11 febrero 2016
Los titiriteros acuden a la Audiencia Nacional
para entregar el pasaporte
La asociación Jueces para la Democracia considera que las escenas de la obra
se encuentran amparadas por "la libertad de expresión"
Los titiriteros acusados de enaltecimiento del terrorismo han
acudido este jueves a la
Audiencia Nacional para entregar sus pasaportes, como parte
de la batería de medidas cautelares impuestas por el magistrado Ismael Moreno a
petición de la fiscalía. Raúl García y Alfonso Lázaro, de 34 y 29 años, han
llegado junto a un grupo de amigos y han rechazado responder cualquier pregunta
de los medios de comunicación. Sobre ambos, que abandonaron sobre las seis de
la tarde del miércoles la madrileña prisión de Soto del Real tras cinco días encarcelados, aún pesan los catgos de delito terrorista e incitación al odio.
La asociación Jueces para la Democracia se ha
mostrado en contra de que los titiriteros sigan acusados de dichos delitos. A
través de un comunicado, el colectivo se ha sumado a otras organizaciones —como
Amnistía Internacional— que consideran que la función representada se encuentra
"amparada por la libertad de expresión". "Es obvio que exhibir
una pancarta que diga Gora Alka-Eta puede
suponer enaltecer [el terrorismo]. Pero no menos obvio resulta que, cuando eso
no ocurre en la realidad, sino en la trama de una representación de títeres,
hay que considerar el sentido y finalidad de la obra", explica la
asociación de magistrados, que considera que, en este caso "no se detecta
(...) una actuación de justificación del terrorismo".
Jueces para la Democracia tampoco
aprecia que la representación incite al odio, "al tratarse de una obra
teatral que no promueve la violencia, hostilidad o discriminación contra grupos
o personas, ya que se limita a plantear un relato crítico de carácter simbólico
contra determinadas instituciones". El libreto que escandalizó el pasado
viernes, en el barrio de Tetuán, a parte de los asistentes —entre los que había
niños— muestra los enfrentamientos que mantiene una bruja con distintos
representantes de poderes sociales (la
propiedad, la religión, la policía).
Entre otras escenas, la bruja
mata al propietario del piso en el que reside porque este la intenta violar;
también asesina a una monja que pretende llevarse a su bebé y a un juez que le
acusa de terrorista. Además, en un momento de la trama, Don Cristóbal, un
policía corrupto, intenta acusar a la bruja y para ello coloca en la vivienda
de la misma objetos incriminatorios. Entre ellos, la pancarta con el lema Gora Alka-ETA y
una "albóndiga-bomba".
"En la obra se incluyen
escenas de carácter violento que no deberían haberse representado ante un
público infantil. Sin embargo, ello debería conllevar responsabilidades en el
ámbito político municipal, en su caso, sin que puedan derivarse necesariamente
consecuencias penales", continúa Jueces para la Democracia , que ha
cuestionado el auto de prisión provisional dictado el sábado por Moreno. Según
el colectivo, en el escrito "no existe una motivación suficientemente
clara" para acordar la entrada en la cárcel de los intérpretes.
Según la asociación, tampoco se
fundamentaron "de forma detallada" los riesgos de destrucción de
pruebas y de reiteración delictiva. "Consideramos positiva la puesta en
libertad acordada", aprueban. Jueces para la Democracia considera
"llamativo el cambio de criterio de la fiscalía en tan corto espacio de
tiempo, "al pasar a considerar que las mismas personas ahora tienen
arraigo y que no existe riesgo de fuga, en contraste con la posición
radicalmente contraria sostenida muy poco antes", remachan.
Opinión:
Es enorme la cantidad de gente
que está opinando sobre el tema de los titiriteros. Esta mañana me decía
un cliente que era una verguenza que en
la obra se matara a monjas y a jueces (en plural) y apareciera una pancarta
“que ponía gora eta, tío, ponía gora eta”. Lo de la diferencia entre el
singular y el plural lo ha captado a la primera, en el bien entendido caso de
que a mi, personalmente, la trama de la obra me parece muy rebuscada y hasta
fuera de lugar. Pero claro, yo no soy nadie para opinar sobre los modos de
plantear cuestiones que pueden ser de diferente apreciación dependiendo de quien
lo vea. Me ha costado mucho más hacerle entender que en la pancarta no ponía
“gora eta” sino “gora alka-eta” y me ha costado mucho menos que entendiera que
de haber puesto realmente “gora eta” el delito habría sido indiscutible.
Pero la conversación con el
vecino ha derivado a una especie de apuesta. En su casa he encontrado varios
videojuegos con los que sus dos nietos pasan mucho tiempo jugando y entre
estos, el Madworld y el Call of Duty Modern Warfare 2... Ni sabía que los tenía
en casa porque “los críos los traen y los ponen y los quitan ellos solos”.
Resumiendo, estoy seguro que
habrá quien se queje por la trama de la obra de los titiriteros de Madrid,
estoy seguro que habrá quien quiera ver lo que no se ve pero parece que se ve,
estoy seguro que habrá a quien todo esto les parezca una cuestión más política
que educacional.
Y respeto, lógicamente, todas las
opiniones. Pero quizás algunos deberían saber a qué videojuegos juegan sus
hijos o sus nietos y pensar si no habrá alguien que piense que habría que meter
a los papás o los abuelos en la cárcel por permitirlo.
Creo detectar un error en el redactado:
ResponderEliminarhabría que MATAR a los papás o los abuelos EN la cárcel por permitirlo.
Supongo que queria decir MANDAR y A, osea:
habría que MANDAR a los papás o los abuelos A la cárcel por permitirlo.
REFLEXIVO, gracias por la rectificacion... naturalmente queria escribir "meter" y no matar... siento el error y lo arreglare lo mas pronto posible.
ResponderEliminarRectificación realizada. Gracias de nuevo por el aviso.
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