16 febrero 2016
Don Juan Carlos: «¿El peor
momento? Hubo 800 malos momentos, las más de 800 víctimas del terrorismo»
El Rey padre
hace balance de su vida y su reinado en un documental emitido en Francia
Documento audiovisual de primera importancia: «Yo,
Juan Carlos, Rey de España», emitido ayer noche por France 3 (televisión
pública). El Rey padre comenta personalmente los 39 años de su reinado, desde
la dramática peripecia personal y familiar que comenzó en el exilio y culminó
con cuatro décadas prodigiosas que cambiaron, para bien, la historia nacional. «Yo, Juan Carlos, Rey
de España» es un
documental realizado por Laurence Debray y Miguel Courtois Paternina. Poco
antes de su abdicación, el Rey padre aceptó responder a las preguntas de los
realizadores, comentando los acontecimientos históricos que jalonaron la
peripecia personal de su familia, desterrada, y su propio destino personal,
consumando uno de los procesos más felices de la modernización y europeización
de España.
Don Juan Carlos aceptó comentar con preciosa
brevedad ese proceso capital. Los realizadores del documento le proponen
imágenes históricas que el Rey padre comenta con brevedad emocionada… Su primer
viaje a España, niño, en el Lusitania Express: «Entonces todavía hablaba español
con acento francés».
Las detestables relaciones de Don Juan de Borbón y Franco. El apego familiar a
la libertad, que su hermana, Doña Pilar de Borbón, comenta apasionada:
«Llevábamos la democracia en nuestra sangre, educados por nuestros padres».
Siguen momentos capitales de la historia íntima de
España y el Rey. Educación marcial, austera y ejemplar. Educación
institucional, de la mano esencial de Torcuato Fernández Mirada. Primeros
viajes internacionales. La lenta agonía de Franco, que un día antes de su
muerte dice a Don Juan Carlos: «Alteza, lo esencial
es que preserve la unidad de España.»
«Mi generación»
Seguirá fechas históricas. Discurso ante el congreso
de los EE. UU. anunciando la democracia. Nombramiento de Adolfo Suárez como
primer ministro: «Él era un hombre de mi generación. Que me comprendió muy
pronto. Yo sabía, desde mucho antes, que mi tarea era restaurar la democracia
pero… ¿cómo? El cardenal Tarancón, Torcuato Fernández Miranda,
Adolfo Suárez, me ayudaron mucho».
Con emoción y sabiduría, al borde de las lágrimas,
en muchas ocasiones, Don Juan Carlos repasa con prudencia una historia que él
contribuyó a forjar. Historia épica, en bastante medida, salpicada de tragedias
íntimas, como la muerte accidental de su hermano. «Me falta mucho. Me ha faltado mucho, durante toda
la vida. Estábamos muy unidos».
Historia épica manchada por la tragedia de la sangre
derramada: «¿Mi peor recuerdo? ¿El peor momento? Hay muchos. Pero, respondiendo con sinceridad,
debo decir que hubo 800 malos momentos. 800 momentos de angustia y tragedia. El
recuerdo de más de 800 muertos víctimas del terrorismo. Me sentí y me siento
muy solidario con ellos, con sus familias».
Paso a paso, página a página, el Rey padre apostilla
con inmenso respeto páginas cruciales. El intento de golpe de Estado… «Fue un
momento muy grave. En aquella jornada me ayudó mucho mi amistad con los
militares con quienes había estudiado en la Escuela Militar. La Corona no podía tolerar que
se diese marcha atrás al proceso democrático iniciado
por el pueblo español».
La emisión termina con el Rey padre comentando,
emocionado, su abdicación. Y con Don Felipe evocando la figura de su abuelo y
su padre. «Mi hijo ha tenido una formación muy distinta a la mía», afirma Don
Juan Carlos, agregando: «Ha vivido siembre en España. Ha tenido una formación
muy sólida. Es un hombre moderno».
La referencia de Don Juan
Los españoles estarán orgullosos de él». Sereno,
tranquilo, el Rey Don Felipe evoca con mucho pudor la figura histórica y
familiar de Don Juan de Borbón y Don Juan Carlos: «Mi abuelo fue siempre una
referencia esencial. Hablamos poco. Pero me decía cosas capitales. Siempre me
sirvió de guía. A mi padre he llegado a pedirle consejo. Pero él siempre me invita a asumir solo mis
responsabilidades, diciéndome que él está y estará a mi lado,
pero diciéndome: eres tú el que debe encontrar la solución».
Opinión:
Leer el titular
ya merece una respuesta. «¿El
peor momento? Hubo 800 malos momentos, las más de 800 víctimas del terrorismo». Para entendernos, esa declaración
tan solidaria me hace pensar en otras víctimas, en otras lecturas, en otras
circunstancias.
1. No se si en
esas 800 victimas incluye a las que murieron en el Hotel "Corona de Aragón"
de Zaragoza.
2. Si estuvieran
incluidas serian 900 victimas mortales. Entre ellas numerosos miembros de su
estamento, es decir, el militar.
3. Es evidente
que debe referirse a las victimas mortales de ETA. De las victimas heridas,
algunas de ellas de gravedad, ni acordarse.
4. Y puestos a
no acordarse, se intuye que tampoco recuerda a l@s asesinad@s por todas las
otras bandas terroristas que han actuado en España. Y por desgracia son muchas.
Incluidas las 191 del 11M... bueno 192 para ser exactos... la ultima murió no
hace mucho.
5. Y también
olvida las victimas españolas de atentados fuera de territorio nacional.
Por esta causa, recomendarle al Rey Emérito que antes de opinar sepa rodearse de unos buenos asesores, de personas que conozcan muy bien los temas a tratar y a opinar. Si no lo hace, pasan estas cosas. Y aunque no lo parezca, muchas victimas se sienten ofendidas aunque luego no se lo digan a Su Majestad.
Por esta causa, recomendarle al Rey Emérito que antes de opinar sepa rodearse de unos buenos asesores, de personas que conozcan muy bien los temas a tratar y a opinar. Si no lo hace, pasan estas cosas. Y aunque no lo parezca, muchas victimas se sienten ofendidas aunque luego no se lo digan a Su Majestad.
De hecho,
algunas me lo han dicho a mi. Luego le escriben al Palacio de la Zarzuela y la respuesta
es... mejor me lo callo, que me dicen que "por hablar de la Casa Real te puede caer
un paquete"...
Pues eso, por si
acaso, calladito.
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