21 abril 2018
Las sentencias por
enaltecimiento del terrorismo se multiplican por cuatro desde que ETA dejó de
matar
Desde el cese de la
violencia, en 2011, hasta 2018 se produjeron 121 sentencias por apología de
ETA, cuatro veces más que en los siete años anteriores
83 de los fallos
dictados por la
Audiencia Nacional y el Supremo desde que ETA no mata son
condenatorias, el 79% de los casos que llegan a juicio
En solo un trienio
las condenas pasaron de 20 a
40 desde que en 2015 el PP cambió el Código Penal para endurecer el castigo a
la apología en Internet
Las condenas por enaltecimiento del terrorismo se
multiplicaron en España desde que ETA abandonó las armas hace siete años. El
cese definitivo de la violencia que la banda anunció el 20 de octubre de 2011
no solo no frenó las sentencias por este tipo de delito, que se castiga con
penas de entre uno y tres años de cárcel, sino que estas empezaron a crecer
exponencialmente sobre todo a partir de 2015 cuando la mayoría parlamentaria
del PP introdujo una modificación en el Código Penal para endurecer el castigo
a la apología que se realiza a través de Internet o las redes sociales.
Los tribunales dictan hoy muchas más condenas que cuando
ETA cometió sus últimos crímenes: si entre 2004 y 2011 cuando la banda aún
cometía atentados hubo 33 sentencias por este delito, en los siete años
siguientes hubo 121, casi cuatro veces más, de las que 83 fueron condenatorias.
La fuente es el buscador de jurisprudencia del Consejo General del Poder
Judicial, el llamado Cendoj.
En la
Audiencia Nacional y en el Supremo, los tribunales
competentes para juzgar delitos relacionados con el terrorismo, se han repetido
en el último lustro condenas por tuits, pintadas, letras de canciones...
Todo eso ha encontrado encaje en el artículo 578 del Código
Penal que castiga con entre uno y tres años de cárcel "a quienes hayan
participado en la ejecución, o la realización de actos que entrañen descrédito,
menosprecio o humillación de las víctimas de los delitos terroristas o de sus
familiares". En 2015 la mayoría del PP en el Congreso reformó el Código
Penal para endurecer el castigo (y situarlo en la horquilla superior) a quienes
se valgan de Internet o las redes sociales para cometer el delito. Ahí se
dispararon los pleitos por lo que
Incluso se llegó a encarcelar durante cinco días a dos
titiriteros que representaban una obra infantil en la que un muñeco
caracterizado como policía colocaba un cartel que decía Gora Alqa-Eta para
incriminar a un manifestante. Finalmente, resultaron absueltos.
A César Strawberry el cantante de Def con Dos le cayó un
año de cárcel por una serie de tuits que publicó entre 2013 y 2014 en los que citaba
al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara secuestrado por ETA y a
los Grapo. Strawberry había salido absuelto de la Audiencia Nacional
pero tras un recurso de la
Fiscalía el Supremo dictó la condena y concluyó que sus
pronunciamientos en las redes sociales "alimentan el discurso del
odio, legitiman el terrorismo como fórmula de solución de los conflictos
sociales y, lo que es más importante, obligan a la víctima al recuerdo de la
lacerante vivencia de la amenaza, el secuestro o el asesinato de un familiar
cercano".
El caso de la tuitera Casandra Vera hizo el recorrido
inverso: el Supremo dejó sin efecto la condena que había dictado la Audiencia Nacional
a un año de cárcel por una serie de chistes sobre Carrero Blanco. En este caso
el alto tribunal subrayó que su actitud al hacer esas bromas “es reprochable
social e incluso moralmente en cuanto mofa de una grave tragedia humana pero no
resulta proporcionada una sanción penal”.
