14 abril 2018 El País
Un juez
investiga la muerte del terrorista de Las Ramblas a manos de los Mossos
El imán de Ripoll fue el único
cerebro del ataque, según la investigación policial
El juez de la Audiencia Nacional
Fernando Andreu investiga en una
pieza separada por qué los Mossos d´Esquadra mataron a Younes Abouyaaqoub, de
22 años, el protagonista principal de los atentados yihadistas del 17 de agosto
en Cataluña, y no intentaron capturarle vivo. Al volante de una furgoneta,
atropelló mortalmente a 16 personas e hirió a un centenar en las Ramblas de
Barcelona. Younes fue abatido tras una ráfaga de tiros de dos mossos de Sant
Sadurní d´ Anoia, dos de ellos en la cabeza. Llevaba cuarenta y ocho horas
fugado y fue descubierto en unos viñedos. La policía ya sabía que los
cinturones de explosivos que exhibieron varios miembros de la célula eran
simulados. El terrorista iba desarmado
Tras su carrera asesina durante 530 metros sobre la
acera de las concurridas Ramblas de Barcelona, Abouyaaqoub se bajó de la
furgoneta y huyó a pie por Barcelona. En su fuga acuchilló, además, al
conductor de un vehículo que intentó sustraer. Y se le perdió la pista hasta
que una vecina del citado municipio vio a una persona merodeando por su casa
sobre las cuatro de la tarde del 19 de agosto y avisó a los Mossos. Los agentes
afirmaron que le dieron el alto una decena de veces y que la respuesta de
Younes fue abrirse la camisa, mostrar un cinturón de explosivos adosado a su
cuerpo y correr hacia ellos.
Todos los miembros de la célula llevaban falsos cinturones
de explosivos cuando actuaron en Cambrils horas después de que Younes sembrara
el pánico en Las Ramblas. Se saltaron un control policial y atropellaron a seis
personas. Una murió en el hospital días después. Llevaban cuchillos y quwrían matar a cuantas
personas pudieran en el paseo marítimo, pero un mosso, antiguo
legionario, abatió a los cinco en plena calle.
La versión de los Mossos es que Younes, a una distancia de 80 metros y tras dos días
fugado, se abrió la camisa mostrando los explosivos y corrió en su busca. El
juez quiere saber si realmente no hubo más opción que matarle, puesto que no
llevaba ningún arma y era una zona abierta de campo. El marroquí era uno de los
cabecillas de esta banda terrorista y su testimonio era fundamental para saber
sí hubo más personas implicadas en el ataque.
Si bien Younes fue el conductor asesino de Las Ramblas,
Abdelbaky es Satty, el imán de Ripoll (un marroquí muerto en la explosión en el
chalet de Alcanar), está considerado el ideólogo y cerebro de los atentados del
mes de agosto en Barcelona y Cambrils (Tarragona), según se desprende hasta
ahora de la investigación policial y judicial.
Los agentes de tres cuerpos policiales distintos, la Comisaría General
de Información de la Policía ,
la Guardia Civil
y los Mossos de Esquadra, han indagado durante ocho meses los viajes y vínculos
de Es Satty para ver si pudo recibir instrucciones de algún ideólogo
extranjero. Se han investigado viajes que hicieron los terroristas a Marruecos,
Francia y Bélgica antes de los atentados, pero hasta el momento no se ha
encontrado “ninguna persona, emir o estructura superior” a la del predicador
salafista que dirigiera el grupo, según afirman fuentes de la investigación a
EL PAÍS. Los rastreos policiales en todo el material informático intervenido
tampoco han dado resultado.
Los viajes previos de Abdelbaky es Satty a Vilvoorde, una
de las cunas más calientes del yihadismo en Bélgica, despertaron el interés de
los investigadores ante la sospecha de que en esta localidad algún reclutador
del Estado Islámico (EI), que se atribuyó el atentado, o Al Qaeda, hubiera captado y ordenado al imán la
organización del ataque en Cataluña. Pero el resultado ha sido negativo. Hasta
el momento la única evidencia contrastada es que Es Satty intentó sin éxito
trabajar en una mezquita. Los responsables del centro le pidieron que mostrara
sus antecedentes penales y se negó, lo que levantó las sospechas de las
autoridades locales. Desde Vilvoorde habían partido hacia Siria numerosos
jóvenes para unirse al EI y los responsables del centro de oración ya estaban
vacunados.
