08 febrero2016
Desmantelan
la organización y detienen a siete personas por enviar armas y material militar
como ayuda humanitaria a Siria e Irak
Asimismo, se ha logrado abortar la red que dicho
centro utilizaba para el blanqueo del dinero de las citadas bandas para el que,
según las primeras investigaciones, utilizaban, incluso, los paraísos fiscales
más conocidos. Los capitales llegaban a España por el tradicional sistema del
«Hawala», que permite eludir el control de las autoridades. El método, con unos
costes mínimos, gran rapidez y escasa documentación, consiste en que el dinero
es depositado en un lugar y, por vía fax o email, se comunica a la oficina de
turno para que se lo dé al destinatario.
El hecho de que los agentes del CGI hayan logrado
incautar, en los distintos registros, los albaranes de las operaciones de la
organización de los últimos cuatro años, supone que van a reconstruir las
operaciones de envío de material militar a Jabhat al Nusra y Daesh, y el dinero
que se ha movido en las transacciones.
En uno de los almacenes que han sido registrados se
han encontrado cientos de cajas con uniformes militares para su envío a la zona
de combate. Los expertos habían detectado que, de un tiempo a esta parte, los
antiguos «mujaidines» (soldados del islam) desarrapados lucen uniformes nuevos,
cuyos fabricantes se va a poder determinar también.
La organización desmantelada ayer trabajaba
habitualmente en varios países europeos, entre ellos Francia y Bélgica, hasta
que su jefe, un sujeto absolutamente radicalizado pero amante del dinero, que
ha sido detenido en Alicante, decidió concentrar todas las estructuras en el
levante español. Se trataba de aprovechar las «facilidades» que le ofrecían los
puertos marítimos de la zona donde embarcaba los «containers» en los que
escondía el material militar. Fue su perdición, ya que la CGI pudo centrar todas las
investigaciones.
Las siete detenciones se practicaron en las
localidades alicantinas de Crevillente, L´Alquería D´Ansar, Muro d´Alcoi, Alcoy
y Alicante. También, en Onteniente (Valencia) y en Ceuta.
Entre los capturados, hay cinco españoles de origen
sirio, jordano y marroquí, y dos extranjeros residentes, de nacionalidades
siria y marroquí. En total, se han realizado doce entradas y registros en los
domicilios, así como en los locales y naves donde desarrollaban sus negocios.
Según fuentes del Ministerio del Interior, «la
cobertura fraudulenta que utilizaban para las remesas de material militar era
la de envío de ayuda humanitaria a las zonas de conflicto, pero realmente lo
que viajaba oculto entre enseres varios era dinero, equipos electrónicos y de
transmisiones, armas de fuego y precursores destinados a la fabricación de
explosivos».
«El grupo desmantelado, que se caracterizaba por su
perfecta organización y por la distribución de cometidos especializados entre
sus integrantes, formaba parte de un “aparato logístico” estable y plenamente
desplegado. El funcionamiento y la dirección del grupo la ejercía un solo
miembro, que había establecido un liderazgo permanente basado en la confianza,
en intereses compartidos y en un ideario radical afín. Este líder centralizaba
y dirigía toda la actividad a través de un complejo empresarial que le
permitía, sin levantar sospechas, el envío del material en contenedores
cerrados, que tenían su punto de partida en puertos españoles y cuyo destino
era Siria e Irak».
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