15 febrero 2016
Siete
eurodiputados se desplazan a Euskadi para elaborar un informe sobre la
dispersión de presos de ETA
Los parlamentarios
mantendrán encuentros con representantes institucionales y políticos. La
agenda, con más de 25 reuniones, incluye encuentros con el Fiscal General del
País Vasco, Juan Calparsoro, y con los responsables de Derechos Humanos del
Gobierno Vasco.
El 13 de febrero no es un día más para los
familiares de Rubén Garate, un vecino de Otxandio que murió en un accidente de
tráfico hace ahora 16 años. La mayoría de los medios incluyeron su caso en el
apartado de sucesos, pero desde su entorno reivindican que es una víctima de la política penitenciaria de excepción que se aplica
contra los presos de ETA. De hecho, su muerte se produjo cuando se
dirigía a visitar a un amigo que se encontraba preso en la cárcel de
Alcalá-Meco, a unos 400
kilómetros de Euskadi.
Coincidiendo con un nuevo aniversario de esta
muerte, una delegación de europarlamentarios aterrizará este domingo por la
noche en el aeropuerto de Loiu para iniciar una visita de 48 horas al País
Vasco. El objetivo principal será comprobar los efectos de la dispersión
carcelaria, una medida que el gobierno de Mariano Rajoy aún mantiene a pesar de que ya han transcurrido más
de cuatro años desde que ETA anunciase el cese definitivo de la violencia.
También se interesarán por la situación de los presos gravemente enfermos que aún continúan en cárceles
españolas, si bien la ley establece que deberían cumplir sus condenas fuera de
prisión.
La comitiva estará compuesta por la presidenta del
Grupo de la Izquierda
Verde Nórdica-Izquierda Unitaria Europea (GUE/NGL), la
alemana Gabi Zimmer; Malin Björk, del Partido de la Izquierda de Suecia;
Martina Anderson, del Sinn Fein irlandés; Lidia Senra, de Alternativa Galega;
Josep-Maria Terricabras (ERC), Tatjana Ždanoka, de la Unión Rusa de Letonia;
y Mark Demesmaeker, miembro de la conservadora Nueva Alianza Flamenca. Si bien
Demesmaeker forma parte de la
Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, tanto él
como los demás eurodiputados acudirán al País Vasco a título personal.
Durante su corta estancia en Euskadi, los
representantes políticos se dividirán en grupos para tratar de cubrir una
apretada agenda, en la que aparecen hasta 25 reuniones. La preparación de estos
encuentros ha estado a cargo de Etxerat, el colectivo de familiares de presos de ETA y de otras organizaciones
de la izquierda abertzale. “Todo comenzó en marzo de 2015, cuando una
delegación de Etxerat acudió a Bruselas para entrevistarse con eurodiputados de
todos los partidos”, recordó a Público Urtzi
Errazkin, portavoz de ese colectivo.
Tras aquella primera toma de contacto, varios
eurodiputados se interesaron por saber más sobre la situación de los reclusos
que se encuentran dispersos en lejanas cárceles de España y Francia. Así nació
la idea de acudir a Euskadi para conocer esta problemática in situ. Con ese
objetivo, los siete representantes políticos mostraron su intención de mantener
reuniones “con la máxima representación posible” de organismos y entidades,
según indicó Errazkin.
Del
Parlamento al Gobierno Vasco
De esta manera, la gira arrancará el lunes por la
mañana en el Parlamento Vasco, donde los europarlamentarios serán recibidos por
su presidenta, Bakartxo Tejeria (PNV). Seguido, mantendrán una reunión con la
comisión de Derechos Humanos de la cámara vasca. La agenda incluirá sendas
reuniones con representantes de Podemos y Ezker Anitza (filial de IU en
Euskadi), dos partidos que actualmente no están representados en el Parlamento
de Vitoria.
Desde allí se dirigirán al Gobierno Vasco, donde les
esperarán Jonan Fernández, responsable del área de Paz y Convivencia, y Mónica
Hernando, directora de Derechos Humanos. Por su parte, otro grupo de
eurodiputados viajará a Pamplona para reunirse con el director de Paz y
Convivencia del Gobierno de Navarra, Álvaro Baraibar. También estarán con la
presidenta del Parlamento de Pamplona, Ainhoa Aznárez, y serán recibidos por
una comisión en la que “estarán representados todos los partidos políticos”,
apuntó a este periódico el portavoz de Etxerat.
La gira no se detendrá allí. En el marco de su
visita exprés, los parlamentarios europeos serán recibidos por el fiscal
general del País Vasco, Juan Calparsoro, a quien mostrarán sus inquietudes
sobre los términos legales de la dispersión. Lo mismo harán con el responsable
del área de Justicia del Ararteko (Defensor del Pueblo), Rafa Sainz de Rosas,
al igual que con Nazario Oleaga, ex decano del Colegio de Abogados de Bizkaia y
actual director de la
Federación de Colegios de Abogados de Europa. Tampoco
faltarán las reuniones con los responsables de los principales medios de
comunicación del País Vasco, así como con representantes de los sindicatos ELA, LAB, ESK, Hiru y
STEE-Eilas. Además, se encontrarán con miembros de la red ciudadana Sare –que reclama el fin de las medidas de
excepción en el ámbito carcelario- y de Etxerat.
La agenda también prevé encuentros en Baiona (País
Vasco francés), donde estarán con una amplia representación política
–exceptuando el ultraderechista Frente Nacional- y con Gabi Mouesca, ex preso del
grupo armado Iparretarrak y ex presidente del Observatorio Internacional de
Prisiones. También mantendrán una reunión con Bake Bidean, una
organización similar a Sare que actúa en el territorio francés.
Cuando acaben estas maratonianas jornadas, los
eurodiputados volverán a Bruselas y redactarán un informe que será presentado
públicamente. “El simple hecho de que se hayan interesado por venir a Euskadi ya es muy importante –afirmó Errazkin-. En el Parlamento
europeo están muy acostumbrados a tratar vulneraciones de derechos humanos,
pero siempre fuera de sus fronteras. Ya era hora de que mirasen un poco hacia
adentro”. En medio de los preparativos para dos días de infarto, el portavoz de
Etxerat no ocultó sus esperanzas ante los posibles efectos de esta visita. “Sabemos que va a dar qué
hablar”, adelantó.
Opinión:
Sin ánimo de venganza y sin
desearle el mal a nadie, sobre el tema de los accidentes de tráfico a causa del
hecho de que hayan miembros de la banda terrorista ETA en cárceles a cierta
distancia de sus casas, tengo que decir que también hay víctimas que hemos
tenido muchísimos gastos (económicos y de muchos otros tipos) a consecuencia de
los atentados. Por lo tanto, que alguien, desgraciadamente, padezca un
accidente de tráfico por desplazarse a ver a unos amigos o a unos familiares no
lo achaco a una situación penitenciaria concreta.
Dicho lo cual, desde que el
acercamiento se entendió como una cuestión a todas luces legal, no me importa
en absoluto en qué cárcel cumplen las condenas. Solo me importa que las
cumplan.
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