08
agosto 2019
«Mientras muchos se dedicaban a
glorificar a ETA, algunos valientes optaron por hacer frente al terror»
Moreno asegura en su libro ‘Gestos
frente al miedo’ que «las movilizaciones hicieron perder legitimidad a la banda
terrorista»
Irene Moreno Bibiloni. Historiadora
Fue
después de licenciarse como historiadora cuando Irene Moreno Bibiloni
(Mallorca, 1988) se enteró de que había existido una organización llamada Gesto
por la Paz. Acababa
de terminar un máster y había obtenido una beca para hacer un doctorado. Le
interesaba investigar sobre ETA, pero quería profundizar en los movimientos sociales
que plantaron cara a la organización terrorista. Fruto de su investigación nace
‘Gestos frente al miedo’, un libro que cuenta la historia de los que
resistieron durante los años de plomo en Euskadi.
–¿Quién lideró la primera
manifestación contra ETA?
–El
Partido Comunista de Euskadi convocó la primera manifestación en 1978, después
del asesinato del periodista José María Portell, en 1978. A los pocos meses, el
PNV convocó otra manifestación que fue más multitudinaria, cuyo lema no era
específicamente contra ETA.
–¿Hubo alguna figura decisiva en
los inicios de Gesto por la Paz ?
–No
señalaría a nadie en concreto. Las primeras manifestaciones de Gesto fueron
organizadas por curas de colegios religiosos.
–Pero a la Iglesia vasca se le
acusaba de haber sido tibia con ETA...
–La
cúpula de la Iglesia
vasca siempre fue muy nacionalista y no terminaba de hacer una crítica a ETA,
pero este movimiento fue iniciado por sacerdotes de barrio o de parroquia.
–¿Cómo calificaría a quienes
iniciaron Gesto por la Paz ?
–Era gente corriente que, en un contexto en el
que había mucho miedo, fue muy valiente.
–¿Tenían una
ideología concreta?
–No, había de todo, nacionalistas y no
nacionalistas.
–Sectores afines a la izquierda
abertzale convocaron movilizaciones frente a las primeras concentraciones
contra ETA. ¿Lograron retraer a los manifestantes?
–Unos aguantaron, pero realmente fue
perjudicial porque muchos que ya se habían manifestado en grandes
movilizaciones tuvieron miedo de acudir a las concentraciones de Gesto, que
eran mucho más pequeñas.
–En su libro habla del miedo, pero
también de la indiferencia y de la aceptación, del «algo habrán hecho».
–Hay
estudios realizados en los años 80 y 90 en los que se refleja que había una
parte de la sociedad que glorificaba a los terroristas y otra que miraba para
otro lado. En ese ambiente social hubo algunos valientes que decidieron hacer
frente al terror. Pero, por lo general, hasta que no ponían una bomba en tu
barrio o un atentado te tocaba de cerca…
–¿En esos casos los afectados
cambiaban su forma de ver el terrorismo?
–Sí,
sobre todo a partir de los años 90, cuando ETA comenzó a secuestrar y a
asesinar no solo a guardias civiles, que tenían una mala imagen en el País Vasco,
sino también a políticos. ETA ya había secuestrado en los 80, pero más adelante
la banda comenzó a llevar a cabo cautiverios terribles de cerca de dos años,
como el de Ortega Lara. En esos momentos comenzaron las manifestaciones
multitudinarias.
–¿A ETA le afectó el hecho de que
los vascos comenzaran a manifestarse masivamente en su contra?
–Seguían
asesinando. No les afectó a nivel de organización, pero sí respecto a la
legitimación social que perdían.
–Las manifestaciones de Gesto se llevaban
a cabo en silencio. ¿Hubo algún momento en el que la respuesta fue más
contundente?
–En
el funeral de Gregorio Ordóñez había gente muy exaltada. Luego, cuando
asesinaron al juez José María Lidón, la gente ya no salió a manifestarse solo
en silencio. El detonante fue el asesinato de Miguel Ángel Blanco. Muchos
manifestantes que no pertenecían a Gesto por a Paz fueron a las sedes de Herri
Batasuna a gritar y a insultar.
–¿La sociedad vasca estuvo a la
altura de la situación?
–En
otros países en los que hubo terrorismo en los años 80, como en Italia, tampoco
hubo grandes manifestaciones. Desde un punto de vista ético, la sociedad vasca
no estuvo a la altura porque esa movilización tan masiva se pudo haber dado
antes.
–¿Por
qué se disolvió Gesto por la Paz ?
–Se
disolvió en 2011 porque ETA anunció que ya no cometería asesinatos ni
atentados, y la policía aseguraba que la organización ya no tenía fuerza.
–¿Hay gestos que siguen siendo
necesarios?
–A
todos los afectados por el terrorismo les preocupa la ‘batalla por el relato’.
Desean que se expliquen las cosas como realmente sucedieron.
–¿En los colegios vascos se enseña lo que
usted aborda en ‘Gestos frente al miedo’?
–Creo que no se les enseña nada. Yo no lo he
visto. Estos suelen ser los temas que se quedan para el final y no da tiempo a
explicar.
Opinión:
Solo decir que, curiosamente, el que ha sido el atentado con mas víctimas
mortales causado por la banda terrorista ETA no fue motivo suficiente para que
la gente se manifestara formalmente como pueblo… me refiero al atentado en
Hipercor… (Corona de Aragón aparte).
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