Al rapero Pablo Hassel el Supremo le ratificó los dos años
de cárcel que había dictado la Audiencia Nacional por "enaltecer" en
temas que subió a Youtube el terrorismo de Terra Lliure, los Grapo, ETA o Al
Qaeda. Hassel no entró en la cárcel dado que no tenía antecedentes y la pena no
superó los 24 meses. Ahora se enfrenta a una nueva acusación pos mensajes del
mismo tenor que ha colgado en Twitter.
Los versos del cantante Valtonic también han merecido el
reproche penal de Audiencia Nacional y Tribunal Supremo. El fallo de este
último, contra el que no cabe recurso, le condena a tres años y medio de cárcel
por enaltecimiento del terrorismo e injurias graves a la Corona. El rapero está
pendiente de entrar en la cárcel.
El mismo camino pueden seguir los 12 miembros del grupo La Insurgencia por sus
temas si el Supremo ratifica la condena a dos años y un día de prisión, que en
su caso sí les obligaría a entrar en la cárcel pese a no tener
antecedentes.
Ante ese crecimiento exponencial de las sentencias, Unidos
Podemos registró el pasado marzo una proposición de ley para retirar el delito
de enaltecimiento del Código Penal. Según explicó entonces Alberto Garzón,
"se trataba de homologar" la legislación española a la normativa
internacional y la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Podemos planteó su supresión y el de otros tipos penales como las injurias a la Corona en la misma semana
en que Estrasburgo condenó a España por imponer pena de cárcel a dos personas
que quemaron fotos de los reyes. Partido Popular y PSOE se opusieron y
descalificaron la propuesta.
La proliferación de condenas alarma incluso a los propios
miembros de la judicatura. La asociación Jueces para la Democracia y la Unión Progresista
de Fiscales alzaron la voz contra sentencias que suscitaron escándalo en una
parte de la población. Y ha habido víctimas, como la periodista Irene Villa,
que no se consideran humilladas por algunos de los chistes que el entonces
concejal de cultura de Madrid, Guillermo Zapata, hizo correr por las redes
sociales, según él a lo largo de un debate que exploraba los límites del humor.
Zapata fue absuelto en los tribunales pero perdió la certera por aquel
escándalo.
Eduardo Madina exdiputado y hoy militante de base del PSOE
tras abandonar la primera línea política asegura que la sociedad española vive
en un continuo retroceso democrático desde 2011, con la llegada del Partido
Popular al poder. Atiende a eldiario.es por teléfono: "Hoy no hay una
organización terrorista inoculada en España o el País Vasco. Ha venido otro
tipo de terrorismo de corte yihadista. Y el riesgo está en quienes se querellan
y quienes tratan de señalar terrorismo en todas partes están quitando a
gravedad a la banda que asesinó, extorsionó, secuestró durante décadas. Hay,
sentencias, documentación, estudios académicos de sobra para evaluar qué
es terrorismo y lo siento mucho, lo de Alsasua no es terrorismo, no hay una
planificación detrás, no reúne las características del terrorismo. Todo
proviene de la reforma del Código Penal y la implantación de ley de seguridad
ciudadana. Está significando un retroceso en las libertades públicas.
No puede ser que esos agresores de Alsasua tengan 60 o 65
años de petición de cárcel de la fiscalía cuando en atentados incluido el mío
se piden 20 o 15. Creo que hay un cierto desorden conceptual general, del
que no solo peca la derecha y una aplicación de censura constante de opinión
que siempre es asimétrica, conozco a gente que cree que la figura de las reyes
debe ser intocable pero se puede permitir que tal y o cual obispo pueda estar
insultando constantemente a las personas homosexuales. Pero creo que la
situación es reversible, hay que derogar la ley de seguridad
ciudadana y marcar los contornos de los tipos penales y definir qué es
terrorismo. Y sucede lo mismo con el debate de la prisión permanente revisable,
que de repente pretende revertir dos o tres siglos de derecho penal en Europa y
los últimos 40 años en España y acabar con la función
reinsertadora".
Opinión:
Solo ofrecer el link para quien desee consultar los
diferentes gráficos que complementan excelentemente toda la información.
No hay comentarios:
Publicar un comentario