22 abril 2018
Los presos usarán el 'perdón' de ETA
para optar a permisos
Reconocerán el daño causado en un
intento de que se les conceda el segundo grado penitenciario
La declaración de ETA del pasado
viernes en la
que la organización terrorista reconoce el "daño causado" y pide
"perdón" a una parte de sus víctimas -aquellas a las que considera que
no tuvieron "responsabilidad" alguna en el "conflicto"-
servirá de modelo para los presos de la banda. La izquierda abertzale está convencida de que los reclusos
comenzarán a adaptar las expresiones utilizadas en ese texto en las solicitudes
para que Instituciones Penitenciarias les permitan pasar del primer al segundo
grado penitenciario. De esta forma se les abriría la puerta para optar a
permisos para abandonar la prisión con cierta regularidad.
Según informes del Ministerio del Interior hechos públicos
en el Senado, de los 245 internos de la banda en 44 cárceles españolas, 209 se
encuentran en primer grado, el régimen penitenciario más estricto. La mitad de
esos reclusos según la izquierda abertzale -Instituciones Penitenciarias reduce
la cifra a medio centenar- habría comenzado a solicitar cambios de grado. Unas
peticiones que han sido rechazadas en primera instancia y que caminan ya por la
vía judicial. Es a partir de ahora cuando los presos, según las fuentes
consultadas, van a incluir en sus alegatos expresiones como las empleadas por ETA. La
organización hablaba en su comunicado de haber provocado un sufrimiento
"desmedido" que "jamás" debió producirse, y causado
"mucho dolor, incluidos muchos daños que no tienen solución".
"Queremos mostrar respeto a los muertos, los heridos y las víctimas que
han causado las acciones de ETA,
en la medida que han resultado damnificados por el conflicto. Lo sentimos de
veras", explica la banda en su nota de este viernes.
Sin delación
Cada preso deberá adaptar ahora esas palabras a sus propias
necesidades y expediente carcelario. Porque las reclamaciones deben ser
individuales, sin que todo el colectivo de reclusos pueda seguir un mismo
patrón. La izquierda abertzale mantiene,
en todo caso, una línea roja que no se puede traspasar: la de la delación de
compañeros. Es decir, se cierra la puerta a que, para mejorar su situación en
la cárcel, cada recluso pueda esclarecer crímenes sin resolver, una de las
principales reclamaciones de las víctimas. Hay más de 300 atentados de los que
se desconoce su autoría. Precisamente la imposibilidad de delatar a otro etarra
figura implícita en la explicación que la banda añadía a su último comunicado.
En el entorno de Sortu también se está convencido de que la
disolución de ETA servirá como argumento para reclamar ante los jueces el
cambio de grado de los presos. El propio Gobierno ha reconocido en los últimos
años que una vez que la banda desaparezca, se elimina el riesgo de reincidir
que pesaba sobre los internos que nunca han roto con la organización terrorista
y que defendían su pertenencia a un colectivo.
Opinión:
Pues si ese es el planteamiento habrá
que esperar a las decisiones judiciales. Y después la de algunos representantes
políticos y de “víctimas” que siempre terminan sus discursitos con aquello de
“respetamos las decisiones judiciales”...
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