16 marzo 2017
El miedo a ETA puso
en desventaja a los partidos vascos no nacionalistas
Un informe certifica
que perjudicó electoralmente más al PP y al PSE en Euskadi
Los partidos democráticos no han tenido
las mismas oportunidades en Euskadi. Los
asesinatos de ETA, pero sobre todo “la estrategia del miedo” que sus terroristas aplicaron durante
décadas con toda la sociedad vasca, no ha afectado de manera igualitaria a
todos los sectores ideológicos, sino que ha sido "claramente asimétrica",
cebándose con las opciones no nacionalistas. "Hay una parte de la sociedad
que quiere pasar página y olvidarse de muchas personas a las que debemos
recuerdo y que siguen sufriendo muchas secuelas físicas y psicológicas”, ha
dicho el director del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, Florencio
Domínguez: "La mejor vacuna para que no se repita ETA es deslegitimar
social y políticamente la violencia", ha explicado, tras recordar que la
banda dejó escrito en su día que "la gente no solo tiene que tenernos
respeto, también tiene que tenernos miedo".
El informe La estrategia del miedo. ETA y
la espiral del silencio en el País Vasco, es el primero de ellos. Elaborado por los investigadores Francisco Llera y Rafael Leonisio para el
Centro Memorial certifica que hasta 2011, el año del cese de la violencia, el
miedo a participar en política operó como una cortapisa a la participación en
política, y por lo tanto como un freno y una barrera natural al crecimiento de
ese tipo de vocaciones en los partidos denominados constitucionalistas. Un
hecho que según los redactores del informe perjudicó electoralmente durante
lustros a socialistas y populares en Euskadi.
"Antes de 2011 la gran mayoría de los votantes del PSE
(63%) y del PP (79%) percibieron miedo en su entorno a participar en política,
mientras que solo lo sintió algo más de un tercio de los votantes del PNV (37%)
y un cuarto del electorado de la izquierda abertzale (28%)". El estudio
destaca que la libertad para participar en política (pilar clave de cualquier
sociedad democrática) "se vio gravemente coartada en el País Vasco. Es
decir, ETA supuso una merma de los derechos democráticos básicos de la ciudadanía",
cita el informe.
Llera ha
explicado que "a día de hoy todavía no se ha desterrado ese miedo, queda
en torno a un 15%". Según ha explicado ele problema del miedo es que
cercena no solo las oportunidades si no la posibilidad de crecimiento de una
idea o un proyecto en igualdad de condiciones. "Si estigmatizas a unos
partidos, a una bandera, color o equipo, eso deja de ser atractivo, y cortas
las posibilidades de reproducción. Si quemas las casas del pueblo, la
estructura de arraigo social desparece y eso lo saben muy bien el PSE y el PP,
especialmente el PSE que era el que más implantación social tenía", ha
dicho Francisco Llera.
"Una
de las principales características de la falta de normalidad" en Euskadi,
"ha sido el miedo", sostiene el informe. Tras estudiarlo en base a la
percepción individual de los encuestados, preguntando por su grado de libertad
para hablar de política, los investigadores cruzaron las respuestas con las
preguntas relacionadas con la identidad nacional subjetiva, es decir, si se
sentían más vascos que españoles o españoles que vascos, etc., y con el
recuerdo de voto. Pero además para elaborar el perfil introdujeron la variable
nivel de estudios, religiosidad, sexo y el recuerdo de la violencia por
intensidad y proximidad, es decir, atentados
mortales o kale borroka.
A partir de
ahí concluye que, el hecho de que la percepción de ese miedo no fuera
homogénea, afectando de manera desigual a los diferentes electorados,
"lleva a pensar que las formaciones no nacionalistas partían de una
posición de desventaja en la contienda electoral" "y por tanto puede
considerarse que el principio de igualdad política quedó en parte
desvirtuado". En todos los análisis queda claro que los no nacionalistas
han interiorizado hasta dos y tres veces más en intensidad y porcentaje, el
miedo a participar en política.
Es estudio,
basado en las series históricas del Euskobarómetro, y de encuestas anteriores,
intenta desentrañar cómo ha operado el miedo en la sociedad vasca, "como
un arma estratégica letal de la guerra asimétrica que suelen plantear los
grupos terroristas y que es una forma de victimización difusa que condiciona
opiniones, actitudes y comportamientos sociales de una forma más o menos
generalizada o segmentada para ciertos colectivos a los que intentan segregar.
Tras
recordar que ETA ha dejado un reguero de más de 800 muertos, pero también casi
un centenar de secuestrados, más de 20.000 víctimas directas en atentados,
cuantiosos daños materiales y varios miles de personas amenazadas, el informe
sostiene que ETA "ha impedido a la sociedad vasca consolidarse como una
comunidad plenamente democrática equivalente a las sociedades del entorno".
Opinión:
¿Y para explicar algo tan obvio hacen falta estudios,
seminarios e informes? Eso ya se sabe desde que la banda terrorista ETA inició
sus atentados, su intención era además de destrozar la vida a la gente, influir
en el sentimiento de miedo y de resignación en muchos miles de personas.
Pero eso ya tiene un nombre: terrorismo.
Y, por cierto, ya cansa que ahora aparezcan tantas y tantas
personas con sus estudios correspondientes sectorizando lo ocurrido como si
solo el País Vasco hubiera sufrido el terrorismo etarra. Y luego algunos se
quejarán de que existen diferencias entre “las” víctimas del terrorismo
dependiendo de quien causa el atentado… ¿alguno de los estudiosos y
especialistas en la materia se atreverá a preguntarse las razones para tales
diferencias? Es más, ¿se atreverán a dar nombres y apellidos y las siglas de
los responsables de la creación de esas diferencias?
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