29 abril 2015
Condenado a
100 años de prisión el etarra que mutiló las piernas al capitán Juan José
Aliste
Colocó un
explosivo en los bajos de su coche, que usó para llevar a su hija y otros tres
compañeros al instituto
El tribunal juzgó este atentado de Salamanca,
después de que la Fiscalía
solicitara la reapertura de la causa en 2013 tras haber recibido un informe
policial que apuntaba a la posible autoría de Sergio Polo. El caso había sido
sobreseído de forma provisional en 1997 por falta de autor conocido.
Los magistrados consideran probado que Polo colocó
en la madrugada del 10 de noviembre de 1995 en los bajos del coche del
capitán de Infantería un artefacto explosivo, con más de 1200 gramos de clorato
sódico y 800 gramos
de multiplicador de alto explosivo. "La posibilidad de que en el citado
vehículo pudieran montar otras personas no le hizo desistir de su propósito
criminal, asumiendo el riesgo que de tal acto se derivaba para las personas y
los bienes", señalan.
Tal y como explicaron en el juicio los amigos de la
hija del capitán, esa mañana Aliste les recogió "más pronto que de
costumbre" para llevarles al Instituto, en cuya puerta les dejó a las 8.20
horas. El coche arrancó y tras recorrer unos cien metros, escucharon el
estallido de la bomba, que causó heridas de gravedad al militar por las cuales
sufrió la amputación de las dos piernas. Los sanitarios le colocaron prótesis
en ambas extremidades inferiores y desde entonces usa silla de ruedas y tiene
reconocida una incapacidad del 80 por ciento.
La sentencia, de la que ha sido ponente el
magistrado José Ricardo de Prada, ha tenido en cuenta la carta mecanografiada
en euskera incautada en el domicilio que tenía alquilado Polo y donde también
se encontró diverso material para preparar actos terroristas. En esa misiva, la
dirigente etarra María Soledad Iparraguirre, alias 'Anboto', se dirigía a Polo,
apodado 'Lur', realizando una "autocrítica" sobre el atentado de
Salamanca.
"No sabíamos que le habías metido tanto
material, ! Y encima sale vivo! ...nos
dices que tuviste problemas para instalar la lapa en el coche, pero puede haber
dos factores..", reflejaba la carta. En el piso donde vivía alquilado en
Pasajes de San Juan (Guipúzcoa) se localizaron documentos de horarios de trenes
a Salamanca y textos manuscritos transcribiendo dichos horarios.
Por todo ello, la Sala considera que no
cabe ninguna duda de que el acusado eligió "el objetivo, decidió la
comisión del hecho, lo organizó, confeccionó el artefacto explosivo con un
determinado contenido y lo colocó en los bajos de un coche, en un específico
momento, explosionando, de tal manera que aun pretendiendo la muerte, termina
causando únicamente graves lesiones al militar, además de poner en grave riesgo
la vida de sus acompañantes, que si no vieron afectadas sus vidas fue por
efecto del puro azar".
Opinión:
Un nuevo ejemplo de que la justicia, aunque tarde,
llega. Lo que sí quiero aclarar es que el etarra Sergio Polo Escobés deberá cumplir 30 años completos porque atentó
en 1995, justo cuando entró en vigor la reforma del Código Penal que nos
trabajamos un pequeño grupo de víctimas en 1994.
Y ya puestos, un fuerte abrazo para Juan José, a quien tuve
el placer de conocer y comprobar su enorme humanidad pese al enorme dolor
sufrido. Un ejemplo de dignidad y de superación.
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