid, nunca llegaron a
ser suspendidas oficialmente, pero los expertos que habían trabajado en ese
terreno y la exdirectora de la oficina de víctimas del Gobierno vasco, Maixabel
Lasa, denunciaron obstáculos y que por la vía de los hechos varios encuentros
terminaran quedando en el aire.
Se extendió la interpretación de que el PP no creía en la
reinserción y que, por ello, tampoco concedía permisos a los presos críticos de
la vía Nanclares, que han
tenido que acudir a los jueces para lograr beneficios. Según esa tesis, el
Gobierno español intentaría en el fondo evitar el tirón de orejas de los
sectores más inflexibles que, por mucha autocrítica que realicen los presos, no
quieren que se dé publicidad a esos casos, y exigen que cumplan todos sus años
de condena y que colaboren con la justicia ayudando a esclarecer los atentados
pendientes de resolver. Algunos sectores creen que Madrid persiguió incluso
dinamitar la dinámica de los encuentros con la extraña cita de la hermana de
Gregorio Ordóñez, popular asesinado por ETA en 1995, y Valentín
Lasarte. La gestión del encuentro, que en otros casos había sido extremadamente
discreta para que el programa diera frutos, provocó la protesta de la oficina
de víctimas de Lakua por haber pervertido la dinámica, y porque el encuentro lo
promovió “una víctima cuya intencionalidad, declarada a los cuatro vientos, es
desmontar una práctica y una trama en la que no cree”. Ordóñez dijo tras el
encuentro que, por mucho que Lasarte se “arrepienta”, debería colaborar con la
justicia, y que ella “ni olvida ni perdona”.
La presión de los sectores más inflexibles se habría notado
también en la política hacia las víctimas de los GAL, con la retirada de las
ayudas a 46 de ellas porque “se ha acreditado su pertenencia a ETA”. El
catedrático de Derecho Penal de la
UPV /EHU, Ignacio Muñagorri, vio un posible delito de
prevaricación en el Gobierno español por basarse en informes policiales y no en
sentencias judiciales. Una de las afectadas es la familia de Josu Muguruza,
exdiputado de Herri Batasuna asesinado en 1989. Se desconoce si la autorización
de ayer se trata de una simple contradicción por no haber calibrado bien el
simbolismo del encuentro, o si en realidad Rajoy asume que debe abrir la mano
en el nuevo tiempo y no realiza gestos de ese tipo con mayor frecuencia por
temor a las críticas. Aun así, se descarta un viraje posibilista. Más bien ha
apostado por la dureza con vistas a las elecciones, negándose a descontar a los
presos la condena cumplida en Francia, e instaurando un sucedáneo de la cadena
perpetua para los delitos de terrorismo.
Será la primera vez que se celebra una cita de ese tipo en la Cámara. La impulsa la Parroquia San Carlos
Borromeo de Madrid -conocida como Parroquia
Roja-, que el año pasado ya
organizó una reunión similar entre sus propias paredes. Llevará como lema En favor de la paz y la convivencia
en Euskal Herria. Los organizadores creen que el acto fue positivo para
superar desconocimientos y recelos entre los dos colectivos de víctimas.
Opinión:
Hace unos días hable con uno de los organizadores de este encuentro y es curioso enterarse de como algunos impresentables se dedican a exigir estar presentes en actos de este tipo con la supuesta excusa de ser "representantes" de no se sabe bien que o quien y con el propósito de entorpecer la labor de otras victimas. Pero también es agradable ver que existen victimas "de las de verdad" cuyo objetivo es hacer lo posible para que nadie mas pase por nuestro mismo sufrimiento. Y por ello estoy de acuerdo en que se realicen estos encuentros en los que cada victima acude a titulo personal, sin representar a ninguna otra victima. Ello da pie a que, por la pluralidad existente, podamos (o no) estar de acuerdo con lo que digan... al fin y al cabo, l@s que van a otros foros y lugares como "representantes" no consultan previamente la opinión a l@s demás. Otra cosa es que se cuente con opiniones equilibradas y que provengan de víctimas reconocidas como tales y no de recién llegados que son lo que algunos llaman “víctimas de tirita”.
Por otro lado, nadie del PP me pidió mi “aval” para
reunirse en la localidad burgalesa de Ibeas de Juarros hace ya muchos años con
ciertos representantes de la izquierda abertzale (¿o entonces ya eran ETA?).
En cambio, me comentaron lo del encuentro con el
etarra Rafael Caride Simón y accedí a tenerlo, con el objetivo de colaborar en
un propósito personal, compartido con muchas víctimas: que nadie más sufra lo
que ya hemos sufrido nosotros.
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