12 marzo 2017
Graves incidentes en Pamplona tras
una marcha convocada por disidentes de la izquierda abertzale
Todos los partidos, incluido el
alcalde de Bildu, condenan los disturbios en los que fueron detenidos cuatro
jóvenes guipuzcoanos
La Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Pamplona ha
condenado los incidentes provocados ayer por la tarde en el Casco Viejo de la
ciudad por un grupo de encapuchados al término de una concentración no
autorizada convocada por ATA (Movimiento contra la amnistía y la represión).
Precisamente una persona del «entorno de este grupo» crítico de la izquierda
abertzale fue acusado el pasado fin de semana de la agresión al portavoz de Podemos en el
Parlamento vasco, Lander Martínez.
Los encapuchados arrojaron piedras, botellas y otros
objetos contra los agentes, reventaron un cajero, y dañaron comercios y
contenedores de basura y vidrio. Cuatro de ellos, todos con domicilio en
Rentería, fueron detenidos.
La
Junta
de Portavoces, que ha mostrado su «rechazo y condena más rotunda ante los
injustificables incidentes violentos», sostiene en el acuerdo aprobado que los
mismos «retrotraen la ciudad a tiempos pasados que no tienen cabida».
Por su parte, la Asociación de Comercio, Hostelería y Servicios
del Casco Antiguo ha hecho público un comunicado en el que expresa su «más
enérgico rechazo y rotunda condena a los sucesos acaecidos» ayer.
La asociación indica que los
disturbios tras una manifestación de abertzales radicales hicieron que se
volvieran a vivir «escenas que creíamos felizmente superadas, con episodios
cargados de una violencia extrema».
Denuncian además «amenazas y
ataques» a algunos establecimientos de la zona, y aseguran que «muchos tuvieron
que cerrar o semicerrar temporalmente» no solo «por su propia seguridad» sino
también «por la de los clientes» que se encontraban en el interior.
Opinión:
Ataques que ya creíamos que no volverían a repetirse viuelven a ser
noticia. Sería importante que los lideres políticos y sociales se preguntaran
las razones que pueden mover a esos descerebrados para cometer los graves actos
que se han producido.
Aún y así prefiero ver el vaso medio lleno y pensar que quienes hace
unos años excusaban o jaleaban esos mismos actos ahora los condenan. Ojalá haya
sido un único episodio y la normalidad de la vida sin presiones ni ataques pueda
volver lo más pronto posible.
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