Las detenciones protagonizadas por los servicios secretos
marroquíes entre personas cercanas a algunos de los terroristas que habían
viajado a Marruecos a visitar a sus
familias tampoco han dado resultados. “La colaboración con Marruecos es
excelente y nos han prestado toda la ayuda posible, pero hasta el momento no
han encontrado ninguna pista relevante que indique que Es Satty o alguno de los
terroristas fueran dirigidos por otras personas”, indica un alto mando policial
de la lucha antiterrorista.
Abdelatif Hamuchi,el director general de Seguridad de
Marruecos, ha facilitado a sus homólogos españoles nombres de algunas personas
del entorno salafista relacionadas con Es Satty y otros miembros de la célula,
pero ninguno es concluyente ni señala a un autor intelectual distinto al imán.
Del viaje a París de varios de los terroristas, entre ellos
Younes, el autor del atropello en las Ramblas, tampoco hay resultados. Una
operación antiterrorista en Villejuif, al sur de París, en la que se detuvo a
tres personas cuando intentaban fabricar peróxido de acetona (TATP), el
explosivo con el que pretendía atentar la célula de Barcelona, despertó las
sospechas de una posible vinculación con este grupo que finalmente se ha
descartado.
Los terroristas viajaron tres veces a Francia. La primera
en diciembre de 2016, la segunda en julio pasado y la tercera, el 11 y 12 de
agosto, días antes del ataque. Los investigadores están convencidos de que
intentaron contactar con algún miembro del EI que les aleccionara en la
fabricación del explosivo TAPT, denominado la Madre de Satán.
Los miembros del Estado Islámico desplegados en Europa han
utilizado esta sustancia en atentados en Bruselas, París o el 7-J en Londres.
Sus tres compuestos básicos son acetona, agua oxigenada y ácido sulfúrico,
productos que se pueden comprar en cualquier droguería. Es extremadamente
inestable y peligroso, lo que propició la explosión en el chalé de Alcanar, un
polvorín en el que los terroristas almacenaron un centenar de bombonas de
butano.
Tanto la investigación policial como policial determinan
que la explosión en el chalet donde murió el imán Es Satty precipitó el ataque
y obligó a los terroristas a buscar objetivos menos “ambiciosos y letales”.
Pero no fue solo el accidente de los terroristas mientras preparaban el TAPT lo
que precipitó la tragedia. Una llamada de los Mossos d´ Esquadra al teléfono de
Younes Abouyaaqoub empujó a este a improvisar el atropello en Las Ramblas,
según señalan fuentes policiales. La llamada se produjo dos horas antes del
ataque.
El club del odio
El imán de Ripoll formó en solitario a los 12 jóvenes que
integraban la célula de Barcelona y Cambrils. No recibió ayuda de nadie y lo
hizo al puro estilo de la secta Takfir Wal Hijra (Anatema y Exilio), la
corriente más clandestina y secreta del salafismo. Un club del odio que
representa al movimiento más radical y violento del fundamentalismo. La
invisibilidad de sus miembros hace que sean muy difíciles de detectar para las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Todos los “vicios” occidentales
están autorizados para sus miembros para facilitar su clandestinidad. Por eso,
nadie en Ripoll sospechó que estos jóvenes que vestían deportivas, bebían
alcohol y bailaban en discotecas estaban siendo radicalizados.
Opinión:
Todas las víctimas de los atentados del 17 de agosto con las que he
hablado mencionan, en algún momento de las numerosas conversaciones mantenidas,
que están esperando a saber muchas cosas sobre las investigaciones. Aunque sea
difícil, hay que explicarles que las investigaciones deben continuar y que pata
tener éxito no debe conocerse todo de inmediato.
Aún y así, tienen todo el derecho a ser informadas. El problema empieza
cuando quien no aporta esa información es la propia administración competente o
incluso, como ha ocurrido en otras ocasiones, la esconden o la tergiversan para
esconder la realidad, ya sea por cuestiones políticas o económicas (o ambas,
como suele ocurrir).
Y no hay que olvidar que en el asunto del imán de Ripoll no parecen estar informando como las víctimas y, por extensión, el resto de ciudadanos merecemos conocer. Pero gracias al interés que estamos mostrando en la personación y a los apoyos que estamos recibiendo, creo que queda poco tiempo para ir cambiando las tornas.
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