10 abril 2015
Los yihadistas tenían fotos de una casa cuartel de la Guardia Civil
Los mandos de los Mossos ordenan a los agentes que extremen
la autoprotección
El consejero de Interior de la Generalitat confirma
que los detenidos «habían dado pasos» para atentar
Los once arrestados
comparecen hoy en la
Audiencia Nacional ante el juez Pedraz.
La desarticulación el pasado miércoles de una célula
yihadista en Cataluña que tenía la «voluntad
explícita» de atentar en esta comunidad ha disparado todas las alarmas sobre
el grado de implantación de estos grupos, una preocupación agravada tras
conocerse nuevos detalles sobre los supuestos planes del grupo. La célula de
once yihadistas fue trasladada ayer desde las dependencias centrales de los
Mossos en Barcelona hasta la Audiencia Nacional en Madrid, donde hoy prestarán
declaración ante el juez Santiago Pedraz.
Según ha podido saber este diario de fuentes
antiterroristas, uno de los posibles objetivos del grupo desarticulado era la
casa cuartel de la
Guardia Civil en Sant Andreu de la Barca (Barcelona), de hecho
el complejo más grande con que cuenta este Cuerpo en Cataluña. A los supuestos
yihadistas se les habrían intervenido fotos de las citadas dependencias en
varios de sus móviles. En este contexto, y aunque sin querer dar detalles sobre
la investigación, el consejero de Interior de la Generalitat , Ramon
Espadaler, reconoció ayer que los detenidos «habían dado pasos» para cometer un
atentado, confirmando de esta manera unos preparativos con un grado de madurez
preocupante.
Además del complejo de la Guardia Civil en
Sant Andreu de la Barca ,
los yihadistas habrían estudiado también otros objetivos. Si el miércoles ya
trascendió que se les habían intervenido fotografías de instituciones públicas
y de edificios emblemáticos de Barcelona, «El
Periódico» concretaba ayer que entre estos objetivos estarían la comisaría de
los Mossos d’Esquadra en la plaza España de Barcelona, el vecino centro
comercial Las Arenas, el Parlamento catalán y la plaza Cataluña. También, las
principales instalaciones de la
Policía autonómica en Cataluña, el complejo Egara de Sabadell
(Barcelona). El
mismo periódico citaba que en los registros en Valls (Tarragona) se habían
localizado sacos vacíos de nitrato de amonio, un fertilizante que por sí mismo
no es peligroso pero que puede utilizarse en la confección de explosivos de
fabricación casera.
Polémica por Nous Catalans
Con un nivel de alerta de 4 sobre 5 –decretado tras los
atentados yihadistas en París– y la constatación de que las fuerzas de
seguridad están amenazadas, y en Cataluña de manera particular los Mossos
d’Esquadra, los mandos de la
Policía autonómica han transmitido a los agentes la necesidad
de «extremar los elementos de autoprotección y seguridad».
Así lo confirmó ayer el director de la Policía catalana, Albert
Batlle, que como su superior político, Ramon Espadaler, no quiso precisar si
había algún edificio o dependencia policial amenazada de manera concreta, más
allá de las «amenazas genéricas» lanzadas desde el autodenominado Estado
Islámico (Daesh) contra «las fuerzas de seguridad de todo el mundo occidental».
Por otra parte, ayer proseguía la polémica por las
declaraciones del ministro del Interior, Jorge Fernández, alertando sobre la
actividad de la asociación vinculada a CDC Nous Catalans, dedicada según el
ministro a captar musulmanes para la causa independentista. Fernández negó que
hubiese vinculado «yihadismo y soberanismo», algo que no convenció a CiU, que
ayer reiteró que pedirá su comparencia en el Congreso.
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