04 marzo 2017
Varapalo de
Estrasburgo al objetivo de los presos de ETA de acabar con la dispersión
El Tribunal Europeo de Derechos
Humanos apunta que no hay "injerencia en el respeto al derecho a su vida
familiar" y añade que el caso no es comparable al de los dos presos de Ucrania que estaban alejados a miles de kilómetros de sus familias y sin
prácticamente visitas
La estrategia de los presos de ETA
de fiar el final de la política de dispersión a los recursos presentados ante la Cortes de Estrasburgo ha
sufrido su primer contratiempo. El Tribunal Europeo de los Derechos Humanos (TEDH) ha rechazado la queja presentada en 2013
por tres reclusos de la organización terrorista -entre ellos el exjefe militar
de ETA Alejandro Zobaran-, que habían alegado estar a más de 800 kilómetros del
domicilio familiar al estar recluidos en la prisión de Lyon-Corbas (Francia).
En su resolución, los argumentos empleados por los reclusos
etarras "no
son suficientes para que constituyan una injerencia en el derecho al respeto de
su vida familiar".
El tribunal, pese a no entrar en el fondo de la demanda y
rechazar la queja planteada por los reclusos, pone en cuestión una de las
líneas fundamentales recogidas en los recursos (más de 200) que se va a ir
presentando en la Corte
de Estrasburgo para acabar con la dispersión de los presos etarras: el
precedente de la
sentencia Vintman y Rodzevillo contra Ucrania, de 23 de octubre de 2014,
invocada como jurisprudencia por los letrados de los reclusos.
Sin "problemas
insuperables" para ver a los reclusos
Por contra, según la información aportada en el proceso por
el Gobierno francés, y recogida por la resolución judicial, mientras estuvieron
detenidos en ese país los tres presos recibieron entre 343 y 453 visitas, y
entre 426 y 1.283 comunicaciones telefónicas. E l Tribunal de
Estrasburgo confirma que los etarras "se beneficiaron de numerosas visitas
y conversaciones telefónicas con sus allegados" y añade que "n ada demuestra que los
desplazamientos efectuados por los familiares hayan planteado problemas
insuperables o muy difíciles de resolver".
La asociación de familiares de
presos Etxerat ha denunciado el coste no solo económico, sino en vidas humanas que tiene la política de
dispersión. "Esta política que sufrimos en nuestras
carnes es algo más que una condena de por vida, tal y como muestra esa falta de
reconocimiento de esas 16 personas muertas por la política de dispersión"
desde que se puso en marcha en los años 80.
En el caso ahora resuelto, además, el tribunal de alguna
manera afea la labor desarrollada por la defensa de los tres presos de ETA,
representados por la abogada de Bayona Xantiana Cachenaut al apuntar que las
quejas están "manifiestamente mal fundadas". El Tribunal de Derechos
Humanos ha indicado que en la carta que los tres etarras enviaron en 2012 al
juez de instrucción "no pidieron de manera clara estar más cerca de sus
familias" y "podían haber solicitado una medida de acercamiento",
algo que no plantearon en Francia.
La situación actual de los tres presos a los que
Estrasburgo ha rechazado la demanda ha cambiado. El exjefe militar de ETA
Alejandro Zobaran Arriola es el único que sigue en prisión, ahora en Saint
Martin de Ré, a unos 400
kilómetros de Euskadi. Mientras que Urko Labarca Larrea
y Ione Lozano Miranda están ya en libertad.
En la actualidad, según los últimos datos oficiales, en
febrero de este año había en total 342 presos de ETA, 264 estaban en España (la
comunidad autónoma con más reclusos etarras es Andalucía (96 en total) y 78
repartidos por otros cuatros países de la
UE (Francia 75 y Reino Unido, Portugal y Alemana, uno cada
uno).
Opinión:
Para empezar, hay que agradecer que se utilice la expresión
“presos etarras” en lugar de la ya consabida “presos vascos”, porque durante años
se ha denmostrado que un preso “vasco” que no fuera también miembro de la banda
terrorista ETA no le importaba absolutamente a nadie. Como ejemplo, si se daba
el caso de que un preso nacido en el País Vasco hubiera robado un coche en
Murcia ¿también se exigía su acercamiento o pasaban olímpicamente de el?
Aclarado esto, hay que recordar que la legislación permite,
bajo ciertas condiciones, que un preso vasco ligado a la banda terrorista ETA
pueda estar cerca de su domicilio. Por lo tanto, cabría preguntarse si el preso
vasco miembro de la banda terrorista ETA cumple (o no) con las condiciones
previas para ese traslado.
Ya he tenido que acatar muchas legislaciones relacionadas
con los derechos de los victimarios (y conste que si esa legislación existe
debe cumplirse). Si hay que acercarlos, se les acerca. Personalmente, ya tuve
que soportar encontrarme a Domingo Troitiño y Mercedes Ernaga liberados hasta
el punto de encontrarme con ambos en la fila de entrada previa a un juicio en la Audiencia Nacional.
Pero que se presente a los terroristas como víctimas del tema “acercamiento o
dispersión” me parece exagerado.
Pero hay otra situación que merece atención: cuando las víctimas
con familiares asesinados comentan que deben hacer muchos kilómetros para
visitar a sus familiares en el cementerio son (en ocasiones) acusados de utilizar
la demagogia. Pero cuando eso lo dicen los familiares de los presos vascos miembros
de la banda terrorista ETA, ¿nadie se atreve a decirles que practican la
demagogia? Pues yo lo digo. Y puestos a ser demagogos pregunto ¿hay algún
estudio que presente los datos de cuantos familiares y/o amigos de víctimas
asesinadas han visto truncada su vida por un accidente mientras se desplazaban
al cementerio? ¿O cuando se acercaban a cuidar de sus familiares heridos de
gravedad?
Venga, ahí va un mensaje para algunos señores de las
fundaciones de víctimas y adláteres…. ya tienen otro estudio que hacer para
justificar dietas, viajes, comidas, gastos, sueldos… mientras la atención a “las”
víctimas no es prioritaria.
Pero luego, por favor, tengan la valentía de publicarlo.
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