30 marzo 2017 (26.03.17)
El Gobierno de Rajoy
empieza a preparar el fin de la dispersión de presos
Lo plantea a medio plazo y rechaza que pueda
corresponderse a una contrapartida al PNV.
Los responsables de la seguridad del Estado
insisten, en público y en privado, en que no hay intención de mover presos, que
no hay planes para acercarlos y, mucho menos, para ceder las competencias
penitenciarias al País Vasco.
Hoy no y mañana, tampoco. Pero dentro de unos meses, cuando
ya nadie pueda interpretarlo como una política de acción/reacción, se pueden
dar «pasos» en política penitenciaria antiterrorista, y así se asume desde
Moncloa y desde la dirección nacional del PP. Y sobre esta base se están
empezando ya a poner los primeros cimientos para estudiar qué hacer con los
presos de ETA.
Los responsables de la seguridad del Estado insisten, en
público y en privado, en que no hay intención de mover presos, que no hay
planes para acercarlos y, mucho menos, para ceder las competencias
penitenciarias al País Vasco. Pero su mensaje está perfectamente acotado en el
tiempo: «En la actualidad no se dan las circunstancias para ello». No obstante,
el Ejecutivo se prepara para que esas «circunstancias» cambien y, a medio
plazo, se puedan producir movimientos.
Uno de los asuntos clave tiene mucho que ver con el
escenario de apoyos parlamentarios del PP. Es decir, si Moncloa intuye que la
legislatura es corta, la posibilidad de modificar la actual política
penitenciaria quedará paralizada. En el caso de que se atisbe que la legislatura
puede alargarse en el tiempo, los encargados de la seguridad y los responsables
del PP tanto a nivel nacional como los del País Vasco entienden que habría
margen suficiente para llevar a cabo «movimientos» de los presos de ETA.
Y se trataría de acercar a cárceles del País Vasco a los
presos de ETA que están enfermos. La intensidad de la patología que padecen
para incorporarlos a este grupo estaría aún por determinar. Pero se trataría,
según destacan fuentes penitenciarias, de una veintena de etarras. Ésta es una
de las reclamaciones más constantes desde las filas nacionalistas.
Insisten estas fuentes en que cualquier decisión de
modificar la dinámica penitenciaria estaría sensiblemente alejada de lo que
consideran una «campaña propagandística» para teatralizar la entrega de armas.
Una entrega que, señalan, será parcial y en la que no aparecerá ninguna de las
pistolas usadas en atentados que quedan por resolver.
Porque estos analistas creen que la decisión de modificar
la política penitenciaria debe estar alejada de cualquier situación que pueda
llevar a la izquierda abertzale en particular, y al nacionalismo en general, a
venderlo como una contrapartida del Estado ante la «generosidad» de ETA.
Es más, estas fuentes entienden que esta dinámica debe
estar más próxima a lo que debe ser el paso siguiente de los terroristas: la
disolución de la organización como tal, plasmada en un comunicado en el que se
anuncie que ETA ha desaparecido. Las fuentes consultadas interpretan que es en
ese momento cuando se pueden dar pasos sólidos, en tanto en cuanto la dinámica
de dispersión sobre los etarras tiene sentido mientras se trata de presos
pertenecientes a una banda terrorista.
Estas fuentes indican también que en esta nueva dinámica se
buscará una especie de consenso no oficial con el PNV. La formación de Iñigo
Urkullu está reclamando desde hace años el fin de la dispersión de los presos
de ETA. Una de sus últimas propuestas, remitida como en todos los casos a La Moncloa , plantea que los
presos de ETA estén alejados de las cárceles vascas un máximo de 250 kilómetros .
Además, defiende la concentración de todos estos internos en 10 centros. El
Gobierno se aleja de momento de estas iniciativas, pero no descarta en una
segunda fase, y de nuevo con apoyo del PNV, aprovechar alguna de ellas.
La sintonía que existe entre Moncloa y el PNV durante las
últimas semanas es cada vez más sólida. Las conversaciones para lograr el apoyo
de los nacionalistas vascos a los presupuestos son cada vez más intensas y
cercanas. Y eso revierte también en una dinámica de acercamiento en posiciones
de la lucha contra el terrorismo. En cualquier caso, todos los movimientos que
se puedan producir se concretarían a medio plazo, no en las próximas semanas.
Desde las filas de los populares, pretenden que la
implicación y el apoyo del PSOE sea también claro. Los armadores de este plan
quieren que los socialistas estén informados y que la iniciativa se consensúe
también con el Gobierno francés, que trata a los presos de ETA como unos
delincuentes más, sin tener en cuenta su condición de terroristas. Actualmente,
están cumpliendo condena alrededor de 350 etarras, de los cuales unos 70 están
en prisiones del país vecino. Para beneficiarse de los cambios en la política
penitenciaria los presos deberían pedir su traslado a España, para lo que no
hay grandes objeciones.
Desde el Ministerio del Interior se insiste en que la
actual política penitenciaria, la del Ejecutivo de Rajoy, está siendo la que
menos bandazos ha dado durante la democracia. Recuerdan cómo en otras épocas,
cuando ETA decretaba treguas, los gobiernos ponían en marcha movimientos de
acercamiento de presos que superaban el centenar de internos. También, según
estas fuentes, se realizaban excarcelaciones en base a terceros grados,
facilitando el trabajo a los etarras por mediación de los responsables de la
comunidad autónoma vasca de la época.
Durante los últimos cinco años, los cambios en la dinámica
de presos de ETA apenas han existido. Únicamente el caso de la excarcelación de
Bolinaga –el carcelero de Ortega Lara– levantó controversia, recuerdan estas
fuentes.
Opinión:
No voy a entrar en las cuestiones jurídicas del tema, entre
otras razones para no dar cancha a los ineptos que hablan de legislación sin
haberse leído una sola normativa. Tampoco quiero dar cancha a los que se van
sumando a las mentiras que pregonan ciertos juntaletras (lo de “periodistas” no
les cuadra).
Pero sí quiero presentar una reflexión: recuerdo que hace
diez o doce años habían grupos de ciudadanos y (según algunos medios) “las” víctimas
del terrorismo, tras banderas varias y pancartas partidistas, manifestándose
por las calles de Madrid. ¿Para cuándo una manifestación AHORA? ¿O es que, ante
situaciones similares o incluso idénticas, un gobierno merece ser atacado y
otro merece ser respetado? ¿No será que los recursos que se utilizaron entonces
han cambiado ahora el motivo?
Por otro lado, es cierto que “en otras épocas, cuando ETA
decretaba treguas, los gobiernos ponían en marcha movimientos de acercamiento
de presos que superaban el centenar de internos”…. Entre otras razones porque
en aquellas épocas el número de terroristas en prisión era mucho mayor al estar
cumpliendo condena por los atentados cometidos. En cambio, ahora y por mucho
dolor que nos cause la situación es diferente, porque muchos de ellos, aprovechándose
de la legislación vigente en el momento de la comisión del atentado ya han
cumplido la condena y están libres en la calle.
Es increíble cómo se puede llegar a tal nivel de
tergiversación de la realidad porque los gobiernos de aquellas épocas eran,
entre otros, los antecesores del actual y el señor presidente Rajoy era
Ministro de Interior justo entonces.
Por suerte, algunos tenemos memoria y la experiencia de
casi treinta años en este tema nos hace ver las cosas como realmente son.
Y además, de tener la valentía de explicarlas.
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