12 abril 2018
El PP se incorpora al consenso a
favor de la reinserción y de todas las víctimas
Impulsa en el Senado la misma
iniciativa que solo respaldó parcialmente en Gasteiz en contra de los homenajes
a presos
El PP corrigió ayer su posición en el debate sobre la
memoria y la convivencia. Los populares llevaron al Senado una moción para
rechazar los homenajes a miembros de ETA una vez que salgan de la cárcel o
fallezcan, un argumento que no es novedoso en su discurso. La novedad reside en
que el PP decidió promover en Madrid la misma iniciativa que no apoyó en su
integridad en el Parlamento Vasco, porque apostaba por la reinserción de los
presos y el reconocimiento de todas las víctimas, no solo del terrorismo.
Asumir esos dos posicionamientos políticos es un hecho insólito en el PP, que
realizó ese esfuerzo para que fuera posible un pronunciamiento muy mayoritario
contra los homenajes a ETA. PNV, PSOE y Podemos se felicitaron por este paso y
agradecieron su gesto.La iniciativa, defendida en Gasteiz por los
jeltzales, los socialistas y Elkarrekin Podemos, recabó ayer el apoyo de todos
los partidos en el Madrid, con la abstención de EH Bildu y ERC.
Con su movimiento, pensado para recabar el máximo número de
apoyos en el Senado, el PP asume el mismo lenguaje que el resto de partidos del
Parlamento Vasco, lo que provocó ayer que se multiplicaran las peticiones para
que participe en la Ponencia
sobre Memoria y Convivencia. Los populares se situaron por unos instantes en la
misma longitud de onda que el resto de grupos y no tuvieron reparos en asumir
un documento que pide el reconocimiento de todas las víctimas con independencia
de la violencia que hayan sufrido, y también la reinserción de los presos. Este
ejercicio sienta un precedente y supone una base para un trabajo en común en la Cámara vasca, aunque las
fuentes del PP consultadas por este periódico lo vieron como un hecho puntual
sin consecuencias. La contradicción puede plantearse de ahora en adelante si el
PP se desvincula de ese consenso y sigue manteniendo su discurso inflexible en
Gasteiz.
Los populares no participan en la Ponencia sobre Memoria y
Convivencia, y tampoco en los actos unitarios del Día de la Memoria del 10 de
noviembre porque creen que mezcla todas las violencias y da pábulo a la teoría
del conflicto. El Gobierno español, además, mantiene en el Tribunal
Constitucional su recurso contra la ley que busca reparar los abusos policiales
sufridos entre 1978 y 1999. También mantiene sin cambios la política
penitenciaria.
El 22 de febrero, cuando se discutió esta propuesta en el
Parlamento Vasco, Borja Sémper anunció el voto a favor en el primer punto, que
se ceñía al rechazo a los homenajes;y su abstención en los otros puntos, con el
argumento de que no era el momento de perderse en “vericuetos extraños”. Ayer,
por el contrario, el PP defendió en el Senado esa misma propuesta por boca del
también vasco Iñaki Oyarzábal, y lo hizo en Madrid, donde se asume que este
tipo de pronunciamientos tienen un mayor coste político ante su parroquia. Con
la defensa de ese documento, los populares adoptan un nuevo lenguaje. La moción
habla de víctimas de “vulneración de derechos humanos” y se apuesta por la
“reinserción y resocialización” para una convivencia normalizada. El PNV vivió
el debate como un auténtico hito.
El primer punto rechaza los homenajes porque suponen una
“revictimización para las víctimas”. A renglón seguido, pide que los poderes
públicos garanticen el reconocimiento, reparación y justicia necesarios a las
“víctimas del terrorismo y de vulneración de derechos humanos, eliminando los agravios
sufridos”, y evitando su humillación.
En el tercer punto, “el Senado reitera su reconocimiento y
solidaridad hacia todas las víctimas”, y se compromete a construir una memoria
que deslegitime “toda forma de terrorismo, violencia o vulneración de derechos
humanos”. El cuarto punto alude al derecho a la verdad, la justicia y la
reparación;y en el quinto se pide tener en cuenta los principios de
“reinserción y resocialización” para avanzar en una convivencia “lo más
normalizada posible”. “Estos principios deben poder aplicarse a las personas
privadas de libertad tanto durante como tras el cumplimiento de sus penas”,
dice el documento firmado por el senador José Manuel Barreiro.
Fuentes del PP de la comunidad autónoma consultadas por
este periódico aseguran que su intención era llevar al Senado un texto que
concitara apoyos, “por encima de cualquier otra consideración”. No entran a
analizar las contradicciones, y llevan el debate a otro terreno asegurando que
han conseguido suscitar el debate en Euskadi, que el PNV rechazara los
homenajes, y que ayer los jeltzales apoyaran sancionar esos actos con una
enmienda de adición de Ciudadanos que propone impulsar cambios legales para que
el enaltecimiento se multe por la vía administrativa cuando no sea delito. La
vía administrativa ya aparecía en el programa Zuzen
Bidean impulsado por el
Gobierno vasco de Iñigo Urkullu. En ese caso, el secretario de Convivencia,
Jonan Fernández, proponía sacar los homenajes del ámbito penal.
El pronunciamiento de ayer no tendrá ninguna consecuencia
en el discurso del PP, que sigue oponiéndose al reconocimiento de la tortura y
los abusos policiales mientras no medie una sentencia judicial. En cuanto al
acercamiento de presos, exige la disolución de ETA como paso previo.
Aplauso
El portavoz del PNV en el Senado, Jokin Bildarratz, destacó
la importancia de que los poderes públicos hayan rechazado los homenajes a ETA,
y aplaudió que el PP haya asumido el pronunciamiento del Parlamento. Le
agradeció que tenga en cuenta a quienes han sufrido una vulneración de los
derechos humanos, y que comience a hablar de reinserción y resocialización:
“Quiero subrayar el esfuerzo del PP al asumir el liderazgo aquí. Es algo de
aplaudir, animar y agradecer porque aporta elementos positivos para la convivencia.
Es un importante salto”. También emplazó a los reclusos a dar pasos.
Desde el PSOE, Tontxu Rodríguez valoró que “el PP nacional
ha asumido todas las proposiciones del Parlamento de Vitoria que allí no
asumieron”. Confió en que el PP se incorpore a la Ponencia sobre Memoria y
Convivencia. Oyarzábal lo rechazó, con el argumento de que se ha rebajado el suelo ético. Por parte de
Unidos Podemos, Miren Gorrotxategi coincidió en desear que el texto sea “el
preludio de la participación del PP en la ponencia”. ERC se abstuvo porque no
hubo alusiones a los presos catalanes, y EH Bildu distinguió entre
recibimientos y homenajes. Oyarzábal se quedó con que el Senado ha repudiado
estos actos, que hieren a las víctimas, “blanquean el pasado de ETA” e
“inoculan odio” a los jóvenes.
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