sábado, 4 de marzo de 2017

04 marzo 2017 Aportación de Eulogio Paz

04 marzo 2017 Aportación del blog de Eulogio Paz

11-M: El informe secreto hallado por el Ministerio del Interior es otro varapalo importante a la “conspiranoia política y mediática”

Como todos los años, es habitual que en fechas cercanas a las conmemoraciones del 11-M se recrudezcan los bulos de la "conspiranoia política y mediática" en torno a los atentados del terrorismo yihadista del 11 de marzo de 2004 en cuatro trenes de cercanías de Madrid. De hecho, he leído alguno que ha vuelto a circular en estos días, y del que ya di cuenta en una entrada en mi Blog ni más ni menos que ¡¡¡el 1 de agosto 2012!!! con el título El 11-M, José Luis Rodriguez Zapatero y Pedro J. Ramírez. Habiéndose quedado sin argumentos, los conspiranoicos se repiten, a ver si algún incauto pica.

Pero dejando atrás las ya trasnochadas mentiras, destaco que el periódico El Mundo sigue la estrategia de poner grandes titularestendenciosos y equívocos, sobre todo cuando hay personas que sólo leen el gran titular de la portada y luego no leen el artículo, porque si lo leen van a caer en la cuenta que no se justifica ese gran titular para lo que luego admite el artículo. En mi opinión, es una forma engañosa de hacer periodismo; yo no lo considero periodismo. Recientemente y en relación a un "informe secreto" hallado por el Ministerio de Interior (por lo tanto, un informe ya desvelado), un gran titular de portada de El Mundo fue: La Policía admite fallos en la custodia de la mochila del 11-M. Un titular que sirve para alimentar a los teóricos de la conspiración política y mediática, y que contribuye a seguir hurgando en la herida con el consiguiente agravamiento de las secuelas psicológicas en víctimas. Sin embargo, como he dicho antes, la lectura pausada del contenido del artículo escrito por Fernando Lázaro empequeñece el gran titular de la portada al tiempo que reafirma lo fundamental de lo ocurrido y sentenciado en los atentados del 11 de marzo de 2004.

Del propio informe elaborado por la Brigada de Análisis y Revisión de Casos (BARC), así como de las publicaciones en diferentes medios de extractos del informe, señalo las conclusiones más relevantes:

La mochila de Vallecas que no explotó llevaba una bomba con un teléfono móvil en su interior. Su desactivación permitió a los investigadores obtener datos y pistas que llevaron al locutorio de Lavapiés y a la detención de Jamal Zougam, así como a la casa de Morata de Tajuña, Madrid, donde en anteriores días fueron fabricados los artefactos explosivos.
 
Desde la introducción en bolsones de los efectos hasta su apertura en la comisaría de Puente de Vallecas, los objetos se encontraron en todo momento bajo custodia y los testigos policiales descartan la posibilidad de que se manipularan durante el traslado. La BARC concluye que entre el artefacto localizado en esa comisaría y los que fueron desactivados en otros lugares relacionados con los atentados, existen elementos comunes que indican que fue depositada en el tren por los terroristas.

La Audiencia Nacional avaló la mochila de Vallecas como la pieza clave para resolver los atentados del 11-M en los que fueron asesinadas 191 personas y heridas alrededor de 2.000. El tribunal presidido por el juez Javier Gómez Bermúdez defendió la autenticidad de la bolsa que contenía un artilugio explosivo; bolsa que fue desactivada un día después del 11 de marzo en el parque Azorín del madrileño barrio de Vallecas.
 
El tribunal reflejó también en la sentencia que la cadena de custodia de este efecto no se rompió. Sentenció que no hay indicio alguno de un deficiente control de los efectos que, en todo momento, estuvieron bajo custodia de funcionarios policiales determinados, resaltando que existe un enlace múltiple, unívoco, preciso y directo entre el explosivo desactivado en el parque Azorín y los distintos escenarios de los atentados. La sentencia también realiza un informe detallado tanto del teléfono como de la tarjeta del aparato intervenidos en esa bolsa y que fueron la clave policial para llegar a Jamal Zougam, concluyendo que del análisis de la prueba practicada sobre la tarjeta del teléfono que tenía la bomba desactivada en Vallecas se pudo llegar hasta el locutorio de Jamal Zougam, en la calle Tribulete del barrio de Lavapiés, en Madrid. Concluyendo también que el análisis del teléfono conduce a afirmar que las personas que los adquirieron entre el 3 y el 8 de marzo en Bazar Top formaban parte del grupo terrorista y estuvieron en la casa de Morata de Tajuña, Madrid.

La propia Fiscalía de la Audiencia Nacional, teniendo en cuenta los Antecedentes de Hecho y los Fundamentos Jurídicos, ha decretado que: 

Una vez examinado su contenido, se constata que el informe en cuestión no contiene ningún dato, indicio o elemento incriminatorio nuevo y/o distinto, de los ya incorporados en su día al procedimiento judicial, que justifique una reapertura de la misma a los efectos  de iniciar nuevas líneas de investigación o esclarecer nuevas responsabilidades en la planificación y ejecución de los atentados, acordando el archivo sin más trámites de las diligencias de investigación.

Opinión:


Otra razón más para mi elección del libro que jamás recomendaría a nadie. Eulogio, gran trabajo. Seguimos adelante, porque se avecinan tiempos complicados… ya sabemos que hay quien con tal de vender un libro o hacerse una foto para enseñarla en el bar a sus amigos, son capaces de cualquier cosa.

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