10 febrero 2016
Los presos de ETA aseguran que “ni se arrepentirán ni delatarán”
En una carta afirman que no cederán y que protestarán en las cárceles
para denunciar la situación de los reclusos enfermos
Los presos de
ETA agrupados en el colectivo EPPK han advertido este martes de que "no se
arrepentirán" ni "denunciarán" a sus compañeros, tal y como se
les está solicitando desde Instituciones Penitenciarias, para avanzar en
medidas de reinserción. Los presos, en un comunicado remitido a los diarios Gara y Berria, han anunciado también que llevarán a cabo actos
de protesta en las cárceles entre los días 15 y 20 de febrero para denunciar la
situación de los reclusos gravemente enfermos.
Los presos admiten disensiones en
su seno a la hora de poner en valor la demanda de la izquierda abertzale de buscar un acuerdo más amplio que, a
través del reconocimiento del daño causado, pueda abrir la puerta a un cambio
sustancial en la política penitenciaria y el acercamiento de los presos. Sin
embargo, aunque sin citar a ninguna persona ni siglas, critican a los agentes
políticos que "en otras etapas se mostraban favorables a la solución y
ahora han variado su actitud y priorizan sus intereses particulares". En
el avance de la carta, que muestran estos diarios, los presos advierten a estos
agentes de que "pierdan la esperanza", porque no están dispuestos a
ceder.
"Poniendo como ejemplo el triste camino de algunos de nuestros
excompañeros, se nos pide que nos arrepintamos. Sabiendo que no nos
arrepentiremos, se nos pide que denunciemos a nuestros miembros. Sabiendo que
no los vamos a delatar, nos incitan a que digamos lo que no creemos, sabiendo
que no vamos a hacer nada de eso. Eso tiene un solo nombre: la propia
injusticia", sostienen los reclusos de ETA.
El pasado 13 de enero, 35 miembros de la reconstruida Batasuna, el
Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV) y Acción Nacionalista Vasca
(ANV) alcanzaron una acuerdo con la fiscalía de la Audiencia Nacional ,
la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) y Dignidad y Justicia (DyJ) en el que se comprometieron a
renunciar a la violencia y a reparar el sufrimiento de las víctimas a cambio de
eludir la cárcel. Los procesados, para los que se pedían hasta diez años
de prisión, reconocieron haber sido “instrumentalizados” por ETA y aceptaron condenas
que oscilan entre un año y medio y dos años de cárcel por pertenencia a banda
terrorista. Apenas unas horas después la izquierda abertzale aventuró
que era un camino que podían seguir los presos para lograr acabar con el
inmovilismo del Gobierno en materia penitenciaria.
En la carta publicada este martes, los reclusos, a falta de conocer la
integridad del documento, echan un jarro de agua fría a esa posibilidad.
Respecto a las disensiones en el entorno de los presos, protagonizadas por
colectivos como ATA, el EPPK sostiene que el colectivo "es plural" y
se sitúa dentro de la izquierda abertzale, aunque cada uno de sus miembros
"tenga su opinión sobre la actividad y los actos de la izquierda abertzale". En
este comunicado, los presos insisten en exigir su traslado a cárceles del País
Vasco, lo que "supondría un paso de gigante en el camino para la paz y
libertad", al tiempo que critican a España y Francia por
"perpetuar" el conflicto. También explican que "palabras
bonitas" como "memoria, autocrítica, convivencia y paz" aparecen
"en boca de los políticos" que pretenden ponerlas "como peaje o
aduana para avanzar sinceramente en la solución" y que "pervierten
sus leyes para sus intereses".
Opinión:
La posición de los miembros de
ETA que se mencionan en esta noticia, esos que “ni se arrepentirán ni delatarán”
era de esperar. Considero que no es ni siquiera una postura de fuerza, porque
son terroristas pero no son imbéciles como para no conocer los derechos que una
legislación tan garantista como la española les ofrece.
Cuando se lleva muchos años en
este tema se sabe donde hay que preguntar y donde hay que buscar la información.
No consultaré a los recién llegados que han estado escondidos o directamente “missing”
durante décadas y ahora aparecen
creyendo que pueden dar lecciones de lo que ni saben ni han vivido ni han
sufrido.
Me explicaré: cuando los terroristas
cometieron los atentados por los que fueron capturados, juzgados y condenados
existía unos Códigos Penales vigentes. Si los atentados han sido cometidos antes
de 1995, las condenas máximas a cumplir con estancia en prisión serían de un máximo
de 24 años. Por ello, si el atentado lo cometieron en 1992, 1993 o 1994 estarán
a punto de salir por lo que decir que “ni se arrepentirán ni delatarán” no les
presupone una mayor condena de la que ya están a punto de cumplir.
Si los atentados han sido
cometidos después de 1995, la condena en prisión efectiva será de un máximo de
30 años, con lo que unos pocos (no demasiados en proporción al resto) podrán ir
saliendo a partir de 2025. A
esos pocos les quedarán menos de diez años. El último atentado de ETA en España data de 2009 con lo que esos saldrán en 2039.
¿Cuántos son en proporción los
que ni se arrepentirán ni delatarán” que saldrán en estos diez próximos años?
Ya sabemos que hay quienes, cuando
les señalan la luna con el dedo, se quedan mirando el dedo. Por eso, con toda
sinceridad, de esta noticia no me quedo con el titular. Me quedo con el hecho
contrastado de que hay muchos miembros de ETA que están (digamos que “solo”)
molestos al ver que mientras ellos están entre rejas, otros están optando por
la vía política para conseguir lo que ellos (los de dentro) querían conseguir
asesinando y destrozando familias.
Ya lo decían los romanos hace
2000 años: “divide et impera”. Y están vencidos.
Y en cuanto a que acusados por terrorismo
pacten acuerdos con asociaciones de víctimas… me gustaría saber si esa decisión
ha sido consultada antes a sus miembros. Pero eso ya sería otro tema…
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