05
febrero 2016
Un protocolo busca unir
criterios frente al enaltecimiento de ETA
Los impulsores lo registraron ayer en la Secretaría de Estado de
Seguridad, y cuenta con el apoyo de los principales colectivos de víctimas y de
sindicatos policiales, incluyendo la Ertzaintza
Ayer mismo quedaba en libertad,
tras permanecer 25 años en prisión, el etarra Miguel Ángel Askasíbar, y a las mismas puertas
de prisión, una treintena de familiares y amigos le tributaron un improvisado
«ongi etorri». También ayer, los proetarras aprovecharon los actos programados con motivo de los
Carnavales de Tolosa para exigir, con gran exhibición de pancartas, el traslado
de los presos terroristas al País Vasco.
El protocolo, cuyo autor es el
policía Víctor Valentín Cotobal, explica que desde que ETA anunció el cese
definitivo, ha sido necesario que las Fuerzas de Seguridad emprendan nuevas
líneas de trabajo porque, una vez derrotada, se empeña en realizar acciones que desvirtúan el
relato de lo acontecido durante medio siglo de terror. Para ello cuenta aún con una amplia
red de apoyo que le permite convocar actos de enaltecimiento del terror y de
humillación a las víctimas.
Así las cosas, el protocolo pretende
establecer una unidad de actuación que impida la omisión en los informes de
datos relevantes para la autoridad judicial. Sorprende que a
requerimiento de un mismo juez, la Guardia Civil remita sobre determinado acto un
informe de decenas de folios y la
Ertzaintza , por ejemplo, de apenas tres. El protocolo,
además, busca mejorar la cooperación entre los distintos Cuerpos e incrementar
la especialización.
El documento no es un medio para
limitar derechos fundamentales -nuestro ordenamiento es muy garantista-, sino
para identificar aquellas
conductas delictivas que convivan durante el ejercicio de derechos y
libertades.
Actuaciones
previas
El protocolo propone una serie de
consideraciones cuando la autoridad judicial solicite a los diferentes cuerpos
policiales informes previos ante la celebración de un acto del entorno
terrorista: Lugar, fecha y hora exacta. Identificación de las personas
físicas y jurídica que lo convoca, así como sus antecedentes policiales y
penales relacionados con delitos de terrorismo. En el caso de
las personas jurídicas, indicar si se ha ordenado la suspensión de actividades,
bien con carácter preventivo o por sentencia firme. «Cuando se trata de
personas físicas, indicar si pertenecen a la persona jurídica, si en la
organización del acto actúan en representación de la persona jurídica y si la
persona jurídica es conocedora de la representación que ejerce la persona
física en su nombre».
También se propone reflejar en el
informe si se han concedido a
los organizadores del acto las autorizaciones por parte de los órganos
administrativos competentes. Además, indicar si ese acto es
nuevo o si se vienen realizando otros iguales en años anteriores. En ese caso,
si entonces se impidió su celebración o si se produjeron hechos constitutivos
de delito.
Aconseja precisar el lema de la
convocatoria y si guarda conexiones con ETA. De la misma forma, se observará de
manera especial carteles, pancartas y publicidad de la convovatoria, reflejando
todos los detalles -inscripciones, símbolos, anagramas...- relacionados con la banda terrorista o
su entorno. Deberá hacerse un seguimiento del evento en las redes sociales, web
oficial... anotando todos los cambios de programación, entradas, fotos,
archivos, comentarios...
Transcribir
discursos que emocionen
También hay una serie de
consideraciones a tener en cuenta durante el desarrollo. Así, cuando se estime
necesaria la vigilancia de determinados actos porque pudieran ser constitutivos
de delito de enaltecimiento del terrorismo, se pondrá especial atención en las
siguientes conductas: Identificación de las personas que aparezcan en las fotos que se exhiban,
así como de quienes las porten. Reflejar si durante la
celebración se producen gritos, cánticos, aplausos, loas, exaltación,
justificación de delitos terroristas o a favor de ETA, sus presos o militantes.
Reconocer aquellos anagramas y banderas que se exhiban, con especial atención a
los de simbología terrorista. Si hay prevista la intervención de oradores, o actúan de forma
espontánea, identificarlos y hacer referencia a la importancia de su discurso,
su relación con el acto, con ETA... Transcribir
los discursos cuando provoquen emociones entre los asistentes, aplausos,
vítores. Anotar hechos relevantes que alteren el normal desarrollo, ya que es
muy normal que irrumpan «espontáneos». Y si se produce la improvisación de versos, transcribirlos, indicando si
están dedicados a determinadas personas. Identificar al «bertzolari» y
al homenajeado. Algo similar si se hacen ofrendas florales.
Opinión:
Al leer la noticia recuerdo una
conversación que mantuve en la sede del Ministerio de Interior el 6 de marzo de
2014. Uno de los temas que propuse fue, precisamente, el que recoge la
noticia... aunque lo planteé de otro modo mas directo y menos diplomático:
exigir al Ministerio que me explicara cuales eran los protocolos de actuación
ante diferentes situaciones, incluyendo la de una probable apología del
terrorismo por parte de sectores de la ciudadanía.
Me dieron la callada por
respuesta.
Ahora, casi dos años después, es
evidente que no han hecho nada sobre el tema... como con casi todo lo que deberían
hacer pero no hacen.
Por otra lado, algo no me cuadra.
¿Hay asociaciones que no han sido consultadas para este proyecto? ¿Han sido
consultadas y no estaban de acuerdo? Las víctimas que pertenecen a alguna
asociación de las “supuestamente” NO consultadas ¿no merecen ser representadas?
Las víctimas que no pertenecen a ninguna asociación ¿no tienen derecho a ser
informadas?
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