27 abril 2018
'Las historias de ETA en su entierro', de la Sexta Columna , en
siete titulares
Opinión:
Solo decir, a modo de de anécdota, que es una extraña
sensación el que uno se encuentre cenando con su esposa en un restaurante y, de
repente, se vea en una pantalla sin siquiera saber que iba a aparecer en el
programa que se estaba emitiendo.
Por cierto, aprovecho la noticia para recordar a algún que
otro imbécil que la señora que me acompañaba es la misma con la que me casé en
enero de 1983. Es decir, que pese a las mentiras y las imbecilidades que han
ido diciendo por ahí, no me he divorciado de la amiga y compañera que la noche
del 19 de junio de 1987 tuvo que ir a ver una larga y dolorosa relación de cadáveres
para ver si, entre ellos, estaba el de su marido. O sea, el mío…
Y que, ya puestos, tampoco tiene pensión ni mucho menos
indemnización como víctima del terrorismo como ciertos nefastos personajes van
vomitando por las esquinas. Los mismos impresentables que, utilizando el dolor
de otras víctimas SI han conseguido pensiones e indemnizaciones por un dolor
que jamás han sufrido.
Y ahora, quien quiera, que empiece a investigar la verdad
de mis palabras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario