18 marzo 2017
ETA
se servirá de la sociedad civil y la verificación internacional para entregar
su arsenal
ETA toma la iniciativa, espera que
los Gobiernos español y francés no "obstaculicen" la operación, y lo
hace previo a las elecciones en Francia y una semana antes del Aberri Eguna
Tras
la operación policial de diciembre en Francia, los terroristas entendieron que
para acometer de manera unilateral el desarme total debían anunciarlo
previamente
El
Gobierno español sigue ninguneando a ETA y le exige que se disuelva: El
Gobierno no contempla ni condiciones ni transacciones", dice el ministro
del Interior
La operación policial del pasado 16 de diciembre en
Louhossoa (Francia), en la que la policía arrestó a cinco conocidas personas de
la sociedad civil abertzale que estaban involucradas en el intento de ETA de
proceder a la entrega de parte de su arsenal, reveló que los Gobiernos francés
y español no estaban dispuestos a dejar hacer en materia de desarme. Ese
día, la Policía gala y la
Guardia Civil arrestaron a cinco personas relacionadas con el
último intento de desarme: Béatrice Molle-Haran, Michel Berhokoirigoin, Michel Bergouignan,
Stéphane Etchegaray y Jean
Noël Etcheverry.
Precisamente este último,
Etcheverry, un conocido sindicalista y activista de la organización ecologista
Bizi, ha sido la persona que ha puesto fecha a la entrega de las armas de
ETA en el diario Le Monde: el próximo 8 de abril. De nuevo, ETA se ha servido
de un miembro de la sociedad civil abertzale para trasladar sus intenciones. En
diciembre, los detenidos pretendían filmar el zulo y el sellado de las armas,
como avance de una entrega de su arsenal, además de neutralizarlo.
La policía desbarató la operación y
decomisó su contenido: dos granadas, 29 armas cortas, 9 fusiles de asalto, 12
metralletas, más de 3.000 municiones, gran cantidad de explosivos y material
para fabricarlos, además de detonadores y temporizadores. ETA cifró lo
decomisado entonces en el 15% del total de su arsenal.
Según ha reconocido Etcheverry en
una entrevista en naiz.info, la intención en Louhossoa antes de la
detención era "neutralizar las armas cortando los cañones y agujereando el
tambor para hacerlas llegar más tarde al Gobierno francés".
Con esa lección aprendida de que no
se podía activar el desarme desde la clandestinidad -de hecho, desde que ETA
abandonó su actividad armada el 20 de octubre de 2011, buena parte de su tarea
logística se ha centrado en el sellado de su arsenal en el País Vasco francés y
cómo convencer a Francia y España para su entrega- ETA
ha optado por difundir sus intenciones previamente y poner
fecha para completar el desarme.
La estrategia sigue siendo la
misma: ETA, tras acabar el inventariado y sellado de su material armamentístico
a lo largo de estos cinco años y medio, entregará a representantes de la
sociedad civil francesa el listado y la localización de los zulos. Los
verificadores internacionales monitorizarán ese proceso y, posteriormente, se
entregarán los listados a la
Policía francesa. El arsenal, buen parte de él en desuso y
deteriorado, está repartido en zulos a la intemperie y en inmuebles, casi en su
totalidad en el País vascofrancés.
Este proceso, que culminaría la
tarde-noche del 8 de abril, estaría supervisado de alguna manera por el Comité
Internacional de Verificación, que dirige Ram Manikanningam. La
misma persona que utilizó la organización terrorista en su primer
intento de desarme en febrero de 2014, cuando la
cadena británica BBC difundió un vídeo con imágenes de dos encapuchados
mostrando a dos miembros de la citada comisión -entre ellos Manikanningam- una
mesa con armas y explosivos.
Posteriormente, se supo que las armas se las quedaron los
terroristas y que la comisión únicamente certificó el contenido: una mínima
parte del material de guerra que por entonces aún conservaba ETA. En total,
tres pistolas, un fusil automático, seis blíster de munición,
4,5 kilos de pentrita , ocho kilos de cloratita, cuatro kilos de
clorato de sodio, dos rollos de cordón detonante, cinco temporizadores,
varios detonadores y dos granadas que fueron metidas de nuevo en una caja
de cartón por los terroristas antes de llevárselas consigo. Aquella operación
de propaganda fue duramente criticada por prácticamente todo el mundo.
Aun no está muy claro cómo se va a proceder en las próximas
semanas. Jean Noël Etcheverry ha asegurado que diferentes personas
de la sociedad civil han aceptado la responsabilidad del desmantelamiento
de su arsenal. "Hemos aceptado esa responsabilidad y dijimos que íbamos a
cumplir ese compromiso. Queríamos hacerlo con la cooperación del Gobierno
francés y hemos tenido conversaciones en ese sentido, pero, por el momento, no
tenemos respuesta", ha asegurado a los medios tras difundirse el
anuncio del diario Le Monde
en el que aseguraba que "en la tarde del 8 de abril, ETA estará
totalmente desarmada".
Tampoco se han dado detalles de cómo van a intervenir los
verificadores internacionales en Francia, ni si en esta ocasión se trasladará
in situ el propio Ram Manikanningam, como cuando
paralelamente a la emisión del vídeo en la BBC en 2014, los verificadores leían en un hotel
en Bilbao el documento con el contenido de las armas de ETA.
Fuentes conocedoras de los
entresijos de la operación señalan que "siempre que haya unas garantías de
que no vayan a ser detenidos" serían los encargados de supervisar la
verificación en el país vecino.
En todo caso, ETA ha toma la
iniciativa con este nuevo movimiento. Y se espera que los Gobiernos español y
francés no "obstaculicen" la operación, término que ha empleado en su
comparecencia ante los medios el máximo dirigente de Sortu, Arnaldo Otegi. Tampoco
ha pasado desapercibida la fecha elegida por los terroristas: lo hacen antes de
que se celebren las elecciones en Francia -que ya no estará presidida por un
socialista tras los comicios- y una semana antes del Aberri Eguna (Día de la
patria vasca), previsto para el 16 de abril, una fecha marcada en rojo para la
izquierda independentista vasca y los nacionalistas vascos en general.
Frente a esa realidad, el Gobierno
central no se aparta "ni un centímetro" de su estrategia de ningunear
a la organización terrorista y obviar todos sus anuncios. El presidente Mariano
Rajoy, tras conocer las intenciones de los terroristas, les ha pedido que se
disuelvan y su ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha apuntado que
"ETA ha
tenido tiempo suficiente para desarmarse. Si no lo ha hecho hasta ahora ha sido
porque pretendía conseguir algo a cambio y desde luego no lo ha conseguido por
la firmeza de la política antiterrorista del Gobierno, que no ha contemplado ni
condiciones ni transacciones".
Opinión:
Hablamos de una banda terrorista que durante décadas ha
destrozado familias, ha asesinado y herido a multitud de ciudadanos y
extorsionado a otros muchos. De una banda terrorista que ha marcado la vida de
muchos miles de personas bajo el terror y el miedo.
Ahora, cuando esa misma banda terrorista decide entregar
las armas, algunos se plantean si la manera, el método o el sistema para
hacerlo es más o menos correcto. Sinceramente, cuando leo ciertas noticias es
cuando pienso que muchos de los que hablan no conocen el dolor que causa un
atentado, mucho menos si no lo han vivido directamente.
Llega un momento en el que hay que, por delante de las
ideas personales, hay que poner el beneficio del la colectividad. Por eso, a mi
personalmente, me importa un pimiento cómo hagan la entrega de las armas: si lo
escenifican, lo retransmiten por Internet o lo hacen mediante señales de humo.
Me importa otro pimiento quien será el que se ponga la medalla o se crea el artífice
de haberlo conseguido. Lo único que quiero es que las entreguen ya, para seguir
confiando en que ese final es definitivo y, por ello, nadie más sufrirá las
consecuencias que en mi familia y en muchas otras ha causado la banda
terrorista ETA.
Que lo hagan como quieran, donde quieran, con quien quieran
y cuando quieran. Pero ¡¡¡ que lo hagan ya !!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario